'Tenían' en la Biblia
pues tenía rebaños de ovejas y vacadas y mucha servidumbre, y los filisteos le tenían envidia.
Así se apareaban los rebaños junto a las varas; y los rebaños tenían crías rayadas, moteadas y manchadas.
Entregaron, pues, a Jacob todos los dioses extranjeros que {tenían} en su poder y los pendientes que {tenían} en sus orejas; y Jacob los escondió debajo de la encina que {había} junto a Siquem.
Y sus hermanos le tenían envidia, mas su padre guardaba la palabra.
Entonces Israel respondió: `` ¿Por qué me han tratado tan mal, informando al hombre que tenían un hermano más?"
Y los hombres tenían miedo porque eran llevados a casa de José y dijeron: Por causa del dinero que fue devuelto en nuestros costales la primera vez hemos sido traídos aquí, para tener pretexto contra nosotros y caer sobre nosotros y tomarnos por esclavos con nuestros asnos.
Y vino José a casa, y ellos le trajeron el presente que tenían en su mano dentro de la casa, y se inclinaron a él hasta tierra.
y los hombres son pastores de ovejas, porque son hombres ganaderos; y han traído sus ovejas y sus vacas, y todo lo que tenían.
Solamente la tierra de los sacerdotes no compró, por cuanto los sacerdotes tenían ración del Faraón, y ellos comían su ración que el Faraón les daba; por eso no vendieron su tierra.
Y mandó Faraón aquel mismo día á los cuadrilleros del pueblo que le tenían á su cargo, y á sus gobernadores, diciendo:
Los capataces los apremiaban, diciendo: ``Acaben sus tareas, {su} tarea diaria, como cuando tenían (había) paja."
Ninguno vio a su prójimo, ni nadie se levantó de su lugar en tres días; mas todos los hijos de Israel tenían luz en sus habitaciones.
Entonces todo el pueblo apartó los zarcillos de oro que tenían en sus orejas, y los trajeron a Aarón,
pues tenían material abundante para hacer toda la obra, y sobraba.
La longitud de una cortina era de veintiocho codos, y la anchura de cuatro codos; todas las cortinas tenían una misma medida.
La longitud de una cortina era de treinta codos, y la anchura de cuatro codos; las once cortinas tenían una misma medida.
Y los querubines tenían extendidas las alas hacia arriba, cubriendo el propiciatorio con sus alas, uno frente al otro; los rostros de los querubines estaban {vueltos} hacia el propiciatorio.
Y las basas de las columnas eran de bronce; los capiteles de las columnas y sus molduras, de plata; y las cubiertas de las cabezas de ellas, de plata; asimismo todas las columnas del atrio tenían molduras de plata.
Por la cuenta de todos los varones de un mes arriba, eran ocho mil seiscientos, que tenían la guarda del santuario.
Y ellos, con todo lo que tenían, descendieron vivos al Seol, y los cubrió la tierra, y perecieron de en medio de la congregación.
De la mitad, pues, para los hijos de Israel, Moisés tomó uno de cada cincuenta, así de las personas como de los animales, y los dio a los levitas, que tenían la guarda del tabernáculo del SEÑOR; como el SEÑOR lo había mandado a Moisés.
Y los hijos de Rubén y los hijos de Gad tenían muchísimo ganado; los cuales viendo la tierra de Jazer y de Galaad, les pareció el lugar, lugar de ganado.
y lo que hizo con Datán y Abiram, hijos de Eliab hijo de Rubén; cómo abrió la tierra su boca, y los tragó a ellos y a sus casas, y sus tiendas, y toda la hacienda que tenían en pie en medio de todo Israel;
además, habéis visto sus abominaciones y los ídolos de madera y de piedra, de plata y de oro, que {tenían} con ellos);
Cuando los hombres de Hai se volvieron y miraron, he aquí, el humo de la ciudad subía al cielo, y no tenían lugar adónde huir, ni por un lado ni por otro, porque el pueblo que iba huyendo hacia el desierto se volvió contra sus perseguidores.
Y el SEÑOR estaba con Judá, quien echó a los de las montañas; mas no pudo echar a los que habitaban en los llanos, los cuales tenían carros herrados.
Después de haber salido, vinieron los siervos y miraron, y he aquí, las puertas de la sala de la terraza tenían pasado el cerrojo, y dijeron: Sin duda está haciendo su necesidad en la sala de verano.
