'Cómo' en la Biblia
Por cuanto nuestro Evangelio no fue entre vosotros en palabra solamente, mas también en potencia, y en el Espíritu Santo, y en gran plenitud; como sabéis cuáles fuimos entre vosotros por causa de vosotros.
pues aun habiendo padecido antes, y sido afrentados en Filipos, como sabéis, tuvimos denuedo en nuestro Dios para anunciaros el Evangelio de Dios con mucha diligencia.
sino por haber sido aprobados de Dios para que se nos encargase el Evangelio, así hablamos; no como los que agradan a los hombres, sino a Dios, el cual prueba nuestros corazones.
Porque nunca fuimos lisonjeros en la palabra, como sabéis, ni tocados de avaricia; Dios es testigo;
ni buscamos de los hombres gloria, ni de vosotros, ni de otros, aunque podíamos seros carga como apóstoles de Cristo.
Antes fuimos blandos entre vosotros como la que cría, que regala a sus hijos.
así como sabéis de qué modo exhortábamos y consolábamos a cada uno de vosotros, como el padre a sus hijos,
y os encargábamos que anduvieseis como es digno de Dios, que os llamó a su Reino y gloria.
Por lo cual, también nosotros damos gracias a Dios sin cesar, de que habiendo recibido de nosotros la palabra para oír de Dios, la recibisteis no como palabra de hombres, sino (como a la verdad lo es) como palabra de Dios, la cual obra en vosotros los que creisteis.
Porque vosotros, hermanos, habéis sido imitadores en Cristo Jesús de las Iglesias de Dios que están en Judea; que habéis padecido también vosotros las mismas cosas de los de vuestra propia nación, como también ellos de los judíos;
Que aun estando con vosotros, os predecíamos que habíamos de pasar tribulaciones, como ha acontecido y lo sabéis.
Pero volviendo de vosotros a nosotros Timoteo, y haciéndonos saber buenas noticias de vuestra fe y caridad, y que siempre tenéis buena memoria de nosotros, deseando vernos, como también nosotros a vosotros.
Y a vosotros multiplique el Señor, y haga abundar la caridad entre vosotros, y para con todos, como es también de nosotros para con vosotros;
Resta pues, hermanos, que os roguemos y exhortemos en el Señor Jesús, que de la manera que fuisteis enseñados de nosotros de cómo os conviene andar, y agradar a Dios, así vayáis creciendo.
no con afecto de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios:
que ninguno oprima, ni calumnie en nada a su hermano; porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y protestado.
Tampoco, hermanos, queremos que ignoréis acerca de los que duermen. Que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.
porque vosotros sabéis bien, que el día del Señor vendrá como ladrón de noche,
que cuando dirán: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción de repente, como los dolores a la mujer encinta; y no escaparán.
Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os tome como ladrón;
Por tanto, no durmamos como los demás; antes velemos y seamos sobrios.
Por lo cual, consolaos y edificaos los unos a los otros, así como lo hacéis.