'Corazón' en la Biblia
Y Elcana su marido le dijo: Ana, ¿por qué lloras? ¿Y por qué no comes? ¿Y por qué está afligido tu corazón? ¿No te soy yo mejor que diez hijos?
Mas Ana hablaba en su corazón, y solamente se movían sus labios, y su voz no se oía; y la tuvo Elí por borracha.
Y Ana oró y dijo: Mi corazón se regocija en el SEÑOR, mi cuerno es ensalzado en el SEÑOR; mi boca se ensanchó sobre mis enemigos, por cuanto me alegré en tu salud.
Y yo me despertaré un sacerdote fiel, que haga conforme a mi corazón y a mi alma; y yo le edificaré casa firme, y él andará delante de mi Ungido \'
y cuando llegó, he aquí Elí que estaba sentado sobre una silla atalayando junto al camino; porque su corazón estaba temblando por causa del arca de Dios. Y cuando aquel hombre llegó a la ciudad, a dar las nuevas, toda la ciudad gritó.
Mas ¿por qué endurecéis vuestro corazón, como los egipcios y Faraón endurecieron su corazón? Después que los hubo así tratado, ¿no los dejaron ir, y se fueron?
Y habló Samuel a toda la casa de Israel, diciendo: Si de todo vuestro corazón os volvéis al SEÑOR, quitad los dioses ajenos y a Astarot de entre vosotros, y preparad vuestro corazón al SEÑOR, y servidle sólo a él, y él os librará de mano de los filisteos.
Y Samuel respondió a Saúl, y dijo: Yo soy el vidente; sube delante de mí al lugar alto, y come hoy conmigo, y por la mañana te despacharé, y te descubriré todo lo que está en tu corazón.
Y aconteció que cuando él volteó su hombro para partirse de Samuel, le mudó Dios su corazón; y todas estas señales acaecieron en aquel día.
Y envió Samuel a todo el pueblo cada uno a su casa. Y Saúl también se fue a su casa en Gabaa, y fueron con él algunos del ejército, el corazón de los cuales Dios había tocado.
Y Samuel respondió al pueblo: No temáis; vosotros habéis cometido todo este mal; mas con todo eso no os apartéis de en pos del SEÑOR, sino servid al SEÑOR con todo vuestro corazón.
Solamente temed al SEÑOR, y servidle de verdad con todo vuestro corazón, porque considerad cuán grandes cosas ha hecho con vosotros.
Mas ahora tu reino no estará: El SEÑOR se ha buscado varón según su corazón, al cual el SEÑOR ha mandado que sea capitán sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que el SEÑOR te mandó.
Y su paje de armas le respondió: Haz todo lo que tienes en tu corazón; ve, que aquí estoy contigo a tu voluntad.
Y el SEÑOR respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a la altura de su estatura, porque yo lo desecho; porque no es lo que el hombre ve. Porque el hombre ve lo que está delante de sus ojos, mas el SEÑOR ve el corazón.
Y oyéndole hablar Eliab su hermano mayor con aquellos varones, Eliab se encendió en ira contra David, y dijo: ¿Para qué has descendido acá? ¿Y a quién has dejado aquellas pocas ovejas en el desierto? Yo conozco tu soberbia y la malicia de tu corazón, que para ver la batalla has venido.
Y dijo David a Saúl: No se desaliente el corazón de nadie a causa de él; tu siervo irá y peleará con este filisteo.
Y David puso en su corazón estas palabras, y tuvo gran temor de Aquis rey de Gat.
Después de lo cual el corazón de David le hirió, porque había cortado la orilla de la ropa de Saúl.
No ponga ahora mi señor su corazón a aquel hijo de Belial, a Nabal; porque conforme a su nombre, así es. El se llama Nabal (loco), y la locura está con él; mas yo tu sierva no vi los criados de mi señor, los cuales tú enviaste.
entonces, señor mío, no te será esto en tropiezo y turbación de corazón, el que hayas derramado sangre sin causa, y que mi señor se haya vengado por sí mismo. Guárdese pues mi señor, y cuando el SEÑOR hiciere bien a mi señor, acuérdate de tu sierva.
Y Abigail se vino a Nabal, y he aquí que él tenía banquete en su casa como banquete de rey; y el corazón de Nabal estaba ya alegre en él, y estaba muy borracho; por lo que ella no le declaró poco ni mucho, hasta que vino el día siguiente.
Pero a la mañana, cuando ya el vino había salido de Nabal, su mujer le declaró estas cosas; y se le amorteció el corazón, y se quedó como una piedra.
Y dijo David en su corazón: Al fin seré muerto algún día por la mano de Saúl; nada, por tanto, me será mejor que fugarme del todo a la tierra de los filisteos, para que Saúl no se ocupe más de mí, y no me ande buscando más por todos los términos de Israel, y así me escaparé de sus manos.
Y cuando vio Saúl el campamento de los filisteos, temió, y se turbó su corazón en gran manera.
Resultados de Búsqueda por Versiones
Resultados de Búsqueda por Libro
- Génesis (16)
- Éxodo (42)
- Levítico (2)
- Números (4)
- Deuteronomio (47)
- Josué (9)
- Jueces (14)
- Rut (2)
- 1 Samuel (25)
- 2 Samuel (17)
- 1 Reyes (32)
- 2 Reyes (12)
- 1 Crónicas (15)
- 2 Crónicas (41)
- Esdras (3)
- Nehemías (6)
- Ester (4)
- Job (30)
- Salmos (135)
- Proverbios (81)
- Eclesiastés (33)
- Cantares (4)
- Isaías (44)
- Jeremías (56)
- Lamentaciones (11)
- Ezequiel (41)
- Daniel (15)
- Oseas (9)
- Joel (2)
- Abdías (1)
- Jonás (1)
- Nahúm (1)
- Sofonías (3)
- Hageo (2)
- Zacarías (5)
- Malaquías (2)
Artículos Relacionados
- Afecciones del corazón,
- Agonía, de corazón
- Buscando el corazón
- Condenó los corazones
- Corazones engañosos
- Corazones malvados
- Corazones nuevos
- Corazones pecaminosos
- Corazones receptivos
- Corazón Humano
- Corazón cambiado
- Corazón nuevo
- Corazón y Espíritu Santo
- Corazón, Divino
- Corazón, caído y redimido
- Corazón, conoce a Dios
- Corazón, renovado
- Cómo Jesús conoce el corazón
- Dios buscando Corazones
- Dios y el corazón
- Divide los corazones
- Dureza de corazón
- El corazón, la gente no regenerado
- La adoración con el corazón
- La pureza de corazón.
- La singularidad del corazón
- Las emociones humanas
- Los corazones endurecidos
- Los deseos del Corazón
- Naturaleza del corazón
- Orgullosos Corazones
- Toda la consagración
- El conocimiento de Dios del corazón humano
- La sanación de un corazón roto
- Otras referencias al corazón
- Reflejar el corazón de Dios
- Un corazón agradecido
- Un corazón no circuncidado
- Un corazón roto