'Por' en la Biblia
El viento va al mediodía, y rodea al norte; va rodeando de continuo, y por sus rodeos vuelve el viento de nuevo hasta completar su ciclo.
Y apliqué mi corazón a buscar e investigar con sabiduría todo lo que se ha hecho bajo el cielo. Tarea dolorosa dada por Dios a los hijos de los hombres para ser afligidos con ella.
Entonces dije yo en mi corazón: Como sucederá al loco me sucederá también a mí. ¿Para qué pues he trabajado hasta ahora por hacerme más sabio? Y dije en mi corazón, que también esto era vanidad.
Aborrecí por tanto la vida, porque toda obra que se hace debajo del sol me era fastidiosa; por cuanto todo era vanidad y aflicción de espíritu.
Yo asimismo aborrecí todo mi trabajo que había puesto por obra debajo del sol; el cual dejaré a otro que vendrá después de mí.
Volvió, por tanto, a desesperanzarse mi corazón acerca de todo el trabajo en que trabajé, y en que me hice sabio debajo del sol.
tiempo de buscar, y tiempo de dar por perdido; tiempo de guardar, y tiempo de desechar;
Y tuve por mejor que ellos al que no ha sido aún, porque no ha visto las malas obras que se hacen debajo del sol.
Más valen dos que uno solo, pues tienen mejor remuneración por su trabajo.
No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras.
No sueltes tu boca para hacer pecar a tu carne; ni digas delante del ángel, que fue ignorancia. ¿Por qué harás que Dios se aíre a causa de tu voz, y que destruya la obra de tus manos?
Hay otra enfermedad maligna que he visto debajo del sol: las riquezas guardadas por sus dueños para su mal;
cuando esas riquezas se pierden por un mal negocio, y él engendra un hijo, no queda nada para mantenerlo.
Y también esto es un grave mal: que tal como vino, así se irá. Por tanto, ¿qué provecho tiene el que trabaja para el viento?
Si un hombre engendra cien {hijos} y vive muchos años, por muchos que sean sus años, si su alma no se ha saciado de cosas buenas, y tampoco halla sepultura, {entonces} digo: Mejor es el abortivo que él,
No digas: ¿Por qué fueron los días pasados mejores que éstos? Pues no es sabio que preguntes sobre esto.
Todo lo he visto en los días de mi vanidad. Justo hay que perece por su justicia, y hay impío que por su maldad alarga sus días.
No seas demasiado legalista ni muy sabio en tus propios ojos, ¿por qué te destruirás?
No seas muy listo a condenar, ni seas loco; ¿por qué morirás en medio del hilo de tus empresas?
Yo he rodeado con mi corazón por saber, y examinar, e inquirir la sabiduría, y la razón; y por saber la maldad de la locura, y el desvarío del error;
Y hallé más amarga que la muerte a la mujer cuyo corazón es lazos y redes, cuyas manos son cadenas. El que agrada a Dios escapará de ella, pero el pecador será por ella apresado.
He aquí, esto he hallado, dice el Predicador, pesando las cosas una por una para hallar la razón;
Yo digo: Guarda el mandato del rey por causa del juramento de Dios.
Como la sentencia contra una mala obra no se ejecuta enseguida, por eso el corazón de los hijos de los hombres está en ellos entregado enteramente a hacer el mal.
y que al impío nunca le irá bien, ni le serán prolongados los días, que son como sombra; por cuanto no temió delante de la presencia de Dios.
Por tanto alabé yo la alegría; que no tenga el hombre bien debajo del sol, sino que coma y beba, y se alegre; y que esto le quede de su trabajo los días de su vida que Dios le dio debajo del sol.
Por lo cual yo di mi corazón a conocer sabiduría, y a ver la ocupación que se hace sobre la tierra (porque hay quien ni de noche ni de día ve sueño en sus ojos).
Y he visto acerca de todas las obras de Dios, que el hombre no puede alcanzar a entender la obra que se hace debajo del sol; por mucho que trabaje el hombre buscándola, no la hallará; aunque diga el sabio que sabe, no la podrá alcanzar.
