55 Versículo de la Biblia sobre Invitaciones
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Cuando ella y su familia se bautizaron, {nos} rogó, diciendo: Si juzgáis que soy fiel al Señor, venid a mi casa y quedaos {en ella.} Y nos persuadió {a ir.}
Y le dijo: Entra, bendito del SEÑOR. ¿Por qué estás fuera? Yo he preparado la casa y un lugar para los camellos. Entonces el hombre entró en la casa, y {Labán} descargó los camellos y les dio paja y forraje, y agua para lavar los pies de él y los pies de los hombres que estaban con él. Pero cuando {la comida} fue puesta delante de él para que comiera, dijo: No comeré hasta que haya dicho el propósito {de mi viaje.} Y {Labán} le dijo: Habla.
Luego ofreció Jacob un sacrificio en el monte, y llamó a sus parientes a comer; y comieron, y pasaron la noche en el monte.
Y él dijo a sus hijas: ¿Y dónde está? ¿Por qué habéis dejado al hombre? Invitadlo a que coma algo.
Entonces Moisés dijo a Hobab, hijo de Reuel madianita, suegro de Moisés: Nosotros partimos hacia el lugar del cual el SEÑOR dijo: ``Yo os lo daré." Ven con nosotros y te haremos bien, pues el SEÑOR ha prometido el bien a Israel. Pero él le dijo: No iré, sino que me iré a mi tierra y a mi parentela. Después dijo {Moisés:} Te ruego que no nos dejes, puesto que tú sabes dónde debemos acampar en el desierto, y serás como ojos para nosotros.Leer más.
Y será que si vienes con nosotros, el bien que el SEÑOR nos haga, nosotros te haremos.
Entonces Samuel tomó a Saúl y a su criado, los llevó a la sala y les dio un lugar a la cabecera de los invitados que eran unos treinta hombres. Y dijo Samuel al cocinero: Trae la porción que te di, de la cual te dije: ``Ponla aparte." Entonces el cocinero alzó el pernil con lo que estaba en él y {lo} colocó delante de Saúl. Y {Samuel} dijo: He aquí lo que estaba reservado. Pon{lo} delante de ti {y} come, porque ha sido guardado para ti hasta el momento señalado, ya que dije: He invitado al pueblo. Y Saúl comió con Samuel aquel día.
Entonces el rey dijo al hombre de Dios: Ven conmigo a casa y refréscate, y te daré una recompensa.
Sus hijos solían ir y hacer un banquete en la casa de cada uno por turno, e invitaban a sus tres hermanas para que comieran y bebieran con ellos.
Ve a la casa de los recabitas, habla con ellos, llévalos a la casa del SEÑOR, a una de las cámaras, y dales a beber vino.
Uno de los fariseos le pedía que comiera con él; y entrando en la casa del fariseo, se sentó {a la mesa.}
Cuando terminó de hablar, un fariseo le rogó* que comiera con él; y {Jesús} entró y se sentó {a la mesa.}
Jesús les dijo*: Venid {y} desayunad. Ninguno de los discípulos se atrevió a preguntarle: ¿Quién eres tú?, sabiendo que era el Señor.
Entonces los invitó a entrar y los hospedó. Al día siguiente se levantó y fue con ellos, y algunos de los hermanos de Jope lo acompañaron.
Si algún incrédulo os invita y queréis ir, comed de todo lo que se os ponga delante sin preguntar nada por motivos de conciencia.
Cuando seas invitado por alguno a un {banquete} de bodas, no tomes el lugar de honor, no sea que él haya invitado a otro más distinguido que tú, y viniendo el que te invitó a ti y a él, te diga: ``Dale {el} lugar a éste"; y entonces, avergonzado, tengas que irte al último lugar. Sino que cuando seas invitado, ve y siéntate en el último lugar, para que cuando llegue el que te invitó, te diga: ``Amigo, ven más adelante"; entonces serás honrado delante de todos los que se sientan {a la mesa} contigo.Leer más.
Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille será ensalzado. Y dijo también al que le había convidado: Cuando ofrezcas una comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos, no sea que ellos a su vez también te conviden y tengas ya tu recompensa. Antes bien, cuando ofrezcas un banquete, llama a pobres, mancos, cojos, ciegos, y serás bienaventurado, ya que ellos no tienen para recompensarte; pues tú serás recompensado en la resurrección de los justos.
Por la noche se le mostró a Pablo una visión: un hombre de Macedonia estaba de pie, suplicándole y diciendo: Pasa a Macedonia y ayúdanos.
Entonces Judá dijo a su hermano Simeón: Sube conmigo al territorio que me ha tocado, para que peleemos contra los cananeos; yo también iré contigo al territorio que te ha tocado. Y Simeón fue con él.
Y envió Acaz mensajeros a Tiglat-pileser, rey de Asiria, diciendo: Yo soy tu siervo y tu hijo; sube y líbrame de la mano del rey de Aram y de la mano del rey de Israel que se han levantado contra mí.
Cuando Felipe se acercó corriendo, le oyó leer al profeta Isaías, y {le} dijo: ¿Entiendes lo que lees? Y él respondió: ¿Cómo podré, a menos que alguien me guíe? E invitó a Felipe a que subiera y se sentara con él.
Venid y ved las obras de Dios, admirable en {sus} hechos a favor de los hijos de los hombres. Convirtió el mar en tierra seca; cruzaron el río a pie; regocijémonos allí en El.
Venid, cantemos con gozo al SEÑOR, aclamemos con júbilo a la roca de nuestra salvación. Vengamos ante su presencia con acción de gracias; aclamémosle con salmos.
Y Jesús les dijo: Seguidme, y yo haré que seáis pescadores de hombres.
y lo mismo {les sucedió} también a Jacobo y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran socios de Simón. Y Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres.
Jesús, mirándolo, lo amó y le dijo: Una cosa te falta: ve {y} vende cuanto tienes y da a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.
Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, ve {y} vende lo que posees y da a los pobres, y tendrás tesoro en los cielos; y ven, sígueme.
Cuando Jesús oyó {esto,} le dijo: Te falta todavía una cosa; vende todo lo que tienes y reparte entre los pobres, y tendrás tesoro en los cielos; y ven, sígueme.
Venid a mí, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y HALLAREIS DESCANSO PARA VUESTRAS ALMAS. Porque mi yugo es fácil y mi carga ligera.
Venid ahora, y razonemos --dice el SEÑOR-- aunque vuestros pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; aunque sean rojos como el carmesí, como {blanca} lana quedarán.
``Aquel día" --declara el SEÑOR de los ejércitos-- ``convidaréis cada uno a su prójimo bajo {su} parra y bajo {su} higuera."
Y Judá e Israel vivieron seguros, cada uno bajo su parra y bajo su higuera, desde Dan hasta Beerseba, todos los días de Salomón.
Cada uno se sentará bajo su parra y bajo su higuera, y no habrá quien {los} atemorice, porque la boca del SEÑOR de los ejércitos ha hablado.
Entonces el Rey dirá a los de su derecha: ``Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.
Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo lo que yo he hecho. ¿No será éste el Cristo?
`He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo.
Y el Espíritu y la esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que desea, que tome gratuitamente del agua de la vida.
Pero El le dijo: Cierto hombre dio una gran cena, e invitó a muchos; y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los que habían sido invitados: ``Venid, porque ya todo está preparado."
Todos los sedientos, venid a las aguas; y los que no tenéis dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad vino y leche sin dinero y sin costo alguno. ¿Por qué gastáis dinero en lo que no es pan, y vuestro salario en lo que no sacia? Escuchadme atentamente, y comed lo que es bueno, y se deleitará vuestra alma en la abundancia. Inclinad vuestro oído y venid a mí, escuchad y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros un pacto eterno, {conforme a} las fieles misericordias mostradas a David.
