'Aquí' en la Biblia
Y he aquí, te quedarás mudo, y no podrás hablar hasta el día en que todo esto acontezca, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su debido tiempo.
Y he aquí, concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús.
Y he aquí, tu parienta Elisabet en su vejez también ha concebido un hijo; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril.
Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.
Porque he aquí, apenas la voz de tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de gozo en mi vientre.
Porque ha mirado la humilde condición de {esta} su sierva; pues he aquí, desde ahora en adelante todas las generaciones me tendrán por bienaventurada.
Mas el ángel les dijo: No temáis, porque he aquí, os traigo buenas nuevas de gran gozo que serán para todo el pueblo;
Simeón los bendijo, y dijo a su madre María: He aquí, este {Niño} ha sido puesto para la caída y el levantamiento de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción
Entonces {el diablo} le llevó a Jerusalén y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, lánzate abajo desde aquí,
Entonces El les dijo: Sin duda me citaréis este refrán: ``Médico, cúrate a ti mismo"; {esto es,} todo lo que oímos que se ha hecho en Capernaúm, hazlo también aquí en tu tierra.
Y aconteció que estando Jesús en una de las ciudades, he aquí, {había allí} un hombre lleno de lepra; y cuando vio a Jesús, cayó sobre su rostro y le rogó, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.
Y he aquí, unos hombres trajeron en una camilla a un hombre que estaba paralítico; y trataban de meterlo y ponerlo delante de Jesús.
Alegraos en ese día y saltad {de gozo,} porque he aquí, vuestra recompensa es grande en el cielo, pues sus padres trataban de la misma manera a los profetas.
Y cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, he aquí, sacaban fuera a un muerto, hijo único de su madre, y ella era viuda; y un grupo numeroso de la ciudad estaba con ella.
Este es aquel de quien está escrito: ``HE AQUI, YO ENVIO MI MENSAJERO DELANTE DE TU FAZ, QUIEN PREPARARA TU CAMINO DELANTE DE TI."
Y he aquí, había en la ciudad una mujer que era pecadora, y cuando se enteró de que {Jesús} estaba sentado {a la mesa} en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume;
Y he aquí, llegó un hombre llamado Jairo, que era un oficial de la sinagoga; y cayendo a los pies de Jesús le rogaba que entrara a su casa;
El día comenzaba a declinar, y acercándose los doce, le dijeron: Despide a la multitud, para que vayan a las aldeas y campos de los alrededores, y hallen alojamiento y consigan alimentos; porque aquí estamos en un lugar desierto.
Pero en verdad os digo que hay algunos de los que están aquí, que no probarán la muerte hasta que vean el reino de Dios.
Y he aquí, dos hombres hablaban con El, los cuales eran Moisés y Elías,
Y sucedió que al retirarse ellos de El, Pedro dijo a Jesús: Maestro, bueno es que estemos aquí; hagamos tres enramadas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías; no sabiendo lo que decía.
Y he aquí, un hombre de la multitud gritó, diciendo: Maestro, te suplico que veas a mi hijo, pues es el único que tengo,
Y he aquí, cierto intérprete de la ley se levantó, y para ponerle a prueba dijo: Maestro, ¿qué haré para heredar la vida eterna?
La Reina del Sur se levantará en el juicio con los hombres de esta generación y los condenará, porque ella vino desde los confines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón; y mirad, algo más {grande} que Salomón está aquí.
Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación y la condenarán, porque ellos se arrepintieron con la predicación de Jonás; y mirad, algo más {grande} que Jonás está aquí.
Y he aquí, hay últimos que serán primeros, y hay primeros que serán últimos.
En ese momento llegaron unos fariseos diciéndole: Sal y vete de aquí, porque Herodes te quiere matar.
He aquí, vuestra casa se os deja desierta; y os digo que no me veréis {más,} hasta que llegue {el tiempo} en que digáis: ``BENDITO EL QUE VIENE EN NOMBRE DEL SEÑOR."
Entonces, volviendo en sí, dijo: `` ¿Cuántos de los trabajadores de mi padre tienen pan de sobra, pero yo aquí perezco de hambre!
Pero Abraham le dijo: ``Hijo, recuerda que durante tu vida recibiste tus bienes, y Lázaro, igualmente, males; pero ahora él es consolado aquí, y tú estás en agonía.
``Y además de todo esto, hay un gran abismo puesto entre nosotros y vosotros, de modo que los que quieran pasar de aquí a vosotros no puedan, y tampoco nadie pueda cruzar de allá a nosotros."
ni dirán: `` ¿Mirad, aquí {está!}" o: `` ¿Allí {está!}" Porque he aquí, el reino de Dios entre vosotros está.
Y os dirán: `` ¿Mirad allí! ¡Mirad aquí!" No vayáis, ni corráis tras {ellos}.
Y Pedro dijo: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.
Y Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes daré a los pobres, y si en algo he defraudado a alguno, {se lo} restituiré cuadruplicado.
Y vino otro, diciendo: ``Señor, aquí está tu mina, que he tenido guardada en un pañuelo;
Y El les respondió: He aquí, al entrar en la ciudad, os saldrá al encuentro un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidle a la casa donde entre.
Mas he aquí, la mano del que me entrega está conmigo en la mesa.
Y ellos dijeron: Señor, mira, aquí hay dos espadas. Y El les dijo: Es suficiente.
Mientras todavía estaba El hablando, he aquí, {llegó} una multitud, y el que se llamaba Judas, uno de los doce, iba delante de ellos, y se acercó a Jesús para besarle.
Pero ellos insistían, diciendo: El alborota al pueblo, enseñando por toda Judea, comenzando desde Galilea hasta aquí.
Ni tampoco Herodes, pues nos lo ha remitido de nuevo; y he aquí que nada ha hecho que merezca la muerte.
Porque he aquí, vienen días en que dirán: ``Dichosas las estériles, y los vientres que nunca concibieron, y los senos que nunca criaron."
No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos cómo os habló cuando estaba aún en Galilea,
Y he aquí que aquel mismo día dos de ellos iban a una aldea llamada Emaús, que estaba como a once kilómetros de Jerusalén.
Como ellos todavía no {lo} creían a causa de la alegría y que estaban asombrados, les dijo: ¿Tenéis aquí algo de comer?
Y he aquí, yo enviaré sobre vosotros la promesa de mi Padre; pero vosotros, permaneced en la ciudad hasta que seáis investidos con poder de lo alto.