Y llegó Gedeón con los cien hombres que estaban con él a las afueras del campamento, al principio de la guardia de media{noche,} cuando apenas habían apostado la guardia; tocaron las trompetas y rompieron los cántaros que tenían en las manos.
Luego dijo a Zeba y a Zalmuna: ¿Qué manera de hombres tenían aquellos que matasteis en Tabor? Y ellos respondieron: Como tú, tales eran aquellos ni más ni menos, que parecían hijos de rey.
Les dijo también Gedeón: Quisiera pediros que cada uno de vosotros me dé un zarcillo de su botín (pues tenían zarcillos de oro, porque eran ismaelitas).
Este tuvo treinta hijos que cabalgaban sobre treinta asnos, y tenían treinta villas, que se llamaron las villas de Jair hasta hoy, las cuales están en la tierra de Galaad.
Y como los hijos de Amón tenían guerra contra Israel, los ancianos de Galaad fueron para traer a Jefté de tierra de Tob;
Entonces aquellos cinco hombres partieron, y vinieron a Lais; y vieron que el pueblo que habitaba en ella estaba seguro, ocioso y confiado, conforme a la costumbre de los de Sidón; no había nadie en aquella tierra que los perturbara en cosa alguna para poseer aquella tierra; además de esto,estaban lejos de los sidonios, y no tenían negocios con nadie.
Y no hubo quien los defendiera, porque estaban lejos de Sidón, y no tenían comercio con nadie. Y la ciudad estaba en el valle que hay en Bet-rehob. Luego reedificaron la ciudad, y habitaron en ella.
Mas los hombres de Guibeá se levantaron contra mí, y rodearon la casa por la noche por causa mía. Tenían intención de matarme; pero en vez de esto, violaron a mi concubina de tal manera que murió.
Mas los hijos de Eli eran hombres impíos, y no tenían conocimiento de Jehová.
y tenían un afilador para las rejas de arado y para los azadones, y para los tridentes y para las hachas, y para componer las aguijadas.
Así aconteció que el día de la batalla no se halló espada ni lanza en la mano de ninguno del pueblo que estaba con Saúl y con Jonatán, excepto Saúl y Jonatán su hijo, que las tenían.
Y todos los varones de Israel que veían aquel hombre, huían delante de él, y tenían gran temor.
Entonces levantándose David, rasgó sus vestidos, y se echó en tierra, y todos sus siervos tenían rasgados sus vestidos.
sin los principales oficiales de Salomón que estaban sobre la obra, eran tres mil trescientos, los cuales tenían a su cargo el pueblo que hacía la obra.
El otro querubín también {medía} diez codos; ambos querubines tenían la misma medida y la misma forma.
Y puso estos querubines en la casa de adentro; y los querubines tenían las alas extendidas, de modo que el ala de uno tocaba una pared, y el ala del otro querubín tocaba a la otra pared, y las otras dos alas se tocaban la una a la otra en la mitad de la casa.
Y a la entrada del oráculo hizo puertas de madera de olivo; y el umbral y los postes tenían cinco esquinas.
Todas las puertas y los postes {tenían} marcos cuadrados, una ventana frente a la otra en tres filas.
Los capiteles que estaban sobre las columnas tenían forma de lirios como las que se veían en el portal, por cuatro codos.
Los capiteles que estaban sobre las dos columnas tenían también doscientas granadas en dos órdenes alrededor en cada capitel, encima del vientre del capitel, el cual vientre estaba delante del enredado.
La obra de las basas era ésta: tenían unas cintas, las cuales estaban entre molduras;
Cada basa tenía cuatro ruedas de bronce, con ejes de bronce, y sus cuatro patas tenían soportes; debajo de la pila {había} soportes fundidos con guirnaldas a cada lado.
Porque los querubines tenían extendidas las alas sobre el lugar del arca, y así cubrían los querubines el arca y sus varas por encima.
Y Baasa hijo de Ahías, el cual era de la casa de Isacar, hizo conspiración contra él; y lo hirió Baasa en Gibetón, que era de los filisteos; porque Nadab y todo Israel tenían cercado a Gibetón.
Entonces pasó Joram a Zair, y todos sus carros con él. Y aconteció que se levantó de noche y atacó a los edomitas que lo tenían cercado a él y a los capitanes de los carros, pero su ejército huyó a sus tiendas.
