22 casos

'Tú' en la Biblia

Y le dijeron: Ciertamente nosotras volveremos contigo a tu pueblo.

Y ella dijo: He aquí tu cuñada se ha vuelto a su pueblo y a sus dioses; vuélvete tras ella.

Y Rut respondió: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque dondequiera que fueres, iré yo; y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios.

Donde murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga el SEÑOR, y así me dé, que sólo la muerte hará separación entre mí y ti.

Ella entonces bajando su rostro se inclinó a tierra, y le dijo: ¿Por qué he hallado gracia en tus ojos para que me conozcas, siendo yo extranjera?

Y respondiendo Booz, le dijo: De cierto me ha sido declarado todo lo que has hecho con tu suegra después de la muerte de tu marido; que dejando a tu padre y a tu madre, y tu tierra natural has venido a pueblo que no conociste llegando hace tres días.

Y ella dijo: Señor mío, halle yo gracia delante de tus ojos; porque me has consolado, y porque has hablado al corazón de tu sierva, no siendo yo ni aun como una de tus criadas.

Y Booz le dijo a la hora de comer: Ven aquí, y come del pan, y moja tu bocado en el vinagre. Y se sentó ella junto a los segadores, y él le dio del potaje, y comió hasta que se sació y le sobró.

¿No es Booz nuestro pariente, con cuyas criadas has estado? He aquí que él avienta la cebada esta noche en la era.

Y cuando él se acostare, repara el lugar donde él se acostare, e irás, y descubrirás los pies, y te acostarás allí; y él te dirá lo que hayas de hacer.

Y ella le respondió: Haré todo lo que me mandares.

Entonces él dijo: ¿Quién eres? Y ella respondió: Yo soy Rut tu sierva; extiende el borde de tu capa sobre tu sierva, porque redentor eres.

Y él dijo: Bendita seas del SEÑOR, hija mía; que has demostrado más misericordia al final que en el comienzo, no yendo tras los jóvenes, sean pobres o ricos.

Ahora pues, no temas, hija mía, yo haré contigo todo lo que dijeres, pues que todos los de la puerta de mi pueblo saben que eres mujer valiente.

Y dijo: Estas seis medidas de cebada me dio, diciéndome: Para que no vayas vacía a tu suegra.

y yo decidí hacértelo saber, y decirte que las tomes delante de los que están aquí sentados, y delante de los ancianos de mi pueblo. Si hubieres de redimir, redime; y si no quisieres redimir, decláramelo para que yo lo sepa; porque no hay otro que redima sino , y yo después de ti. Y el otro respondió: Yo redimiré.

Y respondió el redentor: No puedo redimir para mí; porque por ventura echaría a perder mi heredad; redime , yo te traspaso mi derecho, porque yo no podré redimir.

Entonces el que había traspasado el derecho de redención dijo a Booz: Tómalo . Y diciendo esto descalzó su zapato.

Y dijeron todos los del pueblo que estaban a la puerta con los ancianos: Testigos somos. El SEÑOR haga a la mujer que entra en tu casa como a Raquel y a Lea, las cuales edificaron la casa de Israel; y seas ilustre en Efrata, y tengas nombradía en Belén;

tu casa sea como la casa de Fares, al que Tamar dio a luz a Judá, de la simiente que el SEÑOR te diere de esta joven.

El cual será restaurador de tu alma, y el que te sustentará en tu vejez; pues que tu nuera, la cual te ama, le ha dado a luz; y ella es de más valor para ti que siete hijos.

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