'Aquel' en la Biblia
Y dijo David á aquel mancebo que le daba las nuevas: ¿Cómo sabes que Saúl es muerto, y Jonathán su hijo?
Y David dijo á aquel mancebo que le había traído las nuevas: ¿De dónde eres tú? Y él respondió: Yo soy hijo de un extranjero, Amalecita.
Y cada uno echó mano de la cabeza de su compañero, y metióle su espada por el costado, cayendo así á una; por lo que fué llamado aquel lugar, Helcath-assurim, el cual está en Gabaón.
Y hubo aquel día una batalla muy recia, y Abner y los hombres de Israel fueron vencidos de los siervos de David.
Y no queriendo él irse, hiriólo Abner con el regatón de la lanza por la quinta costilla, y salióle la lanza por las espaldas, y cayó allí, y murió en aquel mismo sitio. Y todos los que venían por aquel lugar donde Asael había caído y estaba muerto, se par
Y todo el pueblo y todo Israel entendieron aquel día, que no había venido del rey que Abner hijo de Ner muriese.
Y dijo David aquel día: ¿Quién llegará hasta las canales, y herirá al Jebuseo, y á los cojos y ciegos, á los cuales el alma de David aborrece? Por esto se dijo: Ciego ni cojo no entrará en casa.
Y vino David á Baal-perasim, y allí los venció David, y dijo: Rompió Jehová mis enemigos delante de mí, como quien rompe aguas. Y por esto llamó el nombre de aquel lugar Baal-perasim.
Y entristecióse David por haber herido Jehová á Uzza: y fué llamado aquel lugar Pérez-uzza, hasta hoy.
Y temiendo David á Jehová aquel día, dijo: ¿Cómo ha de venir á mí el arca de Jehová?
Y David dijo á Uría: Estáte aquí aún hoy, y mañana te despacharé. Y quedóse Uría en Jerusalem aquel día y el siguiente.
Y vino uno de camino al hombre rico; y él no quiso tomar de sus ovejas y de sus vacas, para guisar al caminante que le había venido, sino que tomó la oveja de aquel hombre pobre, y aderezóla para aquél que le había venido.
Entonces se encendió el furor de David en gran manera contra aquel hombre, y dijo á Nathán: Vive Jehová, que el que tal hizo es digno de muerte.
Entonces dijo Nathán á David: Tú eres aquel hombre. Así ha dicho Jehová, Dios de Israel: Yo te ungí por rey sobre Israel, y te libré de la mano de Saúl;
Y Husai respondió á Absalom: No: antes al que eligiere Jehová y este pueblo y todos los varones de Israel, de aquél seré yo, y con aquél quedaré.
Así tornaré á todo el pueblo á ti: y cuando ellos hubieren vuelto, (pues aquel hombre es el que tú quieres) todo el pueblo estará en paz.
Miel, manteca, ovejas, y quesos de vacas, para que comiesen; porque dijeron: Aquel pueblo está hambriento, y cansado, y tendrá sed en el desierto.
Y derramándose allí el ejército por la haz de toda la tierra, fueron más los que consumió el bosque de los del pueblo, que los que consumió el cuchillo aquel día.
El rey entonces dijo á Cusi: ¿El mozo Absalom tiene paz? Y Cusi respondió: Como aquel mozo sean los enemigos de mi señor el rey, y todos los que se levantan contra ti para mal.
Y volvióse aquel día la victoria en luto para todo el pueblo; porque oyó decir el pueblo aquel día que el rey tenía dolor por su hijo.
Entróse el pueblo aquel día en la ciudad escondidamente, como suele entrar á escondidas el pueblo avergonzado que ha huído de la batalla.
Y Amasa se había revolcado en la sangre en mitad del camino: y viendo aquel hombre que todo el pueblo se paraba, apartó á Amasa del camino al campo, y echó sobre él una vestidura, porque veía que todos los que venían se paraban junto á él.
Y ellos respondieron al rey: De aquel hombre que nos destruyó, y que maquinó contra nosotros, para extirparnos sin dejar nada de nosotros en todo el término de Israel;
ESTAS son las postreras palabras de David. Dijo David hijo de Isaí, Dijo aquel varón que fué levantado alto, El ungido del Dios de Jacob, El suave en cánticos de Israel:
Este, levantándose, hirió á los Filisteos, hasta que su mano se cansó, y quedósele contraída á la espada. Aquel día Jehová hizo gran salud: y volvióse el pueblo en pos de él solamente á tomar el despojo.
Y como el ángel extendió su mano sobre Jerusalem para destruirla, Jehová se arrepintió de aquel mal, y dijo al ángel que destruía el pueblo: Basta ahora; detén tu mano. Entonces el ángel de Jehová estaba junto á la era de Arauna Jebuseo.
Y Gad vino á David aquel día, y díjole: Sube, y haz un altar á Jehová en la era de Arauna Jebuseo.
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