Y daban el dinero suficiente en mano de los que hacían la obra, y de los que tenían el cargo de la Casa del SEÑOR; y ellos lo gastaban en pagar a los carpinteros y maestros que reparaban la Casa del SEÑOR,
Vino también Nabucodonosor rey de Babilonia contra la ciudad, cuando sus siervos la tenían cercada.
Y sus hermanos por sus familias, cuando eran contados en sus descendencias, tenían por príncipes a Jeiel y a Zacarías.
Y con ellos por sus generaciones, conforme a sus casas paternas, {fueron} treinta y seis mil tropas del ejército para la guerra, porque tenían muchas mujeres e hijos.
Y sus parientes en sus aldeas {tenían} que entrar cada siete días para {estar} con ellos de tiempo en tiempo;
Porque había en el oficio cuatro de los más poderosos de los porteros, los cuales eran levitas que tenían a su cargo las cámaras, y los tesoros de la Casa de Dios.
Estos moraban alrededor de la Casa de Dios, porque tenían a su cargo la guardia, y tenían el encargo de abrirla todas las mañanas.
Algunos de éstos tenían a su cargo los vasos del ministerio, los cuales se metían por cuenta, y por cuenta se sacaban.
Y algunos de ellos tenían a su cargo la vajilla, y todos los vasos del santuario, de la harina, del vino, del aceite, del incienso, y de las especias.
Y algunos de los hijos de Coat, y de sus hermanos, tenían el encargo de los panes de la proposición, los cuales ponían por orden cada sábado.
De los hijos de Benjamín hermanos de Saúl, tres mil; porque aun en aquel tiempo muchos de ellos tenían la guardia de la casa de Saúl.
Todos estos hombres de guerra, ordenados para guerrear, vinieron con corazón perfecto a Hebrón, para poner a David por rey sobre todo Israel; y asimismo todos los demás de Israel tenían un mismo corazón para poner a David por rey.
y para ofrecer todos los holocaustos al SEÑOR los sábados, nuevas lunas, y solemnidades por la cuenta y forma que tenían, continuamente delante del SEÑOR.
Este Selomit y sus hermanos tenían a su cargo todos los tesoros de todas las cosas santificadas, que había consagrado el rey David, y las cabezas paternas, y los capitanes de los millares y de los cientos, y los príncipes del ejército;
Entonces los príncipes de los padres, y los príncipes de las tribus de Israel, los príncipes de mil y de cien, con los príncipes que tenían a cargo la obra del rey, ofrecieron de su voluntad;
Y todos los que tenían piedras {preciosas} las dieron al tesoro de la casa del SEÑOR a cargo de Jehiel gersonita.
Entonces pasó Joram con sus comandantes, y todos sus carros con él. Y aconteció que se levantó de noche y atacó a los edomitas que lo tenían cercado a él y a los comandantes de los carros.
Juntó luego Amasías a Judá, y les puso tribunos y centuriones según las casas de sus padres por todo Judá y Benjamín; y los tomó por lista a todos los de veinte años para arriba; y fueron hallados en ellos trescientos mil escogidos para salir a la guerra, que tenían lanza y escudo.
Y Ezequías habló al corazón de todos los levitas que tenían buen entendimiento para servir al SEÑOR. Y comieron los sacrificios de la fiesta por siete días, ofreciendo sacrificios pacíficos, y dando gracias al SEÑOR Dios de sus padres.
Asimismo a los hijos de Aarón, los sacerdotes, que estaban en los campos de los ejidos de sus ciudades, por todas las ciudades, los varones nombrados tenían a su cargo dar sus porciones a todos los varones de los sacerdotes, y a todo el linaje de los levitas.
Y apartaron luego parte de los animales que tenían para el holocausto, para dar conforme a los repartimientos por las familias de los del pueblo, a fin de que ofrecieran al SEÑOR, según está escrito en el libro de Moisés: y asimismo apartaron de los bueyes.
También los cantores, los hijos de Asaf, {estaban} en sus puestos conforme a lo ordenado por David, Asaf, Hemán, y Jedutún, vidente del rey; y los porteros en cada puerta no tenían que apartarse de su servicio, porque sus hermanos los levitas preparaban para ellos.
sin sus siervos y siervas, los cuales eran siete mil trescientos treinta y siete; y tenían doscientos cantores y cantoras.
