'Del' en la Biblia
Sucedió después de la muerte de Moisés, siervo del SEÑOR, que el SEÑOR habló a Josué, hijo de Nun, y ayudante de Moisés, diciendo:
Desde el desierto y este Líbano hasta el gran río, el río Eufrates, toda la tierra de los hititas hasta el mar Grande {que está} hacia la puesta del sol, será vuestro territorio.
Pasad por medio del campamento y ordenad al pueblo, diciendo: ``Preparad provisiones para vosotros, porque dentro de tres días cruzaréis el Jordán para entrar a poseer la tierra que el SEÑOR vuestro Dios os da en posesión."
Recordad la palabra que Moisés, siervo del SEÑOR, os dio, diciendo: ``El SEÑOR vuestro Dios os da reposo y os dará esta tierra."
Vuestras mujeres, vuestros pequeños y vuestro ganado permanecerán en la tierra que Moisés os dio al otro lado del Jordán; pero vosotros, todos los valientes guerreros, pasaréis en orden de batalla delante de vuestros hermanos, y los ayudaréis,
hasta que el SEÑOR dé reposo a vuestros hermanos como a vosotros, y ellos también posean la tierra que el SEÑOR vuestro Dios les da. Entonces volveréis a vuestra tierra y poseeréis lo que Moisés, siervo del SEÑOR, os dio al otro lado del Jordán hacia el oriente.
Porque hemos oído cómo el SEÑOR secó el agua del mar Rojo delante de vosotros cuando salisteis de Egipto, y de lo que hicisteis a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán, a Sehón y a Og, a quienes destruisteis por completo.
Pero si divulgas nuestro propósito, quedaremos libres del juramento que nos has hecho jurar.
Y sucedió que al cabo de tres días los oficiales pasaron por medio del campamento;
y dieron órdenes al pueblo, diciendo: Cuando veáis el arca del pacto del SEÑOR vuestro Dios y a los sacerdotes levitas llevándola, partiréis de vuestro lugar y la seguiréis.
Y habló Josué a los sacerdotes, diciendo: Tomad el arca del pacto y pasad delante del pueblo. Y ellos tomaron el arca del pacto y fueron delante del pueblo.
Además, ordenarás a los sacerdotes que llevan el arca del pacto, diciendo: ``Cuando lleguéis a la orilla de las aguas del Jordán, os detendréis en el Jordán."
Entonces Josué dijo a los hijos de Israel: Acercaos y oíd las palabras del SEÑOR vuestro Dios.
He aquí, el arca del pacto del Señor de toda la tierra va a pasar el Jordán delante de vosotros.
Y sucederá que cuando las plantas de los pies de los sacerdotes que llevan el arca del SEÑOR, el Señor de toda la tierra, se asienten en las aguas del Jordán, las aguas del Jordán quedarán cortadas, {y} las aguas que fluyen de arriba se detendrán en un montón.
Y aconteció que cuando el pueblo salió de sus tiendas para pasar el Jordán con los sacerdotes llevando el arca del pacto delante del pueblo,
y cuando los que llevaban el arca entraron en el Jordán y los pies de los sacerdotes que llevaban el arca se mojaron en la orilla del agua (porque el Jordán se desborda por todas sus riberas todos los días de la cosecha),
Y los sacerdotes que llevaban el arca del pacto del SEÑOR estuvieron en tierra seca en medio del Jordán mientras que todo Israel cruzaba sobre tierra seca, hasta que todo el pueblo acabó de pasar el Jordán.
Escoged doce hombres del pueblo, uno de cada tribu,
y ordenadles, diciendo: ``Tomad doce piedras de aquí, de en medio del Jordán, del lugar donde los pies de los sacerdotes están firmes, y llevadlas con vosotros y colocadlas en el alojamiento donde habéis de pasar la noche."
y Josué les dijo: Pasad delante del arca del SEÑOR vuestro Dios al medio del Jordán, y alce cada uno una piedra sobre su hombro, de acuerdo con el número de las tribus de los hijos de Israel.
les diréis: ``Es que las aguas del Jordán quedaron cortadas delante del arca del pacto del SEÑOR; cuando ésta pasó el Jordán, las aguas del Jordán quedaron cortadas." Así que estas piedras servirán como recuerdo a los hijos de Israel para siempre.
