53 Versículo de la Biblia sobre Autocontrol
Versículos Más Relevantes
El loco da rienda suelta a todo su espíritu; mas el sabio al fin lo sosiega.
Los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel: Para conocer sabiduría y castigo; para entender las razones prudentes; para recibir el castigo de prudencia, justicia, juicio y equidad;Leer más.
para dar prudencia a los simples, y a los jóvenes inteligencia y consejo. Si el sabio los oyere, aumentará la doctrina; y el entendido adquirirá consejo;
Mas el fruto del Espíritu es: caridad, gozo, paz, tolerancia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
Porque la gracia de Dios que trae salvación, se manifestó a todos los hombres. Enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo templada, justa, y píamente,
Conviene, pues, que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, vigilante, templado, de afectos mundanos mortificados, hospedador, apto para enseñar;
sino hospedador, amador de los buenos, templado, justo, santo, continente;
Que los viejos sean templados, venerables, prudentes, sanos en la fe, en la caridad, en la tolerancia.
Vosotros también, poniendo toda diligencia en esto mismo, mostrad en vuestra fe, virtud; y en la virtud, ciencia; y en la ciencia, templanza; y en la templanza, paciencia; y en la paciencia, temor de Dios; y en el temor de Dios, amor fraternal; y en el amor fraternal, caridad.Leer más.
Porque si en vosotros hay estas cosas, y abundan, no os dejarán estar ociosos, ni estériles en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no tiene estas cosas, es ciego, y anda tentando el camino con la mano, habiendo olvidado de la purgación de sus antiguos pecados.
Así que, yo de esta manera corro, no como a cosa incierta; de esta manera peleo, no como quien hiere el aire; antes sujeto mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre; para que predicando a los otros, no me haga yo reprobado.
Mas, si a alguno parece cosa fea en su hija, que pase ya de edad, y que así conviene que se haga, haga lo que quisiere, no peca; cásese. Pero el que está firme en su corazón, y no tiene necesidad, sino que tiene libertad de su voluntad, y determinó en su corazón esto, el guardar su hija, bien hace. Así que, el que la da en casamiento, bien hace; y el que no la da en casamiento, hace mejor.
Porque la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; que cada uno de vosotros sepa tener su vaso en santificación y honestidad; no con afecto de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios:Leer más.
que ninguno oprima, ni calumnie en nada a su hermano; porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y protestado. Porque no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación.
Por lo cual, teniendo los lomos de vuestro entendimiento ceñidos con templanza, esperad perfectamente en la gracia que os es presentada cuando Jesús el Cristo, os es manifestado,
Por tanto, no durmamos como los demás; antes velemos y seamos sobrios. Porque los que duermen, de noche duermen; y los que están borrachos, de noche están borrachos. Mas nosotros, que somos hijos del día, estemos sobrios, vestidos de cota de fe y de caridad, y la esperanza de la salud por yelmo.
Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, templados, y velad en oración.
Sed templados, y velad; porque vuestro adversario el diablo, cual león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;
Pon, oh SEÑOR, guarda a mi boca; guarda la puerta de mis labios.
Por esto, hermanos míos amados, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;
Tú has probado mi corazón, me has visitado de noche; me has refinado, y nada inicuo hallaste; lo que pensé, no pasó mi boca.
El corazón del sabio hace prudente su boca; y con sus labios aumenta la doctrina.
El que guarda su boca y su lengua, su alma guarda de angustias.
Hermanos míos, no os hagáis muchos maestros, sabiendo que recibiremos mayor condenación. Porque todos ofendemos en muchas cosas. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, que también puede con freno gobernar todo el cuerpo. He aquí, nosotros ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, y gobernamos todo su cuerpo.Leer más.
Mirad también las naves, siendo tan grandes, y siendo llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por dondequiera que quisiere la gana del que gobierna. Así también, la lengua es un miembro pequeñito, y se gloría de grandes cosas. He aquí, un pequeño fuego ¡cuán grande bosque enciende! Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. Así es la lengua entre nuestros miembros que contamina todo el cuerpo, e inflama el curso de nuestro naturaleza, y es inflamada del infierno. Porque toda naturaleza de bestias fieras, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma, y es domada por el ser humano; pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, y está llena de veneno mortal. Con ella bendecimos al Dios, y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, los cuales son hechos a la semejanza de Dios. De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, no conviene que estas cosas sean así hechas. ¿Echa alguna fuente por una misma abertura agua dulce y amarga? Hermanos míos, ¿puede la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así ninguna fuente puede dar agua salada y dulce.
Mas yo os digo: No resistáis con mal; antes a cualquiera que te hiriere en tu mejilla diestra, vuélvele también la otra; y al que quisiere ponerte a pleito y tomarte tu ropa, déjale también la capa;
Mas a vosotros los que oís, digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen; Bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian. Y al que te hiriere en la mejilla, dale también la otra; y al que te quitare la capa, ni aun el sayo le defiendas.
