'Cuatro' en la Biblia
Los que comieron fueron cuatro mil hombres, sin {contar} las mujeres y los niños.
¿Ni los siete panes para los cuatro mil, y cuántas canastas recogisteis?
Y El enviará a sus ángeles con UNA GRAN TROMPETA y REUNIRAN a sus escogidos de los cuatro vientos, desde un extremo de los cielos hasta el otro.
Entonces vinieron* a traerle un paralítico llevado entre cuatro.
{Los que comieron} eran unos cuatro mil; y los despidió.
Y cuando {partí} los siete {panes} entre los cuatro mil, ¿cuántas canastas llenas de los pedazos recogisteis? Y ellos le dijeron*: Siete.
Y entonces enviará a los ángeles, y reunirá a sus escogidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.
y después de viuda, hasta los ochenta y cuatro años. Nunca se alejaba del templo, sirviendo noche y día con ayunos y oraciones.
¿No decís vosotros: ``Todavía faltan cuatro meses, y {después} viene la siega"? He aquí, yo os digo: Alzad vuestros ojos y ved los campos que {ya} están blancos para la siega.
Llegó, pues, Jesús y halló que ya hacía cuatro días que estaba en el sepulcro.
Jesús dijo*: Quitad la piedra. Marta, hermana del que había muerto, le dijo*: Señor, ya hiede, porque hace cuatro días {que murió.}
Entonces los soldados, cuando crucificaron a Jesús, tomaron sus vestidos e hicieron cuatro partes, una parte para cada soldado. Y {tomaron también} la túnica; y la túnica era sin costura, tejida en una sola pieza.
y vio* el cielo abierto y un objeto semejante a un gran lienzo que descendía, bajado a la tierra por las cuatro puntas;
Y Cornelio dijo: A esta misma hora, hace cuatro días, estaba yo orando en mi casa a la hora novena; y he aquí, un hombre con vestiduras resplandecientes, se puso delante de mí,
Estaba yo en la ciudad de Jope orando, y vi en éxtasis una visión: un objeto semejante a un gran lienzo que descendía, bajado del cielo por las cuatro puntas, y vino hasta mí.
Y habiéndolo tomado preso, lo puso en la cárcel, entregándolo a cuatro piquetes de soldados para que lo guardaran, con la intención de llevarlo ante el pueblo después de la Pascua.
Este tenía cuatro hijas doncellas que profetizaban.
Por tanto, haz esto que te decimos: Tenemos cuatro hombres que han hecho un voto;
¿Entonces tú no eres el egipcio que hace tiempo levantó una revuelta, y sacó los cuatro mil hombres de los asesinos al desierto?
Y temiendo que en algún lugar fuéramos a dar contra los escollos, echaron cuatro anclas por la popa y ansiaban que amaneciera.
Delante del trono {había} como un mar transparente semejante al cristal; y en medio del trono y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos por delante y por detrás.
Y los cuatro seres vivientes, cada uno de ellos con seis alas, estaban llenos de ojos alrededor y por dentro, y día y noche no cesaban de decir: SANTO, SANTO, SANTO, {es} EL SEÑOR DIOS, EL TODOPODEROSO, el que era, el que es y el que ha de venir.
Miré, y vi entre el trono (con los cuatro seres vivientes) y los ancianos, a un Cordero, de pie, como inmolado, que tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete Espíritus de Dios enviados por toda la tierra.
Cuando tomó el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; cada uno tenía un arpa y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos.
Y los cuatro seres vivientes decían: Amén. Y los ancianos se postraron y adoraron.
Vi cuando el Cordero abrió uno de los siete sellos, y oí a uno de los cuatro seres vivientes que decía, como con voz de trueno: Ven.
Y oí como una voz en medio de los cuatro seres vivientes que decía: Un litro de trigo por un denario, y tres litros de cebada por un denario, y no dañes el aceite y el vino.
Después de esto, vi a cuatro ángeles de pie en los cuatro extremos de la tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra, para que no soplara viento alguno, ni sobre la tierra ni sobre el mar ni sobre ningún árbol.
Y vi a otro ángel que subía de donde sale el sol y que tenía el sello del Dios vivo; y gritó a gran voz a los cuatro ángeles a quienes se les había concedido hacer daño a la tierra y al mar,
Y oí el número de los que fueron sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel;
Y todos los ángeles estaban de pie alrededor del trono y {alrededor} de los ancianos y de los cuatro seres vivientes, y cayeron sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a Dios,
El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz que salía de los cuatro cuernos del altar de oro que está delante de Dios,
y decía al sexto ángel que tenía la trompeta: Suelta a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Eufrates.
Y fueron desatados los cuatro ángeles que habían sido preparados para la hora, el día, el mes y el año, para matar a la tercera parte de la humanidad.
Miré, y he aquí que el Cordero {estaba} de pie sobre el Monte Sion, y con El ciento cuarenta y cuatro mil que tenían el nombre de El y el nombre de su Padre escrito en la frente.
Y cantaban* un cántico nuevo delante del trono y delante de los cuatro seres vivientes y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico, sino los ciento cuarenta y cuatro mil que habían sido rescatados de la tierra.
Entonces uno de los cuatro seres vivientes dio a los siete ángeles siete copas de oro llenas del furor de Dios, que vive por los siglos de los siglos.
Y los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron y adoraron a Dios, que {está} sentado en el trono, {y} decían: ¿Amén! ¡Aleluya!
y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro extremos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlas para la batalla; el número de ellas es como la arena del mar.
Y midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos, {según} medida humana, que es {también} de ángel.