73 Versículo de la Biblia sobre Los muertos
Versículos Más Relevantes
Y aconteció en aquellos días que enfermando, murió; a la cual, después de lavada, la pusieron en un cenadero.
Porque echando este ungüento sobre mi cuerpo, para sepultarme lo ha hecho.
Y mandó José a sus siervos médicos que embalsamaran a su padre; y los médicos embalsamaron a Israel.
Y lo sepultaron en sus sepulcros que él había hecho para sí en la ciudad de David; y lo pusieron en una litera la cual llenaron de aromas y de olores hechos de obra de boticarios, y le hicieron una quema, una quema muy grande.
Entonces el que había estado muerto, salió, atadas las manos y los pies con vendas; y su rostro estaba envuelto en un sudario. Les dice Jesús: Desatadle, y dejadle ir.
El cual compró una sábana, y quitándole, le envolvió en la sábana, y le puso en un sepulcro que estaba cavado en una peña, y revolvió la piedra a la puerta del sepulcro.
Y tomaron el cuerpo de Jesús, y lo envolvieron en lienzos con especias, como es costumbre de los judíos sepultar.
y el sudario, que había sido puesto sobre su cabeza, no puesto con los lienzos, sino envuelto en un lugar aparte.
Y levantándose los jóvenes, le envolvieron, y sacándolo, lo sepultaron.
Les mandó luego, y les dijo: Yo soy congregado con mi pueblo; sepultadme con mis padres en la cueva que está en el campo de Efrón el heteo; en la cueva que está en el campo de Macpela, que está delante de Mamre en la tierra de Canaán, la cual compró Abraham con el mismo campo de Efrón el heteo, para heredad de sepultura.
Y lo enterraron en el término de su posesión en Timnat-sera, que está en el monte de Efraín, al norte del monte de Gaas.
Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga el SEÑOR, y así me dé, que sólo la muerte hará separación entre mí y ti.
Porque cuando David estaba en Edom, y subió Joab el general del ejército a enterrar los muertos, y mató a todos los varones de Edom
Y llevaron a enterrar a Esteban varones píos, e hicieron gran llanto sobre él.
y dijo Josué: ¿Por qué nos has turbado? Túrbete el SEÑOR en este día. Y todos los israelitas los apedrearon, y los quemaron a fuego, después de apedrearlos con piedras;
todos los hombres valientes se levantaron, y anduvieron toda aquella noche, y quitaron el cuerpo de Saúl y los cuerpos de sus hijos del muro de Bet-sán; y viniendo a Jabes, los quemaron allí.
Y su tío tomará a cada uno, y le quemará para sacar los huesos de casa; y dirá al que estará en los rincones de la casa: ¿Hay aún alguno contigo? Y dirá: No. Y dirá aquel : Calla, que no conviene hacer memoria del nombre del SEÑOR.
Dieron los cuerpos de tus siervos por comida a las aves de los cielos; la carne de los tuyos a las bestias de la tierra.
Mas tú echado eres de tu sepulcro como tronco abominable; como vestido de muertos pasados a espada, que descendieron al fondo de la sepultura; como cuerpo muerto hollado.
Y serán los cuerpos muertos de este pueblo para comida de las aves del cielo y de las bestias de la tierra; y no habrá quien las espante.
Y morirán en esta tierra grandes y chicos; no se enterrarán, ni los endecharán, ni se arañarán, ni se mesarán por ellos;
El que tocare cadáver de cualquier persona humana, siete días será inmundo.
ni entrará donde haya alguna persona muerta, ni por su padre, ni por su madre se contaminará.
Todo el tiempo que se apartare al SEÑOR, no entrará a persona muerta.
Del estruendo de su caída hice temblar a los gentiles, cuando lo hice descender a Seol con los que descienden al hoyo; y todos los árboles del Edén escogidos, y los mejores del Líbano, todos los que beben aguas, tomaron consolación en la tierra baja.
Y fue sepultado en su sepulcro en el huerto de Uza, y reinó en su lugar Josías su hijo.
Porque mi alma está harta de males, y mi vida llega al Seol. Soy contado con los que descienden al hoyo, soy como hombre sin fuerza;
¿Qué hombre vivirá y no verá muerte? ¿Librarás su alma de la mano del Seol? (Selah.)
Me rodearon los dolores de la muerte, me encontraron las angustias del Seol; angustia y dolor había yo hallado.
El Seol abajo se espantó de ti; te despertó muertos que en tu venida salieran a recibirte, hizo levantar de sus tronos a todos los príncipes de la tierra, a todos los reyes de los gentiles. Todos ellos darán voces, y te dirán: ¿Tú también enfermaste como nosotros, y como nosotros fuiste?
viéndolo antes, habló de la resurrección del Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción.
Este es su camino, su locura; y sus descendientes corren por el dicho de ellos. (Selah.) Como ovejas son puestos en el Seol; la muerte los pastorea; y los rectos se enseñorearán de ellos por la mañana; y se consumirá su bien parecer en la sepultura desde su morada.
SEÑOR, no sea yo confundido, porque te he invocado; sean confusos los impíos, sean cortados para el Seol.
Porque mi alma está harta de males, y mi vida llega al Seol. Soy contado con los que descienden al hoyo, soy como hombre sin fuerza; librado entre los muertos. Como los muertos que duermen en el sepulcro, que no te acuerdas más de ellos, y que son cortados de tu mano.
