'Amaba' en la Biblia
Y amó Isaac a Esaú, porque comía de su caza; pero Rebeca amaba a Jacob.
Así sirvió Jacob por Raquel siete años; y le parecieron como pocos días porque la amaba.
Y amaba Israel a José más que a todos sus hijos, porque le había tenido en su vejez; y le hizo una túnica de muchos colores.
Y viendo sus hermanos que su padre lo amaba más que a todos sus hermanos, le aborrecían, y no le podían hablar pacíficamente.
Mas Jehová tu Dios no quiso oír a Balaam; y Jehová tu Dios te cambió la maldición en bendición, porque Jehová tu Dios te amaba.
Mas a Ana daba una porción escogida; porque amaba a Ana, aunque Jehová había cerrado su matriz.
E hicieron alianza Jonatán y David, porque él le amaba como a su propia alma.
Mas todo Israel y Judá amaba a David, porque él salía y entraba delante de ellos.
Mas Mical la otra hija de Saúl amaba a David; y fue dicho a Saúl, y le pareció bien a sus ojos.
Pero Saúl, viendo y considerando que Jehová estaba con David, y que su hija Mical lo amaba,
Pero Jonatán, hijo de Saúl, amaba a David en gran manera. Y Jonatán dio aviso a David, diciendo: Saúl mi padre procura matarte; por tanto, mira ahora por ti hasta la mañana, y quédate en un lugar secreto, y escóndete.
Y Jonatán hizo jurar de nuevo a David, porque le amaba, porque le amaba como a su propia alma.
Todos mis amigos íntimos me aborrecieron; y los que yo amaba, se volvieron contra mí.
He dejado mi casa, desamparé mi heredad, he entregado lo que amaba mi alma en manos de sus enemigos.
Y amaba Jesús a Marta, y a su hermana, y a Lázaro.
Dijeron entonces los judíos: ¡Mirad cuánto le amaba!
Y uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba, estaba recostado en el pecho de Jesús.
Y cuando Jesús vio a su madre, y al discípulo a quien Él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo.
Entonces corrió, y vino a Simón Pedro, y al otro discípulo, a quien amaba Jesús, y les dijo: Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto.
Entonces aquel discípulo, a quien Jesús amaba, dijo a Pedro: ¡Es el Señor! Y cuando Simón Pedro oyó que era el Señor, se ciñó su ropa (porque estaba desnudo), y se echó al mar.
Entonces Pedro, volviéndose, ve a aquel discípulo al cual Jesús amaba, que los seguía, el que también se había recostado en su pecho en la cena, y le había dicho: Señor, ¿quién es el que te va a entregar?