'Aquí' en la Biblia
Besad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino, cuando se encendiere de aquí a poco su furor. Bienaventurados todos los que en él confían.
He aquí ha tenido parto de iniquidad; concibió de su propio trabajo, y dio a luz mentira.
Porque he aquí, los malos entesaron el arco, apercibieron sus saetas sobre la cuerda para asaetear en oculto a los rectos de corazón.
He aquí, el ojo del SEÑOR sobre los que le temen, sobre los que esperan su misericordia;
Vau Pues de aquí a poco no estará el malo; y contemplarás sobre su lugar, y no aparecerá.
Pero pasó, y he aquí no aparece; lo busqué, y no fue hallado.
He aquí como a palmos diste a mis días, y mi edad es como nada delante de ti; ciertamente es completa vanidad todo hombre que vive. (Selah.)
Entonces dije: He aquí, vengo; en el envoltorio del libro está escrito de mí:
He anunciado justicia en grande congregación; he aquí, no detuve mis labios, SEÑOR, tú lo sabes.
Porque he aquí los reyes de la tierra fueron reunidos; pasaron todos.
He aquí, el dolor de mi iniquidad me ha hecho revolcar; mi madre me concibió para que el pecado fuera removido de mí.
He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo; y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.
He aquí un varón que no puso a Dios por su fortaleza, sino que confió en la multitud de sus riquezas; se esforzó en su maldad.
He aquí, Dios es el que me ayuda; el Señor es con los que sustentan mi alma.
Porque he aquí están acechando mi vida; se han juntado contra mí fuertes sin rebelión mía, y sin pecado mío, oh SEÑOR.
He aquí proferirán con su boca; espadas están en sus labios, porque dicen: ¿Quién oye?
Al que cabalga sobre los cielos de los cielos de antigüedad; he aquí dará su voz, poderosa voz.
Aquí terminan las oraciones de David, hijo de Jessé.
Por eso su pueblo volverá aquí, y aguas de lleno le son exprimidas.
He aquí estos impíos, sin ser turbados del mundo, alcanzaron riquezas.
Si dijera yo, hablaré como ellos; he aquí habría negado la generación de tus hijos:
Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán; tú cortas a todo aquel que fornica de ti.
He aquí ha herido la peña, y corrieron aguas, y arroyos salieron ondeando: ¿Podrá también dar pan? ¿Aparejará carne a su pueblo?
Porque he aquí que braman tus enemigos; y tus aborrecedores han alzado cabeza.
Yo me acordaré de Rahab y de Babilonia entre los que me conocen; he aquí Filistea, y Tiro, con Etiopía; éste nació allá.
Porque he aquí tus enemigos, oh SEÑOR, porque he aquí tus enemigos perecerán; serán disipados todos los que obran maldad.
He aquí yo he codiciado tus mandamientos, vivifícame en tu justicia.
He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel.
He aquí como los ojos de los siervos miran a la mano de sus señores, y como los ojos de la sierva a la mano de su señora; así nuestros ojos esperan al SEÑOR nuestro Dios, hasta que tenga misericordia de nosotros.
He aquí, heredad del SEÑOR son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre.
He aquí que así será bendito el varón que teme al SEÑOR.
He aquí, en Efrata oímos de ella; la hallamos en los campos del bosque.
Este será mi reposo para siempre; aquí habitaré, porque la he deseado.
Pues aun no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh SEÑOR, tú la supiste toda.