'Cómo' en la Biblia
Jehová vuestro Dios os ha multiplicado, y he aquí hoy vosotros sois como las estrellas del cielo en multitud.
¡Jehová el Dios de vuestros padres os haga mil veces más de lo que sois, y os bendiga, como os ha prometido!
¿Cómo llevaré yo solo vuestras molestias, vuestras cargas y vuestros pleitos?
No hagáis acepción de personas en el juicio; así al pequeño como al grande oiréis. No tendréis temor del hombre, porque el juicio es de Dios. Y el caso que os fuere difícil, lo traeréis a mí, y yo lo oiré.
Y habiendo salido de Horeb, anduvimos todo aquel grande y terrible desierto que habéis visto, por el camino del monte del amorreo, como Jehová nuestro Dios nos lo mandó; y llegamos hasta Cades-barnea.
Mira, Jehová tu Dios ha puesto la tierra delante de ti; sube y poséela, como Jehová el Dios de tus padres te ha dicho; no temas ni desmayes.
Y en el desierto has visto que Jehová tu Dios te ha traído, como trae el hombre a su hijo, por todo el camino que habéis andado, hasta llegar a este lugar.
Y los amorreos que habitaban en aquel monte salieron a vuestro encuentro, y os persiguieron como lo hacen las avispas, y os derrotaron en Seir, hasta Horma.
Luego volvimos y nos fuimos al desierto, camino del Mar Rojo, como Jehová me había dicho; y rodeamos el monte de Seir por muchos días.
(Allí habitaron antes los emitas, pueblo grande y numeroso, y alto como los anaceos;
que también eran contados por gigantes como los anaceos; pero los moabitas los llaman emitas.
Y en Seir habitaron antes los horeos, a los cuales echaron los hijos de Esaú; y los destruyeron de delante de sí, y moraron en lugar de ellos; como hizo Israel en la tierra de su posesión que les dio Jehová.)
Y el tiempo que anduvimos de Cades-barnea hasta que pasamos el arroyo de Zered, fue de treinta y ocho años; hasta que se acabó toda la generación de los hombres de guerra de en medio del campamento, como Jehová les había jurado.
pueblo grande, y numeroso, y alto, como los anaceos; a los cuales Jehová destruyó de delante de los amonitas, quienes les sucedieron, y habitaron en su lugar:
Como hizo con los hijos de Esaú, que habitaban en Seir, de delante de los cuales destruyó a los horeos; y ellos les sucedieron, y habitaron en su lugar hasta hoy.
como lo hicieron conmigo los hijos de Esaú que habitaban en Seir, y los moabitas que habitaban en Ar; hasta que cruce el Jordán a la tierra que nos da Jehová nuestro Dios.
Mas Sehón, rey de Hesbón, no quiso que pasásemos por su territorio; porque Jehová tu Dios había endurecido su espíritu, e hizo obstinado su corazón para entregarlo en tu mano, como hasta hoy.
Y me dijo Jehová: No tengas temor de él, porque en tus manos he entregado a él y a todo su pueblo, y su tierra; y harás con él como hiciste con Sehón, rey de los amorreos, que habitaba en Hesbón.
Y las destruimos, como hicimos a Sehón, rey de Hesbón, destruyendo en toda ciudad a hombres, mujeres y niños.
También la llanura, con el Jordán como límite, desde Cineret hasta el mar del Arabá, el Mar Salado, hasta las vertientes abajo del Pisga al oriente.
hasta que Jehová dé reposo a vuestros hermanos, así como a vosotros, y hereden también ellos la tierra que Jehová vuestro Dios les ha dado al otro lado del Jordán: entonces os volveréis cada uno a su heredad que yo os he dado.
Mirad, yo os he enseñado estatutos y derechos tal como Jehová mi Dios me mandó, para que hagáis así en medio de la tierra en la cual entráis para poseerla.
Porque ¿qué nación grande hay que tenga a Dios tan cerca a sí, como lo está Jehová nuestro Dios en todo cuanto le pedimos?
