'No' en la Biblia
``No sean como sus padres, a quienes los antiguos profetas proclamaron, diciendo: `Así dice el SEÑOR de los ejércitos: ``Vuélvanse ahora de sus malos caminos y de sus malas obras."'" Pero no Me escucharon ni Me hicieron caso,' declara el SEÑOR.
" ¿Acaso no alcanzaron a sus padres Mis palabras y Mis estatutos que Yo ordené a Mis siervos los profetas? Por eso se arrepintieron y dijeron: `Como el SEÑOR de los ejércitos se propuso hacer con nosotros conforme a nuestros caminos y conforme a nuestras obras, así ha hecho con nosotros.'"'"
Y el ángel del SEÑOR dijo a Satanás: ``El SEÑOR te reprenda, Satanás. Repréndate el SEÑOR que ha escogido a Jerusalén. ¿No es éste un tizón arrebatado del fuego?"
Respondió el ángel que hablaba conmigo, y me dijo: `` ¿No sabes qué es esto?" ``No, señor mío," respondí.
Continuó él, y me dijo: ``Esta es la palabra del SEÑOR a Zorobabel: `No por el poder ni por la fuerza, sino por Mi Espíritu,' dice el SEÑOR de los ejércitos.
Y me respondió: `` ¿No sabes qué son éstos?" Y yo le contesté: ``No, señor mío."
~`Y cuando comen y beben, ¿no comen y beben para ustedes mismos?
~` ¿No son {estas} las palabras que el SEÑOR proclamó por medio de los antiguos profetas, cuando Jerusalén estaba habitada y próspera con sus ciudades a su alrededor, y el Neguev (región del sur) y la tierra baja estaban habitados?'"
~`No opriman a la viuda, al huérfano, al extranjero ni al pobre, ni tramen el mal en sus corazones unos contra otros.'
"Pero ellos rehusaron escuchar y volvieron la espalda rebelde y se taparon los oídos para no oír.
"Y endurecieron sus corazones como el diamante para no oír la ley ni las palabras que el SEÑOR de los ejércitos había enviado por Su Espíritu, por medio de los antiguos profetas. Vino, pues, gran enojo de parte del SEÑOR de los ejércitos.
"Y como Yo había clamado y ellos no habían querido escuchar, así ellos clamaron y Yo no quise escuchar," dice el SEÑOR de los ejércitos,
``sino que los dispersé en torbellino entre todas las naciones que no conocían. Y la tierra fue desolada tras ellos, sin que nadie fuera ni viniera; convirtieron la tierra deseable en desolación."
~`Porque antes de aquellos días no había paga para hombre ni paga para el ganado; y no había paz para el que salía o entraba a causa del enemigo, y Yo puse a todos los hombres unos contra otros.
~`Pero ahora Yo no {trataré} al remanente de este pueblo como en los días pasados,' declara el SEÑOR de los ejércitos.
~`Y sucederá que como fueron maldición entre las naciones, casa de Judá y casa de Israel, así los salvaré para que sean bendición. No teman, {mas} sean fuertes sus manos.'
``Porque así dice el SEÑOR de los ejércitos: `Tal como me propuse hacerles mal cuando sus padres Me hicieron enojar,' dice el SEÑOR de los ejércitos, `y no me he arrepentido,
así me he propuesto en estos días volver a hacer bien a Jerusalén y a la casa de Judá. ¡No teman!
no tramen en su corazón el mal uno contra otro, ni amen el juramento falso; porque todas estas cosas son las que odio,' declara el SEÑOR."
Ascalón {lo} verá y temerá, También Gaza, y se retorcerá con gran dolor, Lo mismo Ecrón, pues su esperanza ha sido confundida. Además perecerá el rey de Gaza, Y Ascalón no será habitada.
Pero Yo acamparé junto a Mi casa como un guardián Para que nadie vaya ni venga, Y no pasará más sobre ellos el opresor, Porque ahora vigilo con Mis ojos.
En cuanto a ti, por la sangre de {Mi} pacto contigo, He librado a tus cautivos de la cisterna En la que no hay agua.
Porque los terafines hablan iniquidad (vanidad), Y los adivinos ven visiones mentirosas, Y cuentan sueños falsos; En vano dan consuelo. Por tanto, {el pueblo} vaga como ovejas, Está afligido porque no hay pastor.
Fortaleceré la casa de Judá Y la casa de José salvaré, Y los haré volver Porque Me he compadecido de ellos. Serán como si no los hubiera rechazado, Porque Yo soy el SEÑOR su Dios, y les responderé.
Los haré volver de la tierra de Egipto, Y de Asiria los recogeré; Los traeré a la tierra de Galaad y del Líbano, Hasta que no haya {sitio} para ellos.
``Pues Yo no Me compadeceré más de los habitantes de esta tierra," declara el SEÑOR, ``sino que haré que los hombres caigan cada uno en manos de otro y en manos de su rey; y ellos herirán la tierra y Yo no {los} libraré de sus manos."
Entonces dije: ``No los apacentaré {más.} La que ha de morir, que muera; y la que ha de ser destruida, que sea destruida; y las que queden, cómanse la carne unas a otras."
Y les dije: ``Si les parece bien, den{me} mi paga; y si no, déjenla." Y pesaron como mi salario treinta {monedas} de plata.
"Porque Yo voy a levantar en la tierra un pastor que no se preocupará de la que perece, ni buscará a la descarriada, ni curará a la herida, ni sustentará a la fuerte, sino que comerá la carne de la engordada y arrancará sus pezuñas.
"El SEÑOR salvará primero las tiendas de Judá, para que la gloria de la casa de David y la gloria de los habitantes de Jerusalén no se engrandezca sobre Judá.
"Y sucederá que si alguien profetiza todavía, su padre y su madre que lo engendraron le dirán: `No vivirás porque has hablado falsamente en el nombre del SEÑOR'; y su padre y su madre que lo engendraron lo traspasarán mientras profetiza.
"También sucederá aquel día que los profetas se avergonzarán cada uno de su visión cuando profetice, y no se vestirán con el manto de piel para engañar,
sino que {cada uno} dirá: `No soy profeta, soy labrador de la tierra, porque un hombre me vendió como esclavo en mi juventud.'
Porque Yo reuniré a todas las naciones en batalla contra Jerusalén; y será tomada la ciudad y serán saqueadas las casas y violadas las mujeres. La mitad de la ciudad será desterrada, pero el resto del pueblo no será cortado de la ciudad.
Y sucederá que en aquel día no habrá luz; las luminarias se oscurecerán.
Y habitarán en ella y no habrá más maldición; y Jerusalén habitará en seguridad.
Y sucederá que los de las familias de la tierra que no suban a Jerusalén para adorar al Rey, SEÑOR de los ejércitos, no recibirán lluvia sobre ellos.
Y si la familia de Egipto no sube ni viene, entonces sobre ellos no {habrá lluvia;} será la plaga con la cual el SEÑOR herirá a las naciones que no suban a celebrar la Fiesta de los Tabernáculos.
Este será el castigo de Egipto y el castigo de todas las naciones que no suban a celebrar la Fiesta de los Tabernáculos.
Toda olla en Jerusalén y en Judá será consagrada al SEÑOR de los ejércitos. Todos los que ofrezcan sacrificios vendrán y tomarán de ellas y en ellas cocerán. Y no habrá más mercader en la casa del SEÑOR de los ejércitos en aquel día.