Mas acerca de ti mandará el SEÑOR, que nunca más sea sembrado alguno de tu nombre: de la casa de tu dios talaré escultura y estatua de fundición, la haré tu sepulcro; porque fuiste vil.
Mas yo os digo, que cualquiera que se enojare descontroladamente con su hermano, será culpado del juicio; y cualquiera que dijere a su hermano: Raca, será culpado del concejo; y cualquiera que dijere: Fatuo, será culpado del infierno.
Y tú, Capernaum, que eres levantada hasta el cielo, hasta el Hades serás abatida; porque si en los de Sodoma fueran hechas las maravillas que han sido hechas en ti, hubiera quedado hasta el día de hoy.
Y tú, Capernaum, que hasta los cielos estás levantada, hasta el Hades serás abatida.
Mas yo también te digo, que tú eres Pedro una piedra pequeña, y sobre la piedra grande edificaré mi Iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
y el que vivo, y he sido muerto; y he aquí que vivo para siempre jamás, Amén. Y tengo las llaves del Hades y de la muerte.
Y el mar dio los muertos que estaban en él; y la muerte y el Hades dieron los muertos que estaban en ellos; y fue hecho juicio de cada uno según sus obras. Y el Hades y la muerte fueron lanzados en el lago de fuego. Esta es la muerte segunda.
Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si hiciere mi estrado en el Seol, hete allí.
Porque no dejarás mi alma en el Seol; ni darás tu Misericordioso para que vea corrupción.
Oh SEÑOR, hiciste subir mi alma del Seol; me diste vida de mi descendimiento a la sepultura.
Porque tu misericordia es grande sobre mí; y has librado mi alma de lo profundo del Seol.
Envió su palabra, y los curó, y los libró de sus sepulturas.
De la mano del Seol los rescataré, de la muerte los libraré. Oh muerte, yo seré tu mortandad; y seré tu destrucción, oh Seol; arrepentimiento será escondido de mis ojos.
Y dijo: Clamé de mi tribulación al SEÑOR, Y él me oyó; Del vientre del Seol clamé, Y mi voz oíste.
que no dejarás mi alma en el Hades, ni darás a tu Santo que vea corrupción.
Porque la paga del pecado es muerte; mas la gracia de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro.
mas del árbol de la ciencia del bien y del mal, no comerás de él; porque el día que de él comieres, morirás.
El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará la iniquidad del padre, ni el padre llevará la iniquidad del hijo; la justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él.
que habiendo entendido la justicia de Dios, no entendieron que los que hacen tales cosas son dignos de muerte; no sólo los que las hacen, más aun los que consienten a los que las hacen.
Por tanto, de la manera que el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, y la muerte así pasó a todos los hombres en aquel en quien todos pecaron.
Porque la prudencia de la carne es muerte; mas la prudencia del Espíritu, vida y paz;
Y la concupiscencia después que ha concebido, da a luz al pecado; y el pecado, siendo cumplido, engendra muerte.
Mas a los temerosos, e incrédulos, a los abominables, y homicidas, a los fornicarios y hechiceros, y a los idólatras, y a todos los mentirosos, su parte será en el lago ardiendo de fuego y de azufre, que es la muerte segunda.
Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas al alma no pueden matar; temed antes a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.
Entonces dirá también a los que estarán a la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y para sus ángeles;
Si alguno viere pecar a su hermano pecado que no es de muerte, pedirá a Dios, y él le dará vida; digo a los que pecan no de muerte: Hay pecado de muerte, por el cual yo no digo que ruegues. Toda maldad es pecado; mas hay pecado que no es de muerte.
Tampoco, hermanos, queremos que ignoréis acerca de los que duermen. Que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con él a los que durmieron en Jesús.
Dicho esto, les dice después: Lázaro nuestro amigo duerme; mas voy a despertarle del sueño. Le dijeron entonces sus discípulos: Señor, si duerme, salvo estará. Mas esto decía Jesús de la muerte de él; y ellos pensaron que hablaba del sueño de dormir.Leer más.
Entonces, pues, Jesús les dijo claramente: Lázaro ha muerto;
Y si el Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; y aún estáis en vuestros pecados. Entonces también los que durmieron en Cristo son perdidos. Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más miserables de todos los hombres.Leer más.
Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron (es hecho). Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque de la manera que en Adán todos mueren, así también en Cristo todos serán vivificados.
De cierto, de cierto os digo, que el que guardare mi palabra, no verá muerte para siempre.
Le dice Jesús: YO SOY la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?
Por lo cual estoy cierto que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo bajo, ni ninguna criatura nos podrá apartar de la caridad de Dios, que es en Cristo, Jesús, Señor nuestro.
El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias. El que venciere, no recibirá daño de la muerte segunda.
Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad en éstos; antes serán sacerdotes de Dios y del Cristo, y reinarán con él mil años.
Tópicos sobre Los muertos
La resurrección de los Muertos
Mateo 27:52y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron;
la resurrección de los muertos
Hebreos 11:19pensando dentro de sí, que aun de los muertos es Dios poderoso para levantar, por lo cual también le volvió a recibir por figura.
Los muertos se plantea?
Job 14:14Si el hombre muriere, ¿por ventura vivirá? Todos los días de mi edad esperaré, hasta que venga mi transformación.