Y ¿qué nación grande hay que tenga estatutos y derechos tan justos como toda esta ley que hoy pongo delante de vosotros?
Mas a vosotros Jehová os tomó, y os ha sacado del horno de hierro, de Egipto, para que le seáis por pueblo, por heredad, como en este día.
Pues pregunta ahora acerca de los tiempos pasados que fueron antes de ti, desde el día en que Dios creó al hombre sobre la tierra; y desde un extremo del cielo hasta el otro, si se ha hecho cosa tan grande como ésta, o se ha oído algo como esto.
¿Ha oído pueblo alguno la voz de Dios, hablando de en medio del fuego, como tú la has oído, y ha sobrevivido?
¿O ha intentado Dios venir a tomar para sí una nación de en medio de otra nación, con pruebas, con señales, con milagros y con guerra, y mano fuerte y brazo extendido, y grandes terrores, como todo lo que hizo con vosotros Jehová vuestro Dios en Egipto ante tus ojos?
Para echar de delante de ti naciones grandes y más fuertes que tú, y para introducirte, y darte su tierra por heredad, como hoy.
Guarda el día sábado para santificarlo, como Jehová tu Dios te ha mandado.
Mas el séptimo día es el sábado de Jehová tu Dios: no harás en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún animal tuyo, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas; para que descanse tu siervo y tu sierva como tú.
Honra a tu padre y a tu madre, como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da.
Porque, ¿qué es toda carne, para que oiga la voz del Dios viviente que habla de en medio del fuego, como nosotros la oímos, y viva?
Mirad, pues, que hagáis como Jehová vuestro Dios os ha mandado: no os apartéis a derecha ni a izquierda;
Oye pues, oh Israel, y cuida de ponerlos por obra, para que te vaya bien, y seáis multiplicados, como te ha prometido Jehová el Dios de tus padres, en la tierra que fluye leche y miel.
No tentaréis a Jehová vuestro Dios, como lo tentasteis en Masah.
para echar a todos tus enemigos de delante de ti, como Jehová ha dicho.
Y nos mandó Jehová que ejecutásemos todos estos estatutos, y que temiésemos a Jehová nuestro Dios, para que nos vaya bien todos los días, y para preservarnos la vida, como hasta hoy.
Y tendremos justicia cuando cuidáremos de poner por obra todos estos mandamientos delante de Jehová nuestro Dios, como Él nos ha mandado.
Cuando dijeres en tu corazón: Estas naciones son más grandes que yo, ¿cómo las podré desarraigar?
y no meterás abominación en tu casa, para que no seas anatema como ello; del todo lo aborrecerás y lo abominarás; porque es anatema.
Reconoce asimismo en tu corazón, que como castiga el hombre a su hijo, así Jehová tu Dios te castiga.
Antes acuérdate de Jehová tu Dios; porque Él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día.
Como las naciones que Jehová destruirá delante de vosotros, así pereceréis; por cuanto no habréis atendido a la voz de Jehová vuestro Dios.
Sabe, pues, hoy que Jehová tu Dios es el que pasa delante de ti, fuego consumidor, que los destruirá y humillará delante de ti: y tú los echarás, y los destruirás luego, como Jehová te ha dicho.
Y me postré delante de Jehová, como antes, cuarenta días y cuarenta noches: no comí pan ni bebí agua, a causa de todo vuestro pecado que habíais cometido haciendo mal en ojos de Jehová para enojarlo.
Me postré, pues, delante de Jehová cuarenta días y cuarenta noches (como me había postrado antes) porque Jehová dijo que os había de destruir.
En aquel tiempo Jehová me dijo: Lábrate dos tablas de piedra como las primeras, y sube a mí al monte, y hazte un arca de madera;
E hice un arca de madera de acacia, y labré dos tablas de piedra como las primeras, y subí al monte con las dos tablas en mi mano.
Y volví y descendí del monte, y puse las tablas en el arca que había hecho; y allí están, como Jehová me mandó
Por lo cual Leví no tuvo parte ni heredad con sus hermanos: Jehová es su heredad, como Jehová tu Dios le dijo.)
