'Nieve' en la Biblia
Y le dijo además el SEÑOR: Mete ahora tu mano en tu seno. Y él metió la mano en su seno; y cuando la sacó, he aquí que su mano estaba leprosa como la nieve.
Y la nube se apartó del tabernáculo; y he aquí que María era leprosa como la nieve; y miró Aarón a María, y he aquí que estaba leprosa.
Después, Benaía hijo de Joiada, hijo de un varón esforzado, grande en hechos, de Cabseel. Este hirió dos leones de Moab: y él mismo descendió, e hirió un león en medio de un foso en el tiempo de la nieve.
La lepra de Naamán se te pegará a ti, y a tu simiente para siempre. Y salió de delante de él leproso, blanco como la nieve.
Benaía hijo de Joiada, hijo de varón de esfuerzo, de grandes hechos, de Cabseel; él venció los dos leones de Moab; también descendió, e hirió un león en mitad de un foso en tiempo de nieve.
que están escondidas por la helada, y encubiertas con nieve.
Aunque me lave con aguas de nieve, y aunque limpie mis manos con la misma limpieza,
La sequía y el calor arrebatan las aguas de la nieve; y el Seol a los pecadores.
Porque a la nieve dice: Sé en la tierra; lluvia tras lluvia, y lluvia tras lluvia en su fortaleza.
¿Has entrado tú en los tesoros de la nieve, y has visto los tesoros del granizo,
Remueva el pecado en mí con hisopo, y seré limpio; lávame, y seré emblanquecido más que la nieve.
Cuando esparcía el Omnipotente los reyes que estuvieron en ella, se emblanqueció ésta como la nieve en Salmón.
El que da la nieve como lana, derrama la escarcha como ceniza.
el fuego y el granizo, la nieve y el vapor, el viento de tempestad que ejecuta su palabra;
Como frío de nieve en tiempo de la siega, así es el mensajero fiel a los que lo envían; pues al alma de su señor da refrigerio.
Como la nieve en el verano, y la lluvia en la siega, así conviene al loco la honra.
Lámed No tendrá temor de la nieve por su familia, porque toda su familia está vestida de ropas dobles.
Venid luego, dirá el SEÑOR, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, serán tornados como la lana.
Porque como desciende de los cielos la lluvia, y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace engendrar, y producir, y da simiente al que siembra, y pan al que come;
¿Dejará alguno por ventura la nieve de la piedra del campo que corre del Líbano? ¿Dejarán las aguas singulares, frías, y corrientes?
Zain: Sus Nazareos fueron blancos más que la nieve, más resplandecientes que la leche; su compostura más encendida que las piedras preciosas cortadas del zafiro;
Estuve mirando hasta que fueron puestas sillas; y un Anciano de gran edad se sentó, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su silla llama de fuego, sus ruedas fuego ardiente.
Y su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve.
Sus vestidos fueron vueltos resplandecientes, muy blancos, como la nieve; tanto que ningún lavador en la tierra los puede hacer tan blancos.
Y su cabeza y sus cabellos eran blancos como la lana blanca, como la nieve; y sus ojos como llama de fuego;