Tomando Jesús la palabra, les habló otra vez en parábolas, diciendo: El reino de los cielos puede compararse a un rey que hizo un {banquete} de bodas para su hijo. Y envió a sus siervos a llamar a los que habían sido invitados a las bodas, pero no quisieron venir.Leer más.
De nuevo envió otros siervos, diciendo: Decid a los que han sido invitados: ``Ved, ya he preparado mi banquete; he matado mis novillos y animales cebados, y todo está aparejado; venid a las bodas." Pero ellos no hicieron caso y se fueron: uno a su campo, otro a sus negocios, y los demás, echando mano a los siervos, los maltrataron y los mataron. Entonces el rey se enfureció, y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos asesinos e incendió su ciudad. Luego dijo* a sus siervos: ``La boda está preparada, pero los que fueron invitados no eran dignos. ``Id, por tanto, a las salidas de los caminos, e invitad a las bodas a cuantos encontréis." Y aquellos siervos salieron por los caminos, y reunieron a todos los que encontraron, tanto malos como buenos; y el salón de bodas se llenó de comensales. Pero cuando el rey entró a ver a los comensales, vio allí a uno que no estaba vestido con traje de boda, y le dijo*: ``Amigo, ¿cómo entraste aquí sin traje de boda?" Y él enmudeció. Entonces el rey dijo a los sirvientes: ``Atadle las manos y los pies, y echadlo a las tinieblas de afuera; allí será el llanto y el crujir de dientes." Porque muchos son llamados, pero pocos {son} escogidos.
Regocijémonos y alegrémonos, y démosle a El la gloria, porque las bodas del Cordero han llegado y su esposa se ha preparado. Y a ella le fue concedido vestirse de lino fino, resplandeciente {y} limpio, porque las acciones justas de los santos son el lino fino. Y el {ángel} me dijo*: Escribe: ``Bienaventurados los que están invitados a la cena de las bodas del Cordero." Y me dijo*: Estas son palabras verdaderas de Dios.
Pero Absalón envió espías por todas las tribus de Israel, diciendo: Tan pronto oigáis el sonido de la trompeta, entonces diréis: ``Absalón es rey en Hebrón." Con Absalón fueron doscientos hombres de Jerusalén como invitados; fueron inocentemente, sin saber nada. Y Absalón envió por Ahitofel gilonita, consejero de David, desde Gilo su ciudad, cuando ofrecía los sacrificios. Y la conspiración se hacía fuerte porque constantemente aumentaba la gente que seguía a Absalón.
Después de dos años, aconteció que teniendo Absalón esquiladores de ovejas en Baal-hazor, que está junto a Efraín, Absalón invitó a todos los hijos del rey. Y vino Absalón al rey y dijo: He aquí, ahora tu siervo tiene esquiladores de ovejas; ruego que venga el rey y sus siervos con tu siervo. Mas el rey respondió a Absalón: No, hijo mío, no debemos ir todos, para no ser carga para ti. Y aunque le insistió, no quiso ir, mas lo bendijo.Leer más.
Entonces Absalón dijo: Pues si no, te ruego que dejes ir a mi hermano Amnón con nosotros. Y el rey le respondió: ¿Por qué ha de ir contigo? Mas cuando Absalón le insistió, dejó ir con él a Amnón y a todos los hijos del rey. Absalón ordenó a sus siervos, diciendo: Mirad, cuando el corazón de Amnón esté alegre por el vino, y cuando yo os diga: ``Herid a Amnón", entonces matadle. No temáis; ¿no os lo he mandado yo? Tened ánimo y sed valientes. Y los siervos de Absalón hicieron a Amnón tal como Absalón {les} había mandado. Entonces todos los hijos del rey se levantaron, y montándose cada uno en su mulo, huyeron.
Entretanto Adonías, hijo de Haguit, se ensalzaba diciendo: Yo seré rey. Y preparó para sí carros y hombres de a caballo y cincuenta hombres que corrieran delante de él. Su padre nunca lo había contrariado preguntándole: ¿Por qué has hecho esto? Era también hombre de muy hermoso parecer, y había nacido después de Absalón. Y había consultado con Joab, hijo de Sarvia, y con el sacerdote Abiatar, que respaldaban a Adonías.Leer más.