Y lo hicieron así los hijos de Israel, tal como Josué ordenó, y alzaron doce piedras de en medio del Jordán, como el SEÑOR dijo a Josué, según el número de las tribus de los hijos de Israel; y las llevaron consigo al alojamiento y allí las depositaron.
Entonces Josué levantó doce piedras en medio del Jordán, en el lugar donde habían estado los pies de los sacerdotes que llevaban el arca del pacto, y allí permanecen hasta hoy.
Porque los sacerdotes que llevaban el arca estuvieron parados en medio del Jordán hasta que se cumpliera todo lo que el SEÑOR había mandado a Josué que dijera al pueblo, de acuerdo con todo lo que Moisés había mandado a Josué. Y el pueblo se apresuró y pasó;
y sucedió que cuando todo el pueblo había acabado de pasar, el arca del SEÑOR y los sacerdotes pasaron delante del pueblo.
como cuarenta mil, equipados para la guerra, pasaron delante del SEÑOR hacia los llanos de Jericó, {listos} para la batalla.
Ordena a los sacerdotes que llevan el arca del testimonio que suban del Jordán.
Y sucedió que cuando los sacerdotes que llevaban el arca del pacto del SEÑOR subieron de en medio del Jordán, y las plantas de los pies de los sacerdotes salieron a tierra seca, las aguas del Jordán volvieron a su lugar y corrieron sobre todas sus riberas como antes.
El pueblo subió del Jordán el día diez del mes primero y acamparon en Gilgal al lado oriental de Jericó.
Y aquellas doce piedras que habían sacado del Jordán, Josué las erigió en Gilgal.
Porque el SEÑOR vuestro Dios secó las aguas del Jordán delante de vosotros hasta que pasasteis, tal como el SEÑOR vuestro Dios había hecho al mar Rojo, el cual El secó delante de nosotros hasta que pasamos,
para que todos los pueblos de la tierra conozcan que la mano del SEÑOR es poderosa, a fin de que temáis al SEÑOR vuestro Dios para siempre.
Y aconteció que cuando todos los reyes de los amorreos que {estaban} al otro lado del Jordán hacia el occidente, y todos los reyes de los cananeos que {estaban} junto al mar, oyeron cómo el SEÑOR había secado las aguas del Jordán delante de los hijos de Israel hasta que ellos habían pasado, sus corazones se acobardaron, y ya no había aliento en ellos a causa de los hijos de Israel.
Esta es la razón por la cual Josué los circuncidó: todos los del pueblo que salieron de Egipto que eran varones, todos los hombres de guerra, murieron en el desierto, por el camino, después que salieron de Egipto.
Porque todos los del pueblo que salieron fueron circuncidados, pero todos los del pueblo que nacieron en el desierto, por el camino, después de salir de Egipto, no habían sido circuncidados.
Pues los hijos de Israel anduvieron por el desierto cuarenta años, hasta que pereció toda la nación, {es decir,} los hombres de guerra que salieron de Egipto, porque no escucharon la voz del SEÑOR; a ellos el SEÑOR les juró que no les permitiría ver la tierra que el SEÑOR había jurado a sus padres que nos daría, una tierra que mana leche y miel.
Estando los hijos de Israel acampados en Gilgal, celebraron la Pascua en la noche del día catorce del mes en los llanos de Jericó.
Y el día después de la Pascua, ese mismo día, comieron del producto de la tierra, panes sin levadura y cereal tostado.
Y el maná cesó el día después que habían comido del producto de la tierra, y los hijos de Israel no tuvieron más maná, sino que comieron del producto de la tierra de Canaán durante aquel año.
