56 Versículo de la Biblia sobre la ira

Por tanto, estoy lleno de la ira de Jehová, cansado estoy de contenerme; la derramaré sobre los niños en la calle, y sobre la reunión de los jóvenes juntamente; porque el marido también será preso con la esposa, el viejo con el lleno de días.

cosas por las cuales viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia;

Porque la ley produce ira; pero donde no hay ley, tampoco hay transgresión.

Toda amargura, y enojo, e ira, y gritería, y maledicencia, y toda malicia, sea quitada de entre vosotros;

Acábalos con furor, acábalos, y dejen de ser; y sepan que Dios domina en Jacob hasta los fines de la tierra. (Selah)

Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres, que con injusticia detienen la verdad;

Y con ira y con furor haré venganza en las gentes que no escucharon.

Cruel es la ira, e impetuoso el furor; mas ¿quién podrá sostenerse delante de la envidia?

Mucho más ahora, estando ya justificados en su sangre, por Él seremos salvos de la ira.

Mas Jehová es el Dios verdadero; Él es el Dios viviente y Rey eterno; a su ira tiembla la tierra, y las naciones no pueden sufrir su indignación.

Airaos, pero no pequéis: No se ponga el sol sobre vuestro enojo;

Nadie os engañe con palabras vanas; porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia.

Mas por tu dureza, y tu corazón no arrepentido, atesoras ira para ti mismo, para el día de la ira y de la manifestación del justo juicio de Dios,

entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo; en la concupiscencia de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.

Deja la ira, y depón el enojo; no te excites en manera alguna a hacer lo malo.

No aprovecharán las riquezas en el día de la ira; mas la justicia librará de muerte.

Persíguelos en tu furor, y quebrántalos de debajo de los cielos, oh Jehová.

y decían a las montañas y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de Aquél que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero;

Amados, no os venguéis vosotros mismos, antes, dad lugar a la ira; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.

porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.

Por la ira de Jehová de los ejércitos se oscureció la tierra, y será el pueblo como combustible para el fuego; el hombre no tendrá piedad de su hermano.

Como el rugido de cachorro de león es la ira del rey; y su favor como el rocío sobre la hierba.

Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para obtener salvación por nuestro Señor Jesucristo;

Dejaste todo tu enojo; te volviste de la ira de tu furor.

Día de ira aquel día, día de angustia y de aprieto, día de alboroto y de asolamiento, día de tiniebla y de oscuridad, día de nublado y de densa niebla,

Tú, temible eres tú: ¿Y quién permanecerá de pie delante de ti, al desatarse tu ira?

La suave respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el furor.

El deseo de los justos es solamente el bien; mas la esperanza de los impíos es el enojo.

Porque los celos son el furor del hombre, y no perdonará en el día de la venganza.

Castígame, oh Jehová, mas con juicio; no con tu furor, para que no me aniquiles.

¿Y qué si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira, preparados para destrucción;

Aunque yo anduviere en medio de la angustia, tú me vivificarás: Contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, y me salvará tu diestra.

Envió sobre ellos el furor de su ira, enojo, indignación y angustia, enviándoles ángeles destructores.

Porque es ministro de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; pues no en vano lleva la espada; porque es ministro de Dios, vengador para ejecutar la ira sobre el que hace lo malo.

Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí: Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, en medio de los tiempos hazla conocer; En la ira acuérdate de la misericordia.

El presente en secreto pacifica el enojo, y la dádiva en el seno, la fuerte ira.

¿Quién permanecerá delante de su ira? ¿Y quién quedará en pie en el furor de su enojo? Su ira se derrama como fuego, y por Él las rocas son quebradas.

He aquí el día de Jehová viene, cruel, y de saña y ardiente ira, para tornar la tierra en soledad, y raer de ella sus pecadores.

Y vosotros padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos; sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.

Con un poco de ira escondí mi rostro de ti por un momento; mas con misericordia eterna tendré compasión de ti, dice tu Redentor Jehová.