'Del' en la Biblia
Por tanto no te avergüences de dar testimonio del Señor nuestro, ni de mí, que estoy preso por él; antes sé participante de los trabajos del Evangelio por el poder de Dios,
del cual yo soy puesto predicador, y apóstol, y maestro de los gentiles.
Concédale el Señor que halle misericordia cerca del Señor en aquel día. Y cuánto nos ayudó en Efeso, tú lo sabes mejor.
Esto aconseja, protestando delante del Señor. No tengas contienda en palabras, que para nada aprovecha, antes trastorna a los oyentes.
Así que, el que se limpiare de estas cosas, será vaso para honra, santificado, y útil para los usos del Señor, y aparejado para toda buena obra.
Que el siervo del Señor no debe ser litigioso, sino manso para con todos, apto para enseñar, sufrido;
Y se conviertan del lazo del diablo, en que están cautivos, para hacer su voluntad.
Requiero yo, pues, delante de Dios, y del Señor Jesús el Cristo, que ha de juzgar a los vivos y los muertos en su manifestación y en su Reino.
Tú por tanto vela en todo, trabaja, haz la obra del evangelista, cumple tu ministerio,
Mas el Señor me ayudó, y me esforzó para que por mí fuera cumplida la predicación, y todos los gentiles oyeran; y fui librado de la boca del león.
Procura venir antes del invierno. Eubulo te saluda, y Pudente, Lino, Claudia, y todos los hermanos.