Y yo estuve en el monte como los primeros días, cuarenta días y cuarenta noches; y Jehová me escuchó también esta vez, y no quiso Jehová destruirte.
Solamente de tus padres se agradó Jehová para amarlos, y escogió su simiente después de ellos, a vosotros, de entre todos los pueblos, como en este día.
Con setenta almas descendieron tus padres a Egipto; y ahora Jehová te ha hecho como las estrellas del cielo en multitud.
y lo que hizo al ejército de Egipto, a sus caballos y a sus carros; cómo hizo que las aguas del Mar Rojo cayeran sobre ellos cuando venían tras vosotros, y Jehová los destruyó hasta hoy;
y lo que hizo con Datán y Abiram, hijos de Eliab hijo de Rubén; cómo abrió la tierra su boca, y se tragó a ellos y a sus casas, y sus tiendas, y toda la hacienda que tenían en pie en medio de todo Israel.
Que la tierra a la cual entras para poseerla, no es como la tierra de Egipto de donde habéis salido, donde sembrabas tu simiente, y regabas con tu pie, como huerto de hortaliza.
para que sean aumentados vuestros días, y los días de vuestros hijos, sobre la tierra que juró Jehová a vuestros padres que les había de dar, como los días de los cielos sobre la tierra.
Nadie se sostendrá delante de vosotros; miedo y temor de vosotros pondrá Jehová vuestro Dios sobre la faz de toda la tierra que hollareis, como Él os ha dicho.
No haréis como todo lo que hacemos nosotros aquí ahora, cada uno hace lo que parece bien a sus propios ojos;
Con todo, podrás matar y comer carne en todas tus poblaciones conforme al deseo de tu alma, según la bendición de Jehová tu Dios que Él te habrá dado; el inmundo y el limpio la comerá, como la de corzo o de ciervo.
Salvo que sangre no comeréis; sobre la tierra la derramaréis como agua.
Cuando Jehová tu Dios ensanchare tu término, como Él te ha dicho, y tú dijeres: Comeré carne, porque deseó tu alma comerla, conforme a todo el deseo de tu alma comerás carne.
Cuando estuviere lejos de ti el lugar que Jehová tu Dios habrá escogido, para poner allí su nombre, matarás de tus vacas y de tus ovejas, que Jehová te hubiere dado, como te he mandado yo, y comerás en tus puertas según todo lo que deseare tu alma.
guárdate que no tropieces en pos de ellas, después que fueren destruidas delante de ti; no preguntes acerca de sus dioses, diciendo: ¿Cómo servían estas naciones a sus dioses? Así haré yo también.
Cuando te incitare tu hermano, hijo de tu madre, o tu hijo, o tu hija, o la esposa de tu seno, o tu amigo que sea como tu alma, diciendo en secreto: Vamos y sirvamos a dioses ajenos, que ni tú ni tus padres conocisteis,
Y no se pegará algo a tu mano del anatema; para que Jehová se aparte del furor de su ira y te muestre misericordia, y tenga compasión de ti, y te multiplique, como lo juró a tus padres,
Ya que Jehová tu Dios te habrá bendecido, como te ha dicho, prestarás entonces a muchas naciones, mas tú no tomarás prestado; y señorearás sobre muchas naciones, pero ellas no señorearán sobre ti.
En tus poblaciones lo comerás: el inmundo lo mismo que el limpio comerán de él, como de un corzo o de un ciervo.
Solamente que no comas su sangre: sobre la tierra la derramarás como agua.
Cuando hubieres entrado en la tierra que Jehová tu Dios te da, y la poseyeres, y habitares en ella, y dijeres: Pondré rey sobre mí, como todas las naciones que están en mis alrededores;
No tendrán, pues, heredad entre sus hermanos: Jehová es su heredad, como Él les ha dicho.
ministrará al nombre de Jehová su Dios, como todos sus hermanos los levitas que estuvieren allí delante de Jehová.
Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a Él oiréis:
Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y Él les hablará todo lo que yo le mande.
