43 Versículo de la Biblia sobre La esperanza, la naturaleza de
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¿O lo dice enteramente por nosotros? Sí, ciertamente por nosotros está escrito; porque con esperanza ha de arar el que ara; y el que trilla, con esperanza de participar de lo que espera.
Esto te escribo, con la esperanza que vendré pronto a ti,
Y si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué gracia tenéis? Porque también los pecadores prestan a los pecadores, para recibir otro tanto.
Esperando también con esto, que de parte de Pablo le sería dado dinero para que le soltase; por lo cual, haciéndole venir muchas veces, hablaba con él.
cuando partiere para España, iré a vosotros, porque espero veros en mi jornada, y que seré encaminado por vosotros hacia allá, si en parte primero hubiere disfrutado de vuestra compañía.
Pero yo de nada de esto me he aprovechado; ni tampoco he escrito esto para que se haga así conmigo; porque prefiero morir, antes que nadie haga vana esta mi gloria.
Porque no quiero ahora veros de paso; pues espero estar con vosotros algún tiempo, si el Señor lo permite.
Porque no os escribimos otras cosas de las que leéis, o también reconocéis; y espero que aun hasta el fin las reconoceréis; como también en parte nos habéis reconocido, que somos vuestra gloria, así como también vosotros seréis la nuestra en el día del Señor Jesús.
Conociendo, pues, el temor del Señor, persuadimos a los hombres, mas a Dios somos manifiestos; y espero que también en vuestras conciencias seamos manifiestos.
¡Quiera Dios que toleraseis un poco mi locura! En verdad, toleradme.
Mas espero en el Señor Jesús enviaros pronto a Timoteo, para que yo también esté de buen ánimo, al saber vuestro estado;
Volveos, hijas mías, e idos; que yo ya soy vieja para ser para varón. Y aunque dijese: Esperanza tengo; y esta noche estuviese con marido, y aun diere a luz hijos;
Y ella dijo: ¿Pedí yo hijo a mi señor? ¿No dije yo: No me Engañes?
Castiga a tu hijo en tanto que hay esperanza, y no dejes que tu alma se detenga por causa de su llanto.
por si de alguna manera provocase a celos a los que son de mi carne, e hiciese salvos a algunos de ellos.
Vanidad es el caballo para salvarse; no librará por la grandeza de su fuerza.
Así dice Jehová de los ejércitos: No escuchéis las palabras de los profetas que os profetizan: os hacen vanos; hablan visión de su corazón, no de la boca de Jehová.
Tales son los caminos de todos los que se olvidan de Dios; y la esperanza del impío perecerá: Porque su esperanza será cortada, y aquello en que confía será tela de araña.
Pero los ojos de los malos se consumirán, y no tendrán refugio; y su esperanza será como el dar el último suspiro.
¿Has visto hombre sabio en su propia opinión? Más esperanza hay del necio que de él.
¿Has visto hombre ligero en sus palabras? Más esperanza hay del necio que de él.
Todos los que los hallaban, los comían; y decían sus enemigos: No pecamos, porque ellos pecaron contra Jehová morada de justicia, contra Jehová, esperanza de sus padres.
A los ricos de este mundo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas inciertas, sino en el Dios vivo, quien nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.
Cuando esperaba yo el bien, entonces vino el mal; y cuando esperaba luz, la oscuridad vino.
Esperamos paz, y no hubo bien; tiempo de sanidad, y he aquí turbación.
Miraron los caminantes de Tema, los caminantes de Seba esperaron en ellas; Pero fueron avergonzados por su esperanza; porque vinieron hasta ellas, y se hallaron confusos.
Porque si el árbol fuere cortado, aún queda de él esperanza; retoñará aún, y sus renuevos no faltarán. Si se envejeciere en la tierra su raíz, y su tronco fuere muerto en el polvo, al percibir el agua reverdecerá, y echará renuevos como planta nueva.Leer más.
Pero el hombre muere, y es cortado; Perece el hombre, ¿y dónde está él? Como las aguas se van del mar, y el río se agota y se seca. Así el hombre yace, y no vuelve a levantarse; hasta que no haya cielo no despertarán, ni se levantarán de su sueño.
Me arruinó por todos lados, y perezco; y ha hecho pasar mi esperanza como árbol arrancado.
Porque ¿cuál es la esperanza del impío, por mucho que hubiere robado, cuando Dios requiera su alma?
Porque el sepulcro no te exaltará, ni te alabará la muerte; ni los que descienden a la fosa esperarán tu verdad.
Dad gloria a Jehová Dios vuestro, antes que haga venir tinieblas, y antes que vuestros pies tropiecen en montes de oscuridad, y esperéis luz, y os la torne en sombra de muerte y tinieblas.
¿Has desechado enteramente a Judá? ¿Ha aborrecido tu alma a Sión? ¿Por qué nos hiciste herir sin que haya curación para nosotros? Esperamos paz, y no hubo bien; tiempo de sanidad, y he aquí turbación.
Y dije: Perecieron mis fuerzas, y mi esperanza de Jehová.
Me dijo luego: Hijo de hombre, todos estos huesos son la casa de Israel. He aquí, ellos dicen: Nuestros huesos se secaron, y pereció nuestra esperanza, y somos del todo talados.
Ascalón verá, y temerá; Gaza también, y se dolerá en gran manera: asimismo Ecrón, porque su esperanza será confundida; y de Gaza perecerá el rey, y Ascalón no será habitada.
Pero nosotros esperábamos que Él era el que había de redimir a Israel, y además de todo esto, hoy es el tercer día que estas cosas acontecieron.
Mas no quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.
La esperanza de los justos es alegría; mas la esperanza de los impíos perecerá.
Cuando muere el hombre impío, perece su esperanza; y la expectativa de los malos perecerá.
No te impacientes a causa de los malignos, ni tengas envidia de los impíos; porque para el malo no habrá buen fin, y la lámpara de los impíos será apagada.
Y acechándole enviaron espías que se fingiesen justos, para sorprenderle en palabras, y así poder entregarle a la potestad y autoridad del gobernador.
Y Herodes, viendo a Jesús, se gozó mucho, pues hacía mucho que deseaba verle; porque había oído de Él muchas cosas, y tenía esperanza que le vería hacer algún milagro.
Y viendo sus amos que había salido la esperanza de su ganancia, prendieron a Pablo y a Silas, y los trajeron al foro, ante las autoridades;