Y asentaron el altar sobre sus basas, porque tenían miedo de los pueblos de las tierras, y ofrecieron sobre él holocaustos al SEÑOR, holocaustos a la mañana y a la tarde.
Entonces dieron dinero a los canteros y a los carpinteros, y alimento, bebida y aceite a los sidonios y a los tirios para que trajeran madera de cedro desde el Líbano por mar hasta Jope, conforme al permiso que tenían de Ciro, rey de Persia.
Todos éstos se habían casado con mujeres extranjeras, y algunos de ellos {tenían} mujeres que {les} habían dado a luz hijos.
Los que edificaban en el muro, y los que llevaban cargas y los que cargaban, con una mano trabajaban en la obra, y en la otra tenían su arma.
Y nosotros trabajábamos en la obra; y la mitad de ellos tenían lanzas desde la subida del alba hasta que salían las estrellas.
sin contar sus siervos y siervas, que {eran} siete mil trescientos treinta y siete; y tenían doscientos cuarenta y cinco cantores y cantoras.
Pero cuando tenían descanso, volvían a hacer lo malo delante de ti; por eso tú los abandonabas en mano de sus enemigos para que los dominaran; y cuando clamaban de nuevo a ti, tú oías desde el cielo y muchas veces los rescataste conforme a tu compasión.
y estaban junto a él Carsena, Setar, Admata, Tarsis, Meres, Marsena y Memucán, los siete príncipes de Persia y Media que tenían entrada a la presencia del rey y que ocupaban los primeros puestos en el reino):
Y en cada provincia donde el mandamiento del rey y su ley llegaba, tenían los judíos grande luto, ayuno, lloro, y lamentación; cilicio y ceniza era la cama de muchos.
o con príncipes que tenían oro, que llenaban sus casas de plata.
Hizo asimismo que tuvieran de ellos misericordia todos los que los tenían cautivos.
Entonces yo me volví y observé todas las opresiones que se cometen bajo el sol: Y {vi} las lágrimas de los oprimidos, Y no tenían quien {los} consolara; En mano de sus opresores estaba el poder, Y no tenían quien {los} consolara.
Los sacerdotes no dijeron: ¿Dónde está el SEÑOR? Y los que tenían la ley no me conocieron; y los pastores se rebelaron contra mí, y los profetas profetizaron por Baal, y anduvieron tras lo que no aprovecha.
Miré a la tierra, y he aquí que {estaba} sin orden y vacía; y a los cielos, y no tenían luz.
Y como el ejército de Faraón hubo salido de Egipto, y vino la noticia de ellos a oídos de los caldeos que tenían cercada a Jerusalén, partieron de Jerusalén.)
Pero Nabuzaradán, capitán de la guardia, hizo quedar en tierra de Judá del vulgo de los pobres que no tenían nada, y les dio entonces viñas y heredades.
En su centro {había} figuras semejantes a cuatro seres vivientes. Y este era su aspecto: tenían forma humana.
Y debajo de sus alas, a sus cuatro lados, tenían manos de hombre; y sus rostros y sus alas por los cuatro lados.
Y la forma de sus caras {era como} la cara de un hombre; los cuatro tenían cara de león a la derecha y cara de toro a la izquierda, y los cuatro tenían cara de águila;
Tales eran sus rostros; y tenían sus alas extendidas por encima, cada uno dos, las cuales se juntaban; y las otras dos cubrían sus cuerpos.
Y el parecer de las ruedas y su hechura parecía de Tarsis (o de Turquesa). Y todas cuatro tenían una misma semejanza: su apariencia y su hechura como es una rueda en medio de otra rueda.
En cuanto a su apariencia, las cuatro tenían la misma semejanza, como si una rueda estuviera dentro de la {otra} rueda.
Las cámaras de la puerta hacia el oriente {eran} tres por cada lado; las tres {tenían} la misma medida. Los pilares a cada lado {tenían} también la misma medida.
Midió también los pilares, {y tenían} 31.5 metros {de altura.} El atrio alrededor de la puerta {se extendía} hasta el pilar lateral.
Sus ventanas, sus pórticos y sus figuras de palmeras {tenían} las mismas medidas de la puerta que daba al oriente; se subía a ella por siete gradas, y su pórtico {estaba} delante de ellas.