'Cada' en la Biblia
Ellos entonces se estremecieron, y se levantaron todos los convidados que estaban con Adonías, y se fue cada uno por su camino.
Y tenía Salomón doce gobernadores sobre todo Israel, los cuales mantenían al rey y a su casa. Cada uno de ellos le abastecía por un mes en el año.
Y la provisión de Salomón era cada día treinta coros de flor de harina, y sesenta coros de harina,
Y Judá e Israel vivían seguros, cada uno debajo de su parra y debajo de su higuera, desde Dan hasta Beerseba, todos los días de Salomón.
Y estos gobernadores mantenían al rey Salomón, y a todos los que a la mesa del rey Salomón venían, cada uno un mes; nada les hacía falta.
Traían también cebada y paja para los caballos y para los dromedarios, al lugar donde estaban los oficiales, cada uno conforme al cargo que tenía.
Los cuales enviaba al Líbano de diez mil en diez mil, cada mes por su turno, viniendo así a estar un mes en el Líbano, y dos meses en sus casas; y Adoniram estaba a cargo de aquella leva.
Hizo también en el lugar santísimo dos querubines de madera de olivo, cada uno de diez codos de altura.
Y estaba cubierta de tablas de cedro arriba sobre las vigas, que se apoyaban en cuarenta y cinco columnas; cada hilera tenía quince columnas.
Y vació dos columnas de bronce, la altura de cada una era de dieciocho codos; y rodeaba a una y a otra columna un cordón de doce codos.
Había trenzas a manera de red, y unos cordones a manera de cadenas, para los capiteles que estaban sobre las cabezas de las columnas; siete para cada capitel.
Tenían también los capiteles de sobre las dos columnas, doscientas granadas en dos hileras alrededor en cada capitel, encima de la parte abultada del capitel, el cual estaba rodeado por la red.
Y rodeaban aquel mar por debajo de su borde en derredor unas bolas como calabazas, diez en cada codo, que ceñían el mar alrededor en dos hileras, las cuales habían sido fundidas cuando el mar fue fundido.
Hizo también diez bases de bronce, siendo la longitud de cada base de cuatro codos, y la anchura de cuatro codos, y de tres codos la altura.
Cada base tenía cuatro ruedas de bronce con ejes de bronce; y en sus cuatro esquinas tenían soportes de fundición, soportes que quedaban debajo de la fuente, al lado de cada una de las añadiduras.
Las cuatro ruedas estaban debajo de los tableros, y los ejes de las ruedas nacían en la misma base. La altura de cada rueda era de un codo y medio.
Asimismo los cuatro soportes a las cuatro esquinas de cada base; y los soportes eran de la misma base.
E hizo en las tablas de las molduras, y en los tableros, entalladuras de querubines, y de leones, y de palmeras, con proporción en el espacio de cada una, y alrededor otros adornos.
Hizo también diez fuentes de bronce; cada fuente contenía cuarenta batos, y cada una era de cuatro codos; y asentó una fuente sobre cada una de las diez bases.
y cuatrocientas granadas para las dos redes, dos hileras de granadas en cada red, para cubrir los dos tazones redondos que estaban sobre las cabezas de las columnas;
escucha tú en el cielo, en la habitación de tu morada, y perdona, y actúa, y da a cada uno conforme a sus caminos, cuyo corazón tú conoces; (porque sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres);
Y que estas mis palabras con que he orado delante de Jehová estén cerca de Jehová nuestro Dios de día y de noche, para que Él proteja la causa de su siervo, y de su pueblo Israel, cada cosa en su tiempo;
Y ofrecía Salomón tres veces cada año holocaustos y sacrificios de paz sobre el altar que él edificó a Jehová, y quemaba incienso sobre el altar que estaba delante de Jehová. Así terminó la casa.
Hizo también el rey Salomón doscientos escudos de oro extendido; seiscientos siclos de oro gastó en cada escudo.
Asimismo trescientos escudos de oro extendido, en cada uno de los cuales gastó tres libras de oro; y el rey los puso en la casa del bosque del Líbano.
Porque el rey tenía en el mar la flota de Tarsis, con la flota de Hiram. Una vez en cada tres años venía la flota de Tarsis, y traía oro, plata, marfil, simios y pavos reales.
Y todos le llevaban cada año sus presentes; vasos de oro, vasos de plata, vestiduras, armas, aromas, caballos y mulos.
Así dice Jehová: No vayáis, ni peleéis contra vuestros hermanos los hijos de Israel; volveos cada uno a su casa; porque esto lo he hecho yo. Y ellos oyeron la palabra de Dios, y se volvieron, y se fueron, conforme a la palabra de Jehová.
Y mató cada uno al que venía contra él: y huyeron los sirios, siguiéndolos los de Israel. Y el rey de Siria, Benadad, se escapó en un caballo con alguna gente de caballería.
Haz, pues, así: Saca a los reyes cada uno de su puesto, y pon capitanes en lugar de ellos.
Y el rey de Israel y Josafat rey de Judá estaban sentados cada uno en su trono, vestidos de sus ropas reales, en la plaza junto a la entrada de la puerta de Samaria; y todos los profetas profetizaban delante de ellos.
Entonces él dijo: Yo vi a todo Israel esparcido por los montes, como ovejas que no tienen pastor; y Jehová dijo: Éstos no tienen señor; vuélvase cada uno a su casa en paz.
Y a la puesta del sol salió un pregón por el campamento que decía: ¡Cada uno a su ciudad, y cada cual a su tierra!