Vosotros siervos, estad sujetos con todo temor a vuestros amos; no solamente a los buenos y humanos, sino también a los injustos. Porque esto es debido a la gracia, si alguno a causa de la conciencia que tiene delante de Dios, sufre molestias padeciendo injustamente. Porque ¿qué gloria es, si pecando vosotros sois abofeteados, y lo sufrís? Mas si haciendo bien sois afligidos, y lo sufrís, esto ciertamente es debido a la gracia de Dios.Leer más.
Porque para esto sois llamados; pues que también el Cristo fue afligido por nosotros, dejándonos ejemplo, para que vosotros sigáis sus pisadas; el cual no hizo pecado; ni fue hallado engaño en su boca; quien cuando le maldecían no retornaba maldición, y cuando padecía, no amenazaba, sino remitía la causa al que juzga justamente;
Y aconteció después de esto, que la mujer de su señor alzó sus ojos sobre José, y dijo: Duerme conmigo. Y él no quiso, y dijo a la mujer de su señor: He aquí que mi señor no se preocupa conmigo de lo que hay en casa, y ha puesto en mi mano todo lo que tiene. No hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por cuanto tú eres su mujer, ¿cómo, pues, haría yo este grande mal y pecaría contra Dios?Leer más.
Y fue que hablando ella a José cada día, y no escuchándola él para acostarse al lado de ella, para estar con ella. Aconteció que entró él un día en casa para hacer su oficio, y no había nadie de los de casa allí en casa. Y ella lo asió por su ropa, diciendo: Duerme conmigo. Entonces él dejó su ropa en manos de ella, y huyó, y salió fuera.
Y cuando Saúl volvió de los filisteos, le dieron aviso diciendo: He aquí que David está en el desierto de En-gadi. Y tomando Saúl tres mil hombres escogidos de todo Israel, fue en busca de David y de los suyos, por las cumbres de los peñascos de las cabras monteses. Y cuando llegó a una majada de ovejas en el camino, donde había una cueva, entró Saúl en ella a hacer sus necesidades; y David y los suyos estaban sentados a los lados de la cueva.Leer más.
Entonces los de David le dijeron: He aquí el día que te ha dicho el SEÑOR: He aquí que yo entrego tu enemigo en tus manos, y harás con él como te pareciere. Y se levantó David, y calladamente cortó la orilla de la ropa de Saúl. Después de lo cual el corazón de David le hirió, porque había cortado la orilla de la ropa de Saúl. Y dijo a los suyos: El SEÑOR me guarde de hacer tal cosa contra mi señor, el ungido del SEÑOR, que yo extienda mi mano contra él; porque es ungido del SEÑOR. Así quebrantó David a los suyos con palabras, y no les permitió que se levantaran contra Saúl. Y Saúl, saliendo de la cueva, se fue su camino.
David, pues, y Abisai vinieron al pueblo de noche; y he aquí Saúl que estaba tendido durmiendo en la trinchera, y su lanza hincada en tierra a su cabecera; y Abner y el pueblo estaban alrededor de él tendidos. Entonces dijo Abisai a David: Hoy ha entregado Dios a tu enemigo en tus manos; ahora, pues, lo heriré presto con la lanza, y lo enclavaré en la tierra de un golpe, y no segundaré. Y David respondió a Abisai: No le mates; porque ¿quién extendió su mano contra el ungido del SEÑOR, y fue inocente?Leer más.
Dijo además David: Vive el SEÑOR, que si el SEÑOR no lo hiriere, o que su día llegue para que muera, o que descendiendo en batalla perezca, me guarde el SEÑOR de extender mi mano contra el ungido del SEÑOR; pero toma ahora la lanza que está a su cabecera, y la botija del agua, y vámonos. Se llevó, pues, David la lanza y la botija de agua de la cabecera de Saúl, y se fueron; que no hubo nadie que viera, ni supiera, ni velara, pues todos dormían; porque un profundo sueño enviado del SEÑOR había caído sobre ellos.
Entonces Abisai hijo de Sarvia, dijo al rey: ¿Por qué maldice este perro muerto a mi señor el rey? Yo te ruego que me dejes pasar, y le quitaré la cabeza. Y el rey respondió: ¿Qué tengo yo con vosotros, hijos de Sarvia? El maldice así, porque el SEÑOR le ha dicho que maldiga a David; ¿quién pues le dirá: Por qué lo haces así?
Hice pacto con mis ojos; ¿cómo, pues, había yo de mirar a una virgen?
Angustiado él, y afligido, no abrió su boca. Como oveja, fue llevado al matadero; y como cordero delante de sus trasquiladores enmudeció; y no abrió su boca.
Mas él callaba, y nada respondía. El sumo sacerdote le volvió a preguntar, y le dijo: ¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito?
Entonces los soldados del gobernador llevaron a Jesús al pretorio, y juntaron a él toda la cuadrilla; y desnudándole, le echaron encima un manto de grana; y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha; e hincando la rodilla delante de él, le burlaban, diciendo: ¡Hallas gozo, rey de los Judíos!Leer más.
Y escupiendo en él, tomaban la caña, y le herían en su cabeza.
y trabajamos, obrando con nuestras manos; nos maldicen, y bendecimos; padecemos persecución, y sufrimos; somos blasfemados, y rogamos; hemos venido a ser como la basura de este mundo, inmundicias de todos hasta ahora.
¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, mas uno lleva el premio? Corred pues de tal manera que lo toméis. Y todo aquel que lucha, en todo demuestra templanza; y ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible; mas nosotros, una incorruptible. Así que, yo de esta manera corro, no como a cosa incierta; de esta manera peleo, no como quien hiere el aire;Leer más.
antes sujeto mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre; para que predicando a los otros, no me haga yo reprobado.
La boca del loco es quebrantamiento para sí, y sus labios son lazos para su alma.
Así dijo el SEÑOR a este pueblo: Así amaron moverse, ni detuvieron sus pies; por tanto, el SEÑOR no los tiene en su voluntad; ahora se acordará de la iniquidad de ellos, y visitará su pecado.
al día siguiente aconteció que el espíritu malo de parte de Dios tomó a Saúl, y profetizaba dentro de su casa; y David tañía con su mano como los otros días, y estaba una lanza a mano de Saúl. Y arrojó Saúl la lanza, diciendo: Enclavaré a David en la pared. Y dos veces se apartó de él David.
Y David envió a Tamar a su casa, diciendo: Ve ahora a casa de Amnón tu hermano, y hazle de comer. Entonces fue Tamar a casa de su hermano Amnón, el cual estaba acostado; tomó harina, amasó e hizo hojuelas delante de él, y las aderezó. Tomó luego la sartén, y las sacó delante de él; mas él no quiso comer. Y dijo Amnón: Echad fuera de aquí a todos. Y todos se salieron de allí.Leer más.
Entonces Amnón dijo a Tamar: Trae la comida a la alcoba, para que yo coma de tu mano. Y tomando Tamar las hojuelas que había aderezado, las llevó a su hermano Amnón a la alcoba. Y cuando ella se las puso delante para que comiera, él la asió con fuerza, diciéndole: Ven, hermana mía acuéstate conmigo. Ella entonces le respondió: No, hermano mío, no me hagas fuerza; porque no se hace así en Israel. No hagas tal locura. Porque, ¿dónde iría yo con mi deshonra? Y aun tú serías estimado como uno de los locos de Israel. Te ruego, pues, ahora que hables al rey, que no me negará a ti. Mas él no la quiso oír; antes pudiendo más que ella la forzó, y se echó con ella.
También le irritaron en las aguas de Meriba; e hizo mal a Moisés por causa de ellos; porque hicieron rebelar a su espíritu, como lo expresó con sus labios.
Hijo mío, si salieres fiador por tu amigo, si prometiste al extraño, enlazado eres con las palabras de tu boca, y preso con las razones de tu boca. Haz esto ahora, hijo mío, y líbrate, porque has caído en la mano de tu prójimo; ve, humíllate, y esfuerza tu prójimo.
Sin visión profética el pueblo perecerá; mas el que guarda la ley es bienaventurado.
Y disertando él de la justicia, y del dominio propio, y del juicio venidero, espantado Félix, respondió: Ahora vete, mas cuando tenga oportunidad te llamaré.
Por lo cual también Dios los entregó a las concupiscencias de sus corazones para inmundicia, para que contaminaran sus cuerpos entre sí mismos; los cuales mudaron la verdad de Dios en mentira, honrando y sirviendo a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén. Por lo cual Dios los entregó a afectos vergonzosos; pues aun sus mujeres mudaron el natural uso en el uso que es contra naturaleza;Leer más.
y del mismo modo también los machos, dejando el uso natural de las hembras, se encendieron en sus concupiscencias los unos con los otros, cometiendo cosas nefandas machos con machos, y recibiendo en sí mismos la recompensa que provino de su error. Y como a ellos no les pareció tener a Dios en cuenta, Dios los entregó a perverso entendimiento, para que hicieran lo que no conviene, atestados de toda iniquidad, de fornicación, de malicia, de avaricia, de maldad, llenos de envidia, de homicidios, de contiendas, de engaños, de malignidades, murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia;
No os defraudéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos en ayuno y oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia.
Y si no tienen don de continencia, cásense; que mejor es casarse que quemarse.
Las cuales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto a la voluntad y humildad, y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne.
Mas éstos, diciendo mal de las cosas que no entienden, (como animales naturales sin razón, que naturalmente son hechas para presa y destrucción), perecerán en su perdición, Recibiendo el galardón de su injusticia, ya que estiman por delicia poder gozar de deleites cada día. Estos son suciedades y manchas, los cuales comiendo con vosotros, juntamente se recrean en sus engaños; teniendo los ojos llenos de adulterio, y no saben cesar de pecar; cebando las almas inconstantes; teniendo el corazón ejercitado en codicias, siendo hijos de maldición;
El que guarda su boca guarda su alma; mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad.
No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, para que lo obedezcáis en sus concupiscencias;
Mas el fruto del Espíritu es: caridad, gozo, paz, tolerancia, benignidad, bondad, fe,
Mejor es el que tarde se aíra que el fuerte; y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad.
El que venciere, recibirá todas las cosas por heredad; y yo seré su Dios, y él será mi hijo.
Y los espíritus de los que profetizaren, son sujetos a los profetas;