'Al' en la Biblia
mas si os volviereis a mí, y guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra. Si fuere vuestro lanzamiento hasta el cabo de los cielos, de allí los juntaré; y los traeré al lugar que escogí para hacer habitar allí mi nombre.
Ruégote, oh Jehová, esté ahora atento tu oído á la oración de tu siervo, y la oración de tus siervos, quienes desean temer tu nombre: y ahora concede hoy próspero suceso á tu siervo, y dale gracia delante de aquel varón. Porque yo servía de copero al rey.
Y fue en el mes de Nisán, en el año veinte del rey Artajerjes, que estando ya el vino delante de él, tomé el vino, y lo di al rey. Y como yo no había estado antes triste en su presencia,
Y dije al rey: El rey viva para siempre. ¿Cómo no estará triste mi rostro, cuando la ciudad, casa de los sepulcros de mis padres, está desierta, y sus puertas consumidas del fuego?
Y me dijo el rey: ¿Qué cosa pides? Entonces oré al Dios de los cielos,
y dije al rey: Si al rey place, y si agrada tu siervo delante de ti, que me envíes a Judá, a la ciudad de los sepulcros de mis padres, y la reedificaré.
Entonces el rey me dijo (y la reina estaba sentada junto a él): ¿Hasta cuándo será tu viaje, y cuándo volverás? Y el asunto agradó al rey, y me envió, y yo le señalé el tiempo.
Además dije al rey: Si al rey place, que se me den cartas para los capitanes del otro lado del río, que me franqueen el paso hasta que llegue a Judá;
y una carta para Asaf, guarda del bosque del rey, a fin de que me dé madera para hacer las vigas de las puertas de la fortaleza que está junto al templo, para la muralla de la ciudad y para la casa a la cual iré. Y el rey me {lo} concedió, porque la mano bondadosa de mi Dios {estaba} sobre mí.
Pasé luego a la puerta de la Fuente, y al estanque del Rey; mas no había lugar por donde pasara la bestia en que iba.
Y junto a ellos restauró Meremot hijo de Urías, hijo de Cos, y al lado de ellos, restauró Mesulam hijo de Berequías, hijo de Mesezabeel. Junto a ellos restauró Sadoc hijo de Baana.
Y junto a ellos restauró Uziel hijo de Harhaía, de los refinadores; junto al cual restauró también Hananías, hijo de Haracahim (un perfumero). Y restauraron a Jerusalén hasta el muro ancho.
Y junto a él Ezer, hijo de Jesúa, oficial de Mizpa, reparó otra sección, enfrente de la subida al arsenal del Angulo.
Palal, hijo de Uzai, {hizo reparaciones} frente al Angulo y la torre que sobresale de la casa alta del rey, que está junto al atrio de la guardia. Después de él {hizo reparaciones} Pedaías, hijo de Faros.
Y los netineos estuvieron en Ofel (la fortaleza) hasta enfrente de la puerta de las Aguas al oriente, y la torre que sobresale.
entonces aposté {hombres} en las partes más bajas del lugar, detrás de la muralla y en los sitios descubiertos; aposté al pueblo por familias con sus espadas, sus lanzas y sus arcos.
Después miré, y me levanté, y dije a los principales y a los magistrados, y al resto del pueblo: No temáis delante de ellos; acordaos del Señor grande y terrible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y por vuestras hijas, por vuestras mujeres y por vuestras casas.
Y sucedió que cuando oyeron nuestros enemigos que lo habíamos entendido, Dios disipó el consejo de ellos, nos volvimos todos al muro, cada uno a su obra.
Cada uno de los que reedificaban tenía ceñida al lado su espada mientras edificaba. El que tocaba la trompeta {estaba} junto a mí.
Y dije a los principales, y a los magistrados y al resto del pueblo: La obra es grande y larga, y nosotros estamos apartados en el muro, lejos los unos de los otros.
También dije entonces al pueblo: Cada uno con su criado se quede dentro de Jerusalén, y hágannos de noche centinela, y de día a la obra.
Además sacudí mi vestido, y dije: Así sacuda Dios de su casa y de su hacienda a todo varón que no cumpliere esto, y así sea sacudido y vacío. Y respondió toda la congregación: ¡Amén! Y alabaron al SEÑOR. Y el pueblo hizo conforme a esta promesa.
Mas los primeros capitanes que fueron antes de mí, cargaron al pueblo, y tomaron de ellos por el pan y por el vino sobre cuarenta siclos de plata; a más de esto, sus criados se enseñoreaban sobre el pueblo; pero yo no hice así, a causa del temor de Dios.
Entonces dije: ¿Un hombre como yo ha de huir? ¿Y quién hay como yo que entre al templo y viva? No entraré.
puse al frente de Jerusalén a mi hermano Hananí y a Hananías, comandante de la fortaleza, porque éste {era} hombre fiel y temeroso de Dios más que muchos;
Entonces mi Dios puso en mi corazón reunir a los nobles, a los oficiales y al pueblo para que fueran inscritos por genealogías. Y encontré el libro de la genealogía de los que habían subido primero, y hallé escrito en él:
Se reunió todo el pueblo como un solo hombre en la plaza que {estaba} delante de la puerta de las Aguas, y pidieron al escriba Esdras que trajera el libro de la ley de Moisés que el SEÑOR había dado a Israel.
Y leyó en el libro delante de la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, desde el alba hasta el mediodía, en presencia de varones y mujeres y entendidos; y los oídos de todo el pueblo estaban atentos al libro de la ley.
Bendijo entonces Esdras al SEÑOR, Dios grande. Y todo el pueblo respondió, ¡Amén! ¡Amén! alzando sus manos; y se humillaron, y adoraron al SEÑOR inclinados a tierra.
Y Jesúa, Bani, Serebías, Jamín, Acub, Sabetai, Hodías, Maasías, Kelita, Azarías, Jozabed, Hanán, y Pelaía, levitas, hacían callar al pueblo para que la ley se entendiera; y el pueblo estaba en su lugar.
Y Nehemías el Tirsata, el sacerdote Esdras, escriba, y los levitas que hacían atento al pueblo, dijeron a todo el pueblo: Día santo es al SEÑOR nuestro Dios; no os entristezcáis, ni lloréis; porque todo el pueblo lloraba oyendo las palabras de la ley.
Y al día siguiente se juntaron los príncipes de las familias de todo el pueblo, sacerdotes, y levitas, a Esdras escriba, para entender las palabras de la ley.
y que hicieran saber, y pasar pregón por todas sus ciudades y por Jerusalén, diciendo: Salid al monte, y traed ramos de oliva, ramos de pino, ramos de arrayán, ramos de palmas, y ramos de todo árbol espeso, para hacer cabañas como está escrito.
Y leyó Esdras en el libro de la ley de Dios cada día, desde el primer día hasta el postrero; e hicieron la fiesta por siete días, y al octavo día asamblea solemne, según la ordenanza.
Y puestos de pie en su lugar, leyeron en el libro de la ley de su Dios la cuarta parte del día, y la cuarta parte confesaron y adoraron al SEÑOR su Dios.
Se levantaron luego sobre la grada de los levitas, Jesúa, Bani, Cadmiel, Sebanías, Buni, Serebías, Bani, y Quenani, y clamaron en voz alta al SEÑOR su Dios.
Y dijeron los levitas, Jesúa, Cadmiel, Bani, Hasabnías, Serebías, Hodías, Sebanías y Petaías: Levantaos, bendecid al SEÑOR vuestro Dios eternalmente; y bendiga el nombre de tu gloria; alto sobre toda bendición y alabanza.
Tú viste la aflicción de nuestros padres en Egipto, y escuchaste su clamor junto al mar Rojo.
También nos imponemos la obligación de contribuir con un tercio de un siclo al año para el servicio de la casa de nuestro Dios:
y Matanías hijo de Micaía, hijo de Zabdi, hijo de Asaf, el principal, el que empezaba las alabanzas y acción de gracias al tiempo de la oración; y Bacbuquías el segundo de entre sus hermanos; y Abda hijo de Samúa, hijo de Galal, hijo de Jedutún.
Las cabezas de los levitas: Hasabías, Serebías, Jesúa hijo de Cadmiel, y sus hermanos delante de ellos, para alabar y para rendir gracias, conforme al estatuto de David varón de Dios, guardando su turno.
Y se purificaron los sacerdotes y los levitas; y purificaron al pueblo, y las puertas, y el muro.
Y a la puerta de la Fuente, y delante de ellos, subieron por las gradas de la ciudad de David, por la subida del muro, desde la casa de David hasta la puerta de las Aguas al oriente.
Y guardaban la observancia de su Dios, y la observancia de la purificación, y los cantores y los porteros, conforme al estatuto de David y de Salomón su hijo.
Mas a todo esto, yo no estaba en Jerusalén; porque el año treinta y dos de Artajerjes rey de Babilonia, vine al rey; y al cabo de días fui enviado del rey.
y vine a Jerusalén y me enteré del mal que Eliasib había hecho por {favorecer a} Tobías, al prepararle un aposento en los atrios de la casa de Dios.
Y puse al frente de los almacenes al sacerdote Selemías, al escriba Sadoc, y a Pedaías, uno de los levitas; además de éstos estaba Hanán, hijo de Zacur, hijo de Matanías; porque se les consideraba dignos de confianza, y su responsabilidad {era} repartir {las raciones} a sus parientes.
¿No hicieron lo mismo vuestros padres, y nuestro Dios trajo sobre nosotros y sobre esta ciudad toda esta aflicción? Vosotros, pues, aumentáis {su} furor contra Israel al profanar el día de reposo.
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