Y él respondió: No; más bien yo vengo ahora {como} capitán del ejército del SEÑOR. Y Josué se postró en tierra, le hizo reverencia, y dijo: ¿Qué dice mi señor a su siervo?
Entonces el capitán del ejército del SEÑOR dijo a Josué: Quítate las sandalias de tus pies, porque el lugar donde estás es santo. Y así lo hizo Josué.
Y siete sacerdotes llevarán siete trompetas de cuerno de carnero delante del arca; y al séptimo día marcharéis alrededor de la ciudad siete veces, y los sacerdotes tocarán las trompetas.
Y Josué, hijo de Nun, llamó a los sacerdotes, y les dijo: Tomad el arca del pacto, y que siete sacerdotes lleven siete trompetas de cuerno de carnero delante del arca del SEÑOR.
Entonces dijo al pueblo: Pasad, y marchad alrededor de la ciudad, y que los hombres armados vayan delante del arca del SEÑOR.
Y sucedió que después que Josué había hablado al pueblo, los siete sacerdotes que llevaban las siete trompetas de cuerno de carnero delante del SEÑOR, se adelantaron y tocaron las trompetas; y el arca del pacto del SEÑOR los seguía.
Los hombres armados iban delante de los sacerdotes que tocaban las trompetas, y la retaguardia iba detrás del arca, mientras ellos continuaban tocando las trompetas.
Así hizo que el arca del SEÑOR fuera alrededor de la ciudad, rodeándo{la} una vez; entonces volvieron al campamento, y pasaron la noche en el campamento.
Y Josué se levantó muy de mañana, y los sacerdotes tomaron el arca del SEÑOR.
Y los siete sacerdotes llevando las siete trompetas de cuerno de carnero iban delante del arca del SEÑOR, andando continuamente y tocando las trompetas; y los hombres armados iban delante de ellos y la retaguardia iba detrás del arca del SEÑOR mientras ellos seguían tocando las trompetas.
Pero en cuanto a vosotros, guardaos ciertamente de las cosas dedicadas al anatema, no sea que {las} codiciéis y tomando de las cosas del anatema, hagáis maldito el campamento de Israel y traigáis desgracia sobre él.
Mas toda la plata y el oro, y los utensilios de bronce y de hierro, están consagrados al SEÑOR; entrarán en el tesoro del SEÑOR.
Entraron, pues, los jóvenes espías y sacaron a Rahab, a su padre, a su madre, a sus hermanos y todo lo que poseía; también sacaron a todos sus parientes, y los colocaron fuera del campamento de Israel.
Y prendieron fuego a la ciudad y a todo lo que en ella había. Sólo pusieron en el tesoro de la casa del SEÑOR, la plata, el oro y los utensilios de bronce y de hierro.
Entonces Josué les hizo un juramento en aquel tiempo, diciendo: Maldito sea delante del SEÑOR el hombre que se levante y reedifique esta ciudad de Jericó; con {la pérdida de} su primogénito echará su cimiento, y con {la pérdida de} su hijo menor colocará sus puertas.
Mas los hijos de Israel fueron infieles en cuanto al anatema, porque Acán, hijo de Carmi, hijo de Zabdi, hijo de Zera, de la tribu de Judá, tomó de las cosas dedicadas al anatema; y la ira del SEÑOR se encendió contra los hijos de Israel.
Así que subieron allá unos tres mil hombres del pueblo, pero huyeron ante los hombres de Hai.
Y los hombres de Hai hirieron de ellos a unos treinta y seis hombres, y los persiguieron desde la puerta hasta Sebarim, y los derrotaron en la bajada; y el corazón del pueblo desfalleció y se hizo como agua.
Entonces Josué rasgó sus vestidos y postró su rostro en tierra delante del arca del SEÑOR hasta el anochecer, él y los ancianos de Israel; y echaron polvo sobre sus cabezas.
Y Josué dijo: ¡Ah, Señor DIOS! ¿Por qué hiciste pasar a este pueblo el Jordán, para entregarnos después en manos de los amorreos y destruirnos? ¡Ojalá nos hubiéramos propuesto habitar al otro lado del Jordán!