Y si dices en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que Jehová no ha hablado?
Como el que fue con su prójimo al monte a cortar leña, y poniendo fuerza con su mano en el hacha para cortar algún leño, saltó el hierro del cabo, y encontró a su prójimo, y murió; aquél huirá a una de estas ciudades, y vivirá;
Y si Jehová tu Dios ensanchare tu territorio, como lo juró a tus padres, y te diere toda la tierra que prometió dar a tus padres;
entonces haréis a él como él pensó hacer a su hermano; y quitarás el mal de en medio de ti.
Y los que quedaren oirán, y temerán, y no volverán más a hacer una mala cosa como ésta, en medio de ti.
Y los oficiales hablarán otra vez al pueblo, y dirán: ¿Quién es hombre medroso y apocado de corazón? Vaya, y vuélvase a su casa, y no apoque el corazón de sus hermanos, como el corazón suyo.
sino que del todo los destruirás; al heteo, al amorreo, al cananeo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo, como Jehová tu Dios te ha mandado;
y a la doncella no harás nada; la doncella no tiene culpa de muerte; porque como cuando alguno se levanta contra su prójimo, y le quita la vida, así es en este caso.
No traerás precio de ramera, ni precio de perro a la casa de Jehová tu Dios por ningún voto; porque abominación es a Jehová tu Dios así lo uno como lo otro.
Guárdate de llaga de lepra, observando diligentemente, y haciendo según todo lo que os enseñaren los sacerdotes levitas; cuidaréis de hacer como les he mandado.
Mira desde la morada de tu santidad, desde el cielo, y bendice a tu pueblo Israel, y a la tierra que nos has dado, como juraste a nuestros padres, tierra que fluye leche y miel.
Y Jehová te ha proclamado hoy para que le seas su peculiar pueblo como Él te lo había prometido; para que guardes todos sus mandamientos,
y para exaltarte sobre todas las naciones que Él hizo, para loor, y fama, y gloria; y para que seas pueblo santo a Jehová tu Dios, como Él ha dicho.
Y escribirás en ellas todas las palabras de esta ley, cuando hubieres pasado para entrar en la tierra que Jehová tu Dios te da, tierra que fluye leche y miel, como Jehová el Dios de tus padres te ha dicho.
Jehová te confirmará como un pueblo santo para sí, como te ha jurado, cuando guardares los mandamientos de Jehová tu Dios, y anduvieres en sus caminos.
Y palparás a mediodía, como palpa el ciego en la oscuridad, y no serás prosperado en tus caminos: y sólo serás oprimido y despojado todos los días, y no habrá quien te salve.
Jehová traerá contra ti una nación de lejos, desde lo último de la tierra, que vuele como águila, nación cuya lengua no entenderás;
Y quedaréis pocos en número, en lugar de haber sido como las estrellas del cielo en multitud; por cuanto no obedeciste a la voz de Jehová tu Dios.
Y será que tal como Jehová se gozó sobre vosotros para haceros bien, y para multiplicaros, así se gozará Jehová sobre vosotros para arruinaros, y para destruiros; y seréis arrancados de sobre la tierra, a la cual entráis para poseerla.
Y Jehová te hará volver a Egipto en navíos, por el camino del cual te ha dicho: Nunca más volveréis; y allí seréis vendidos a vuestros enemigos como esclavos y como esclavas, y no habrá quien os compre.
para confirmarte hoy por su pueblo, y que Él te sea a ti por Dios, de la manera que Él te ha dicho, y como Él lo juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob.
Porque vosotros sabéis cómo habitamos en la tierra de Egipto, y cómo hemos pasado a través de las naciones por las que habéis pasado;
(Azufre y sal, calcinada está toda su tierra; no será sembrada, ni producirá, ni crecerá en ella hierba alguna, como en la destrucción de Sodoma y de Gomorra, de Adma y de Zeboim, que Jehová destruyó en su furor y en su ira);
y Jehová los desarraigó de su tierra con ira, con furor y con gran indignación, y los echó a otra tierra, como sucede hoy.