'Siervos' en la Biblia
Envíame también del Líbano, madera de cedro, de abeto y de sándalo; porque yo sé que tus siervos saben cortar madera en el Líbano; y he aquí, mis siervos irán con los tuyos,
Y he aquí, para los trabajadores tus siervos, cortadores de madera, daré veinte mil coros de trigo en grano, y veinte mil coros de cebada, y veinte mil batos de vino, y veinte mil batos de aceite.
Ahora, pues, envíe mi señor a sus siervos el trigo, la cebada, el aceite y el vino que ha dicho;
Jehová Dios de Israel, no hay Dios semejante a ti ni en el cielo ni en la tierra, que guardas el pacto y la misericordia a tus siervos que caminan delante de ti con todo su corazón;
entonces escucha tú desde los cielos, y actúa, y juzga a tus siervos, dando la paga al impío, tornándole su proceder sobre su cabeza, y justificando al justo en darle conforme a su justicia.
entonces escucha tú desde los cielos, y perdona el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel, y enséñales el buen camino para que anden en él, y darás lluvia sobre tu tierra, la cual diste por heredad a tu pueblo.
Y de los hijos de Israel no puso Salomón siervos en su obra; porque eran hombres de guerra, y sus príncipes y sus capitanes, y comandantes de sus carros, y su gente de a caballo.
Porque Hiram le había enviado navíos por mano de sus siervos, y marineros diestros en el mar, los cuales fueron con los siervos de Salomón a Ofir, y tomaron de allá cuatrocientos cincuenta talentos de oro, y los trajeron al rey Salomón.
los manjares de su mesa, las sillas de sus siervos, el estado de sus criados, las vestiduras de ellos, sus maestresalas y sus vestiduras, y su escalinata por donde subía a la casa de Jehová, se quedó sin aliento.
Bienaventurados tus hombres, y dichosos estos tus siervos, que están siempre delante de ti, y oyen tu sabiduría.
También los siervos de Hiram y los siervos de Salomón, que habían traído el oro de Ofir, trajeron madera de sándalo, y piedras preciosas.
Y el rey Salomón dio a la reina de Seba todo lo que ella quiso y le pidió, más de lo que ella había traído al rey. Después se volvió y se fue a su tierra con sus siervos.
Porque la flota del rey iba a Tarsis con los siervos de Hiram, y cada tres años solían venir las naves de Tarsis, y traían oro, plata, marfil, simios y pavos reales.
Pero serán sus siervos; para que sepan qué es servirme a mí, y servir a los reinos de las naciones.
Éstos eran siervos del rey, sin contar los que el rey había puesto en las ciudades fortificadas por toda Judá.
Y yéndose de él los sirios, lo dejaron en muchas enfermedades; y conspiraron contra él sus siervos a causa de la sangre de los hijos de Joiada el sacerdote, y le hirieron en su cama, y murió. Y le sepultaron en la ciudad de David, mas no lo sepultaron en los sepulcros de los reyes.
Y sucedió que luego que fue confirmado en el reino, mató a sus siervos que habían matado al rey su padre.
Y ahora habéis determinado sujetar a vosotros a Judá y a Jerusalén por siervos y siervas: mas ¿no habéis vosotros pecado contra Jehová vuestro Dios?
Después de esto Senaquerib rey de los asirios (estando él sobre Laquis y con él todas sus fuerzas), envió sus siervos a Jerusalén, para decir a Ezequías rey de Judá, y a todos los de Judá que estaban en Jerusalén:
Y otras cosas más hablaron sus siervos contra Jehová Dios, y contra su siervo Ezequías.
Y conspiraron contra él sus siervos, y lo mataron en su casa.
Y Safán lo llevó al rey, y le contó el asunto, diciendo: Tus siervos han cumplido todo lo que les fue dado a cargo.
Y los arqueros tiraron al rey Josías flechas; y dijo el rey a sus siervos: Quitadme de aquí, porque estoy herido gravemente.
Entonces sus siervos lo quitaron de aquel carro, y le pusieron en otro segundo carro que tenía, y lo llevaron a Jerusalén, y murió; y le sepultaron en los sepulcros de sus padres. Y todo Judá y Jerusalén hicieron duelo por Josías.
Los que escaparon de la espada, fueron llevados cautivos a Babilonia, y fueron siervos de él y de sus hijos, hasta que vino el reino de Persia;