43 casos

'Mire' en la Biblia

Y les dijeron: Mire el SEÑOR sobre vosotros y {os} juzgue, pues {nos} habéis hecho odiosos ante los ojos de Faraón y ante los ojos de sus siervos, poniéndo{les} una espada en la mano para que nos maten.

Y el SEÑOR dijo a Moisés: Hazte una {serpiente} abrasadora y ponla sobre un asta; y acontecerá que cuando todo el que sea mordido la mire, vivirá.

Quizá el SEÑOR mire mi aflicción y me devuelva bien por su maldición de hoy.

Cuando {lo} vi, reflexioné sobre ello; miré, {y} recibí instrucción.

Miré, y no había quien ayudara, me asombré de que no hubiera quien apoyara; entonces me salvó mi brazo, y fue mi furor el que me sostuvo.

Miré a la tierra, y he aquí que {estaba} sin orden y vacía; y a los cielos, y no tenían luz.

Miré a los montes, y he aquí que temblaban, y todas las colinas se estremecían.

Miré, y he aquí que no había hombre alguno, y todas las aves del cielo habían huido.

Miré, y he aquí que la tierra fértil era un desierto, y todas sus ciudades estaban arrasadas delante del SEÑOR, delante del ardor de su ira.

En esto me desperté y miré, y mi sueño me resultó agradable.

Miré, y he aquí que un viento huracanado venía del norte, una gran nube con fuego fulgurante y un resplandor a su alrededor, y en su centro, algo como metal refulgente en medio del fuego.

Miré a los seres vivientes, y he aquí, había una rueda en la tierra junto a {cada uno de} los seres vivientes de cuatro caras.

Entonces miré, y he aquí, una mano estaba extendida hacia mí, y en ella {había} un libro en rollo.

Entonces miré, y he aquí, una figura con aspecto de hombre; desde sus lomos para abajo {tenía} la apariencia de fuego, y desde sus lomos para arriba la apariencia de un resplandor, como el aspecto de un metal refulgente.

Después me llevó a la entrada del atrio, y cuando miré, he aquí, {había} un agujero en el muro.

Entré, pues, y miré; y he aquí, {había} toda clase de reptiles y bestias {y} cosas abominables, y todos los ídolos de la casa de Israel estaban grabados en el muro por todo alrededor.

Entonces miré, y he aquí, en el firmamento que {estaba} sobre las cabezas de los querubines, como una piedra de zafiro de apariencia semejante a un trono apareció sobre ellos.

Entonces miré, y he aquí, {había} cuatro ruedas junto a los querubines, cada rueda junto a cada querubín; el aspecto de las ruedas {era} como el brillo de una piedra de Tarsis.

Y miré, y he aquí, {había} tendones sobre ellos, creció la carne y la piel los cubrió, pero no {había} espíritu en ellos.

Luego me llevó por el camino de la puerta del norte al frente del templo; miré, y he aquí, la gloria del SEÑOR llenaba la casa del SEÑOR, y me postré sobre mi rostro.

Cuando miré en la visión, sucedió que al mirar, yo {me encontraba} en la ciudadela de Susa, que {está} en la provincia de Elam, y vi en la visión que yo estaba junto al río Ulai.

Alcé, pues, mis ojos y miré, y he aquí que un carnero estaba delante del río. Tenía dos cuernos, y los dos cuernos {eran} altos, pero uno {era} más alto que el otro, y el más alto creció el último.

alcé los ojos y miré, y he aquí, había un hombre vestido de lino, cuya cintura estaba ceñida con {un cinturón de} oro puro de Ufaz.

Entonces yo, Daniel, miré, y he aquí otros dos estaban de pie, uno a este lado del río, y el otro al otro lado del río.

Entonces alcé los ojos y miré, y he aquí, {vi} un hombre con un cordel de medir en la mano.

Alcé de nuevo mis ojos y miré, y he aquí un rollo que volaba.

Luego alcé los ojos y miré, y he aquí dos mujeres salían con el viento en sus alas; y tenían alas como alas de cigüeña, y alzaron el efa entre la tierra y el cielo.

Alcé de nuevo mis ojos y miré, y he aquí cuatro carros que salían de entre dos montes; y los montes {eran} montes de bronce.

vino a mí, y poniéndose {a mi lado,} me dijo: ``Hermano Saulo, recibe la vista." En ese mismo instante {alcé los ojos y} lo miré.

Después de esto miré, y vi una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que yo había oído, como {sonido} de trompeta que hablaba conmigo, decía: Sube acá y te mostraré las cosas que deben suceder después de éstas.

Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono y {de} los seres vivientes y {de} los ancianos; y el número de ellos era miríadas de miríadas, y millares de millares,

Miré, y he aquí, un caballo blanco; y el que estaba montado en él tenía un arco; se le dio una corona, y salió conquistando y para conquistar.

Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente que decía: Ven. Y miré, y he aquí, un caballo negro; y el que estaba montado en él tenía una balanza en la mano.

Y miré, y he aquí, un caballo amarillento; y el que estaba montado en él se llamaba Muerte; y el Hades lo seguía. Y se les dio autoridad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con pestilencia y con las fieras de la tierra.

Entonces miré, y oí volar a un águila en medio del cielo, que decía a gran voz: ¡Ay, ay, ay, de los que habitan en la tierra, a causa de los toques de trompeta que faltan, que los otros tres ángeles están para tocar!

Y miré, y he aquí una nube blanca, y sentado en la nube {estaba} uno semejante a hijo de hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz afilada.

Después de estas cosas miré, y se abrió el templo del tabernáculo del testimonio en el cielo,

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Las citas Bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso