'Alma' en la Biblia
Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a Aquél que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.
He aquí mi siervo, a quien he escogido: Mi amado, en quien se agrada mi alma: Pondré mi Espíritu sobre Él, y a los gentiles anunciará juicio.
Porque, ¿qué aprovechará el hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? O, ¿qué recompensa dará el hombre por su alma?
Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
Entonces Él les dijo: Mi alma está muy triste hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.
Porque ¿qué aprovechará el hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?
¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?
Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y con todas tus fuerzas. Éste es el principal mandamiento.
Y el amarle con todo el corazón, y con todo el entendimiento, y con toda el alma, y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a sí mismo, es más que todos los holocaustos y sacrificios.
Y les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí y velad.
Entonces María dijo: Mi alma engrandece al Señor;
(Y una espada traspasará también tu misma alma), para que sean revelados los pensamientos de muchos corazones.
Y él respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.
y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes almacenados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate.
Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?
Y le rodearon los judíos y le dijeron: ¿Hasta cuándo nos has de turbar el alma? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente.
Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? ¡Padre, sálvame de esta hora! Mas para esto he venido a esta hora.
Porque no dejarás mi alma en el infierno, ni permitirás que tu Santo vea corrupción.
viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el infierno, ni su carne vio corrupción.
Y será, que toda alma que no oyere a aquel Profeta, será desarraigada del pueblo.
Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común.
confirmando el alma de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe; y diciéndoles que es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios
Toda alma sométase a las potestades superiores; porque no hay potestad sino de Dios; y las potestades que hay, de Dios son ordenadas.
Y así está escrito: El primer hombre Adán fue hecho un alma viviente; el postrer Adán, un espíritu vivificante.
Mas yo invoco a Dios por testigo sobre mi alma, que por ser indulgente con vosotros no he pasado todavía a Corinto.
Y el mismo Dios de paz os santifique enteramente; y que todo vuestro espíritu y alma y cuerpo sean guardados irreprensibles para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más penetrante que toda espada de dos filos, y penetra hasta partir el alma y el espíritu, y las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
La cual tenemos como ancla del alma, segura y firme, y que penetra hasta dentro del velo;
Mas el justo vivirá por fe; y si retrocediere, no agradará a mi alma.
Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que creen para salvación del alma.
sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados.
Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de las concupiscencias carnales que batallan contra el alma;
(porque este justo, morando entre ellos, afligía cada día su alma justa, viendo y oyendo los hechos inicuos de ellos).
Amado, mi oración es que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.
Y los frutos codiciados de tu alma se han ido de ti; y todas las cosas suntuosas y espléndidas se han ido de ti, y nunca más las hallarás.