Ciertamente a todo esto di mi corazón, para declarar todo esto: que los justos y los sabios, y sus obras, están en la mano de Dios; y que no sabe el hombre ni el amor ni el odio por todo lo que pasa delante de él.
Las moscas muertas hacen heder y dar mal olor al ungüento del perfumador; así una pequeña locura, al que es estimado por sabio y honorable.
Y aun mientras va el loco por el camino, le falta cordura; y dice a todos, que es loco.
Hay otro mal que debajo del sol he visto; como salido de delante del gobernador por yerro:
El trabajo de los locos los fatiga; porque no saben por dónde ir a la ciudad.
¡Bienaventurada, tú, tierra, cuando tu rey es hijo de nobles, y tus príncipes comen a su hora, para reponer sus fuerzas, y no por el beber!
Por la pereza se cae la techumbre, y por flojedad de las manos se llueve la casa.
Por el placer se hace el convite, y el vino alegra los vivos; y el dinero responde a todo.
Por la mañana siembra tu simiente, y a la tarde no dejes reposar tu mano; porque tú no sabes cuál es lo mejor, si esto o lo otro, o si ambas son igualmente buenas.
Ciertamente, si un hombre vive muchos años, que en todos ellos se regocije, pero recuerde que los días de tinieblas serán muchos. Todo lo por venir es vanidad.
Alégrate, joven, en tu mocedad, y tome placer tu corazón en los días de tu juventud. Sigue los impulsos de tu corazón y el gusto de tus ojos; mas debes saber que por todas estas cosas, Dios te traerá a juicio.
Por tanto, aparta de tu corazón la congoja y aleja el sufrimiento de tu cuerpo, porque la mocedad y la primavera de la vida son vanidad.
cuando temblarán los guardas de la casa, y se encorvarán los hombres fuertes, y cesarán las muelas, porque han disminuido, y se oscurecerán los que miran por las ventanas;
y las puertas de afuera se cerrarán, por la bajeza de la voz de la muela; y se levantará a la voz del ave, y todas las hijas de canción serán humilladas;
cuando también temerán de lo alto, y los tropezones en el camino; y florecerá el almendro, y se cargará la langosta, y se perderá el apetito; porque el hombre va a la casa de su siglo, y los endechadores andarán en derredor por la plaza.
Las palabras de los sabios son como aguijones; y como clavos hincados, las de los maestros de las congregaciones, puestas por debajo de un Pastor.
Resultados de Búsqueda por Versiones
Resultados de Búsqueda por Libro
- Génesis (343)
- Éxodo (277)
- Levítico (321)
- Números (379)
- Deuteronomio (256)
- Josué (184)
- Jueces (142)
- Rut (15)
- 1 Samuel (229)
- 2 Samuel (200)
- 1 Reyes (214)
- 2 Reyes (155)
- 1 Crónicas (191)
- 2 Crónicas (217)
- Esdras (53)
- Nehemías (85)
- Ester (55)
- Job (236)
- Salmos (406)
- Proverbios (111)
- Eclesiastés (44)
- Cantares (19)
- Isaías (362)
- Jeremías (418)
- Lamentaciones (45)
- Ezequiel (458)
- Daniel (87)
- Oseas (66)
- Joel (20)
- Amós (41)
- Abdías (6)
- Jonás (14)
- Miqueas (31)
- Nahúm (8)
- Habacuc (20)
- Sofonías (20)
- Hageo (10)
- Zacarías (42)
- Malaquías (11)
- Mateo (246)
- Marcos (130)
- Lucas (235)
- Juan (175)
- Hechos (308)
- Romanos (183)
- 1 Corintios (139)
- 2 Corintios (130)
- Gálatas (64)
- Efesios (62)
- Filipenses (42)
- Colosenses (40)
- 1 Tesalonicenses (34)
- 2 Tesalonicenses (25)
- 1 Timoteo (29)
- 2 Timoteo (21)
- Tito (10)
- Filemón (13)
- Hebreos (156)
- Santiago (39)
- 1 Pedro (53)
- 2 Pedro (30)
- 1 Juan (17)
- 2 Juan (3)
- 3 Juan (7)
- Judas (11)
- Apocalipsis (88)