'Calle' en la Biblia
"Cualquiera que salga de las puertas de tu casa a la calle, su sangre {caerá} sobre su propia cabeza, y {quedaremos} libres; pero la sangre de cualquiera que esté en la casa contigo {caerá} sobre nuestra cabeza si alguien pone su mano sobre él.
Se levantaron temprano, y al romper el alba Samuel llamó a Saúl en el terrado y le dijo: ``Levántate, para que yo te despida." Saúl se levantó, y ambos, Saúl y Samuel, salieron a la calle.
A causa de todos mis adversarios, he llegado a ser objeto de oprobio, Especialmente para mis vecinos, Y causa de espanto para mis conocidos; Los que me ven en la calle huyen de mí.
Mientras callé {mi pecado}, mi cuerpo se consumió Con mi gemir durante todo el día.
Enmudecí y callé; Guardé silencio {aun acerca} de lo bueno, Y se agravó mi dolor.
Que venga nuestro Dios y no calle; El fuego consume delante de El, Y a Su derredor hay gran tempestad.
La sabiduría clama en la calle, En las plazas alza su voz;
Pasando por la calle, cerca de su esquina; Iba camino de su casa,
Cuando además se cierren las puertas de la calle Por ser bajo el sonido del molino, Y se levante uno al canto del ave, Y todas las hijas del canto sean abatidas;
Se temerá a la altura y a los terrores en el camino. Cuando florezca el almendro, se arrastre la langosta y la alcaparra pierda su efecto; Porque el hombre va a su morada eterna Mientras los del duelo andan por la calle.
No clamará ni alzará {Su voz,} Ni hará oír Su voz en la calle.
Lo pondré en las manos de los que te atormentan, Que te han dicho: `Póstrate para que pasemos.' Y tú pusiste tu espalda como suelo, Como calle para los que pasaban."
Pero estoy lleno del furor del SEÑOR, Estoy cansado de retener{lo}. ``Derráma{lo} sobre los niños en la calle, Y sobre la reunión de los jóvenes; Porque serán apresados tanto el marido como la mujer, El viejo y el muy anciano.
Entonces el rey Sedequías ordenó que pusieran a Jeremías en el patio de la guardia y le dieran una torta de pan al día de la calle de los panaderos, hasta que se acabara todo el pan en la ciudad. Así que Jeremías permaneció en el patio de la guardia.
Mira, oh SEÑOR, que estoy angustiada; Hierven mis entrañas, Mi corazón se revuelve dentro de mí, Porque he sido muy rebelde. En la calle la espada {me} deja sin hijos, En la casa es como la muerte.
Pero el SEÑOR está en Su santo templo: Calle delante de El toda la tierra."