Pero el sacerdote Sadoc, Benaía, hijo de Joiada, el profeta Natán, Simei, Rei y los valientes que tenía David, no estaban con Adonías. Y Adonías sacrificó ovejas, bueyes y animales cebados junto a la piedra de Zohélet, que está al lado de En-rogel; e invitó a todos sus hermanos, los hijos del rey, y a todos los hombres de Judá, siervos del rey. Pero no invitó al profeta Natán, ni a Benaía, ni a los valientes, ni a Salomón su hermano.
Y aconteció que cuando se les informó a Sanbalat, a Tobías, a Gesem el árabe y a los demás enemigos nuestros que yo había reedificado la muralla y que no quedaba ninguna brecha en ella, aunque en aquel tiempo yo no había asentado todavía las hojas en las puertas, Sanbalat y Gesem me enviaron {un mensaje,} diciendo: Ven, reunámonos en Quefirim en el llano de Ono. Pero ellos tramaban hacerme daño. Y les envié mensajeros, diciendo: Yo estoy haciendo una gran obra y no puedo descender. ¿Por qué ha de detenerse la obra mientras la dejo y desciendo a vosotros?Leer más.
Y cuatro veces me enviaron {mensajes} en la misma forma, y yo les respondí de la misma manera. Entonces Sanbalat me envió su siervo en la misma forma por quinta vez, con una carta abierta en su mano. En ella estaba escrito: Se ha oído entre las naciones, y Gasmu dice, que tú y los judíos estáis tramando rebelaros; por eso reedificas la muralla. Y según estos informes tú vas a ser su rey. También has puesto profetas para anunciar en Jerusalén {en} cuanto a ti: ``Un rey está en Judá." Y ahora llegarán a oídos del rey estos informes. Ahora pues, ven, consultemos juntos. Entonces le envié {un mensaje,} diciendo: No han sucedido esas cosas que tú dices, sino que las estás inventando en tu corazón.
Sucedió después de estas cosas que la mujer de su amo miró a José con deseo y {le} dijo: Acuéstate conmigo.
Y la serpiente era más astuta que cualquiera de los animales del campo que el SEÑOR Dios había hecho. Y dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: ``No comeréis de ningún árbol del huerto"? Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto, ha dicho Dios: ``No comeréis de él, ni lo tocaréis, para que no muráis."Leer más.
Y la serpiente dijo a la mujer: Ciertamente no moriréis.
entonces ella lo asió de la ropa, diciendo: ¡Acuéstate conmigo! Mas él le dejó su ropa en la mano, y salió huyendo afuera.
no sea que hagas pacto con los habitantes de aquella tierra, y {cuando} se prostituyan con sus dioses y les ofrezcan sacrificios, alguien te invite y comas de su sacrificio; y tomes de sus hijas para tus hijos, y ellas se prostituyan con sus dioses, y hagan que {también} tus hijos se prostituyan con los dioses de ellas.
Ven ahora, te ruego, y maldíceme a este pueblo porque es demasiado poderoso para mí; quizá pueda derrotarlos y echarlos de la tierra. Porque yo sé que a quien tú bendices es bendecido, y a quien tú maldices es maldecido.
Y comenzó su profecía, y dijo: Desde Aram me ha traído Balac, rey de Moab, desde los montes del oriente: ``Ven, y maldíceme a Jacob; ven, y condena a Israel."
Mientras Israel habitaba en Sitim, el pueblo comenzó a prostituirse con las hijas de Moab. Y éstas invitaron al pueblo a los sacrificios {que hacían} a sus dioses, y el pueblo comió y se postró ante sus dioses.
Hijo mío, si los pecadores te quieren seducir, no consientas. Si dicen: Ven con nosotros, pongámonos al asecho para {derramar} sangre, sin causa asechemos al inocente,