'Acepta' en la Biblia

y habló a Efrón a oídos del pueblo de aquella tierra, diciendo: Te ruego que me oigas; te daré el precio del campo; acépta{lo} de mí, para que pueda sepultar allí a mi difunta.

Acepta, te ruego, el presente que se te ha traído, pues Dios me ha favorecido, y porque yo tengo mucho. Y le insistió, y él lo aceptó.

Acepta de ellos {estas cosas,} para que sean usadas en el servicio de la tienda de reunión, y las darás a los levitas, a cada uno conforme a su ministerio.

Porque el SEÑOR vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible que no hace acepción de personas ni acepta soborno.

Bendice, oh SEÑOR, sus esfuerzos, y acepta la obra de sus manos; quebranta los lomos de los que se levantan contra él y de los que lo odian, para que no se levanten {más.}

{el que} su dinero no da a interés, ni acepta soborno contra el inocente. El que hace estas cosas permanecerá firme.

El hijo sabio {acepta} la disciplina de {su} padre, pero el escarnecedor no escucha la reprensión.

Pobreza y vergüenza {vendrán} al que menosprecia la instrucción, mas el que acepta la reprensión será honrado.

El necio rechaza la disciplina de su padre, mas el que acepta la reprensión es prudente.

Escucha el consejo y acepta la corrección, para que seas sabio el resto de tus días.

El rey con la justicia afianza la tierra, pero el hombre que acepta soborno la destruye.

Así dice el SEÑOR de este pueblo: ¡Cómo les ha gustado vagar! No han refrenado sus pies. El SEÑOR, pues, no los acepta; ahora se acordará El de su iniquidad y castigará sus pecados.

Tomad con vosotros palabras, y volveos al SEÑOR. Decidle: Quita toda iniquidad, y acépta{nos} bondadosamente, para que podamos presentar el fruto de nuestros labios.

Y esta otra cosa hacéis: cubrís el altar del SEÑOR de lágrimas, llantos y gemidos, porque El ya no mira la ofrenda ni {la} acepta {con} agrado de vuestra mano.

Pero el hombre natural no acepta las cosas del Espíritu de Dios, porque para él son necedad; y no las puede entender, porque se disciernen espiritualmente.

Porque si hay buena voluntad, se acepta según lo que se tiene, no según lo que no se tiene.

Escribí algo a la iglesia, pero Diótrefes, a quien le gusta ser el primero entre ellos, no acepta lo que decimos.