``Y será que el {hombre} que sea sorprendido con las cosas dedicadas al anatema será quemado, él y todo lo que le pertenece, porque ha quebrantado el pacto del SEÑOR, y ha cometido infamia en Israel."
Y los sacaron de la tienda, los llevaron a Josué y a todos los hijos de Israel, y los pusieron delante del SEÑOR.
Y levantaron sobre él un gran montón de piedras que permanece hasta hoy; y el SEÑOR se volvió del furor de su ira. Por eso se ha llamado aquel lugar el valle de Acor hasta el día de hoy.
Y será que cuando hayáis tomado la ciudad, le prenderéis fuego. {Lo} haréis conforme a la palabra del SEÑOR. Mirad que yo os lo he mandado.
Y apostaron al pueblo: todo el ejército que {estaba} al norte de la ciudad, y su retaguardia {que estaba} al occidente de la ciudad. Y Josué pasó aquella noche en medio del valle.
Y aconteció que al ver {esto} el rey de Hai, los hombres de la ciudad se apresuraron, se levantaron temprano y salieron para enfrentarse a Israel en batalla, él y todo su pueblo, en el lugar señalado frente a la llanura del desierto; pero no sabía que {había} una emboscada contra él por detrás de la ciudad.
Y Josué y todo Israel se fingieron vencidos delante de ellos, y huyeron camino del desierto.
Y colgó al rey de Hai en un árbol hasta la tarde; y a la puesta del sol Josué dio orden que bajaran su cadáver del árbol; lo arrojaron a la entrada de la puerta de la ciudad y levantaron sobre él un gran montón de piedras {que permanece} hasta el día de hoy.
tal como Moisés, siervo del SEÑOR, había ordenado a los hijos de Israel, como está escrito en el libro de la ley de Moisés, un altar de piedras sin labrar, sobre las cuales nadie había alzado {herramienta} de hierro; y sobre él ofrecieron holocaustos al SEÑOR, y sacrificaron ofrendas de paz.
Todo Israel, con sus ancianos, oficiales y jueces, estaba de pie a ambos lados del arca delante de los sacerdotes levitas que llevaban el arca del pacto del SEÑOR, tanto el forastero como el nativo. La mitad de ellos {estaba} frente al monte Gerizim, y la otra mitad frente al monte Ebal, tal como Moisés, siervo del SEÑOR, había ordenado la primera vez, para que bendijeran al pueblo de Israel.
Y aconteció que cuando se enteraron todos los reyes que {estaban} al otro lado del Jordán, en los montes, en los valles y en toda la costa del mar Grande hacia el Líbano, {los reyes} de los hititas, amorreos, cananeos, ferezeos, heveos y jebuseos,
Y le dijeron: Tus siervos han venido de un país muy lejano a causa de la fama del SEÑOR tu Dios; porque hemos oído hablar de El, de todo lo que hizo en Egipto,
y de todo lo que hizo a los dos reyes de los amorreos que {estaban} al otro lado del Jordán, a Sehón, rey de Hesbón, y a Og, rey de Basán, que {estaba} en Astarot.
Estos odres de vino que llenamos eran nuevos, y he aquí, están rotos; y estos vestidos nuestros y nuestras sandalias están gastados a causa de lo muy largo del camino.
Y los hombres {de Israel} tomaron de sus provisiones, y no pidieron el consejo del SEÑOR.
Y aquel día Josué los hizo leñadores y aguadores para la congregación y para el altar del SEÑOR, en el lugar que {el S{EÑOR}} escogiera, hasta el día de hoy.
Y sucedió que mientras huían delante de Israel, {cuando} estaban en la bajada de Bet-horón, el SEÑOR arrojó desde el cielo grandes piedras sobre ellos hasta Azeca, y murieron; y {fueron} más los que murieron por las piedras del granizo que los que mataron a espada los hijos de Israel.
