'Ni' en la Biblia
En todo esto no pecó Job, ni atribuyó locura a Dios.
Aquel día fuera tinieblas, y Dios no curara de él desde arriba, ni claridad resplandeciera sobre él.
Aquella noche ocupara oscuridad, ni fuera contada entre los días del año, ni viniera en el número de los meses.
Las estrellas de su alba fueran oscurecidas; esperaran la luz, y no viniera, ni viera los párpados de la mañana;
por cuanto no cerró las puertas del vientre donde yo estaba, ni escondió de mis ojos la miseria.
Nunca tuve prosperidad, nunca me aseguré, ni nunca me reposé; y me vino turbación.
Porque la iniquidad no sale del polvo, ni el castigo reverdece de la tierra.
Del azote de la lengua serás encubierto; ni temerás de la destrucción cuando viniere.
no tornará más a su casa, ni su lugar le conocerá más.
¿Hasta cuándo no me dejarás, ni me soltarás hasta que trague mi saliva?
He aquí, Dios no aborrece al perfecto, ni toma la mano de los malignos.
Así el hombre yace, y no se tornará a levantar; hasta que no haya cielo no despertarán, ni levantarán de su sueño.
He aquí que en sus santos no confía, y ni los cielos son limpios delante de sus ojos,
No enriquecerá, ni será firme su potencia, ni extenderá por la tierra su hermosura.
No tendrá hijo ni nieto en su pueblo, ni quien le suceda en sus moradas.
El ojo que le habrá visto, nunca más le vera; ni su lugar le echará más de ver.
Restituirá el trabajo ajeno conforme a la hacienda que tomó; y no tragará, ni gozará.
por tanto, no sentirá él sosiego en su vientre, ni escapará con su codicia.
Sus casas seguras de temor, ni hay azote de Dios sobre ellos.
¿Por qué no fui yo cortado delante de las tinieblas, ni cubrió con oscuridad mi rostro?
Ellos son entre los rebeldes a la luz, nunca conocieron sus caminos, ni estuvieron en sus veredas.
He aquí que ni aun la misma luna será resplandeciente, ni las estrellas son limpias delante de sus ojos.
mis labios no hablarán iniquidad, ni mi lengua pronunciará engaño.
Senda que nunca la conoció ave, ni ojo de buitre la vio;
El hombre nunca supo su valor, ni se halla en la tierra de los vivientes.
El abismo dice: No está en mí; y el mar dijo: Ni conmigo.
No se dará por oro, ni su precio será a peso de plata.
No puede ser apreciada con oro de Ofir, ni con ónice precioso, ni con zafiro.
El oro no se le igualará, ni el diamante; ni se cambiará por vaso de oro fino.
De coral ni de perlas no se hará mención; la sabiduría es mejor que las piedras preciosas.
que ni aun entregué al pecado mi paladar, pidiendo maldición para su alma;
No siempre los grandes son los sabios, ni los viejos entienden el derecho.
Ahora bien, él no dirigió a mí sus palabras, ni yo le responderé con vuestras razones.
No haré ahora acepción de personas, ni usaré con títulos lisonjeros con el hombre.
Cuánto menos a aquel que no hace acepción de personas de príncipes, ni el rico es de él más respetado que el pobre; porque todos son obras de sus manos.
No hay tinieblas, ni sombra de muerte donde se encubran los que obran iniquidad.
Ciertamente Dios no oirá la vanidad, ni la mirará el Omnipotente.
¿Por ventura estimará él tus riquezas, ni del oro, ni de todas las fuerzas de la potencia?
He aquí, Dios es grande, y nosotros no le conocemos; ni se puede rastrear el número de sus años.
¿Por ventura querrá el unicornio servirte a ti, ni quedar a tu pesebre?
hace burla del espanto, y no teme, ni vuelve el rostro delante de la espada.
Yo no ocultaré sus mentiras, ni lo de su fuerza ni la belleza de su orden.