'Del' en la Biblia
Vino palabra del SEÑOR a Jonás, hijo de Amitai, diciendo:
Pero Jonás se levantó para huir a Tarsis, {lejos} de la presencia del SEÑOR. Y descendiendo a Jope, encontró un barco que iba a Tarsis, pagó el pasaje y entró en él para ir con ellos a Tarsis, {lejos} de la presencia del SEÑOR.
Los marineros tuvieron miedo y cada uno clamaba a su dios; y arrojaron al mar la carga que estaba en el barco para aligerarlo. Pero Jonás había bajado a la bodega del barco, se había acostado y dormía profundamente.
Y él les respondió: Soy hebreo, y temo al SEÑOR Dios del cielo, que hizo el mar y la tierra.
Los hombres se atemorizaron en gran manera y le dijeron: ¿Qué es esto que has hecho? Porque ellos sabían que él huía de la presencia del SEÑOR, por lo que él les había declarado.
Y el SEÑOR dispuso un gran pez que se tragara a Jonás; y Jonás estuvo en el vientre del pez tres días y tres noches.
Entonces oró Jonás al SEÑOR su Dios desde el vientre del pez,
y dijo: En mi angustia clamé al SEÑOR, y El me respondió. Desde el seno del Seol pedí auxilio, y tú escuchaste mi voz;
Cuando en mí desfallecía mi alma, del SEÑOR me acordé; y mi oración llegó hasta ti, hasta tu santo templo.
mas yo con voz de acción de gracias te ofreceré sacrificios. Lo que prometí, pagaré. La salvación es del SEÑOR.
Vino palabra del SEÑOR por segunda vez a Jonás, diciendo:
Y Jonás se levantó y fue a Nínive conforme a la palabra del SEÑOR. Y Nínive era una ciudad sumamente grande, de un recorrido de tres días.
E hizo proclamar y anunciar en Nínive, por decreto del rey y de sus grandes, diciendo: Ni hombre ni bestia, ni buey ni oveja prueben cosa alguna; no pasten ni beban agua,
Y vio Dios sus acciones, que se habían apartado de su mal camino; entonces se arrepintió Dios del mal que había dicho que les haría, y no {lo} hizo.
Y oró al SEÑOR, y dijo: ¡Ah SEÑOR! ¿No era esto lo que yo decía cuando aún estaba en mi tierra? Por eso me anticipé a huir a Tarsis, porque sabía yo que tú eres un Dios clemente y compasivo lento para la ira y rico en misericordia, y que te arrepientes del mal {con que amenazas}.
Pero Dios dispuso que un gusano al rayar el alba del día siguiente atacara la planta, y {ésta} se secó.