Y el sol se detuvo, y la luna se paró, hasta que la nación se vengó de sus enemigos. ¿No está esto escrito en el libro de Jaser? Y el sol se detuvo en medio del cielo y no se apresuró a ponerse como por un día entero.
Y sucedió que a la hora de la puesta del sol, Josué dio órdenes y los bajaron de los árboles, y los echaron en la cueva donde se habían escondido; y sobre la boca de la cueva pusieron grandes piedras {que permanecen} hasta el día de hoy.
al cananeo {que estaba} al oriente y al occidente, al amorreo, al hitita, al ferezeo y al jebuseo en la región montañosa, y al heveo al pie del Hermón en la tierra de Mizpa.
Y salieron ellos, y todos sus ejércitos con ellos, tanta gente como la arena que está a la orilla del mar, con muchísimos caballos y carros.
Y tomó Josué todas las ciudades de estos reyes, y a todos sus reyes los hirió a filo de espada {y} los destruyó por completo; tal como Moisés, siervo del SEÑOR, había ordenado.
desde el monte de Halac, que se levanta hacia Seir, hasta Baal-gad en el valle del Líbano, al pie del monte Hermón. Capturó a todos sus reyes, los hirió y los mató.
Porque fue {la intención} del SEÑOR endurecer el corazón de ellos, para que se enfrentaran en batalla con Israel, a fin de que fueran destruidos por completo, sin que tuviera piedad de ellos y los exterminara, tal como el SEÑOR había ordenado a Moisés.
Estos, pues, son los reyes de la tierra a quienes los hijos de Israel derrotaron, y cuya tierra poseyeron al otro lado del Jordán, hacia el oriente, desde el valle del Arnón hasta el monte Hermón, y todo el Arabá hacia el oriente:
Sehón, rey de los amorreos, que habitaba en Hesbón {y} gobernaba desde Aroer, que está al borde del valle del Arnón, el medio del valle y la mitad de Galaad, y hasta el arroyo de Jaboc, frontera de los hijos de Amón;
y el Arabá hasta el mar de Cineret hacia el oriente, y hasta el mar de Arabá, el mar Salado, al oriente hacia Bet-jesimot, y al sur, al pie de las laderas del Pisga;
y gobernaba en el monte Hermón, en Salca y en todo Basán, hasta las fronteras del gesureo y del maacateo, y la mitad de Galaad, {hasta} la frontera de Sehón, rey de Hesbón.
{A éstos} Moisés, siervo del SEÑOR, y los hijos de Israel los derrotaron; y Moisés, siervo del SEÑOR, dio su tierra en posesión a los rubenitas, a los gaditas y a la media tribu de Manasés.
Estos, pues, son los reyes de la tierra que Josué y los hijos de Israel derrotaron al otro lado del Jordán, hacia el occidente, desde Baal-gad en el valle del Líbano hasta el monte Halac que se levanta hacia Seir; y Josué dio la tierra en posesión a las tribus de Israel según sus divisiones,
y la tierra de los giblitas, y todo el Líbano hacia el oriente, desde Baal-gad al pie del monte Hermón, hasta Lebo-hamat.
Los rubenitas y los gaditas con la otra media tribu habían recibido {ya} su heredad, la cual Moisés les había dado al otro lado del Jordán, hacia el oriente, tal como se {la} había dado Moisés, siervo del SEÑOR:
desde Aroer, que está a la orilla del valle del Arnón, con la ciudad que está en medio del valle, y toda la llanura de Medeba, hasta Dibón;
todo el reino de Og en Basán, el cual reinaba en Astarot y en Edrei (sólo él quedaba del remanente de los refaítas); porque Moisés los hirió y los desposeyó.
Y el territorio de ellos fue desde Aroer, que está a la orilla del valle del Arnón, con la ciudad que está en medio del valle, y toda la llanura hasta Medeba;
y en el valle, Bet-aram, Bet-nimra, Sucot y Zafón, el resto del reino de Sehón, rey de Hesbón, {con} el Jordán como límite, hasta el extremo del mar de Cineret al otro lado del Jordán, al oriente.