29 casos

'Tempestad' en la Biblia

Porque me ha quebrado con tempestad, y ha aumentado mis heridas sin causa.

Lo tomará el solano, y partirá; y tempestad lo arrebatará del lugar suyo.

Vendrá nuestro Dios, y no callará; fuego consumirá delante de su presencia, y en derredor suyo habrá tempestad grande.

Antes que vuestras ollas sientan el fuego de las espinas, así vivos, así airado, los arrebate él con tempestad.

Persíguelos así con tu tempestad, y asómbralos con tu torbellino.

Del SEÑOR de los ejércitos serás visitada con truenos, con terremotos y con gran ruido, con torbellino y tempestad, y llama de fuego consumidor.

Pobre, fatigada con tempestad, sin consuelo, he aquí que yo cimentaré tus piedras sobre carbunclo; y sobre zafiros te fundaré.

He aquí que la tempestad del SEÑOR saldrá con furor; y la tempestad que está aparejada, caerá sobre la cabeza de los malos.

Así dijo el SEÑOR de los ejércitos: He aquí que el mal sale de gente en gente, y grande tempestad se levantará de los fines de la tierra.

He aquí, la tempestad del SEÑOR sale con furor, la tempestad que se apareja; sobre la cabeza de los impíos reposará.

Y tú subirás, vendrás como tempestad; como nublado para cubrir la tierra serás tú, y todas tus compañías, y muchos pueblos contigo.

Pero al cabo del tiempo el rey del mediodía se acorneará con él; y el rey del norte levantará contra él tempestad, con carros y gente de a caballo, y muchos navíos; y entrará por las tierras, e inundará, y pasará.

Por tanto, serán como la niebla de la mañana, y como el rocío de la madrugada que se pasa; como el tamo que la tempestad arroja de la era, y como el humo que de la chimenea sale.

Y encenderé fuego en el muro de Rabá, y consumirá sus palacios como con estruendo en día de batalla, como con tempestad en día de torbellino;

El les respondió: Tomadme, y echadme al mar, y el mar se os aquietará; porque yo sé que por mí ha venido esta gran tempestad sobre vosotros.

Horadaste con sus báculos las cabezas de sus villas, que como tempestad acometieron para derramarme; su orgullo era como para devorar al pobre encubiertamente.

Y se levantó una grande tempestad de viento, y echaba las olas en el barco, de tal manera que ya se llenaba.

Pero mientras ellos navegaban, él se durmió. Y sobrevino una tempestad de viento en el lago; y se anegaban de agua , y peligraban.

Mas siendo atormentados de una vehemente tempestad, al siguiente día alijaron;

Porque no os habéis llegado al monte que se podía tocar, y al fuego encendido, y al turbión, y a la oscuridad, y a la tempestad,

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