'Diciendo' en la Biblia
Cuando Lo vi, caí como muerto a Sus pies. Y El puso Su mano derecha sobre mí, diciendo: ``No temas, Yo soy el Primero y el Ultimo,
los veinticuatro ancianos se postran delante de Aquél que está sentado en el trono, y adoran a Aquél que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo:
Y cantaban un cántico nuevo, diciendo: ``Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque Tú fuiste inmolado, y con Tu sangre compraste (redimiste) para Dios {a gente} de toda tribu, lengua, pueblo y nación.
diciendo: `` ¡Amén! La bendición, la gloria, la sabiduría, la acción de gracias, el honor, el poder y la fortaleza, {sean} a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén."
diciendo: ``Te damos gracias, oh Señor Dios Todopoderoso, el que eres y el que eras, porque has tomado Tu gran poder y has comenzado a reinar.
Adoraron al dragón, porque había dado autoridad a la bestia. Adoraron a la bestia, diciendo: `` ¿Quién es semejante a la bestia, y quién puede luchar contra ella?"
Además engaña a los que moran en la tierra a causa de las señales que se le concedió hacer en presencia de la bestia, diciendo a los moradores de la tierra que hagan una imagen de la bestia que tenía la herida de la espada y que ha vuelto a vivir.
Lo siguió otro ángel, el segundo, diciendo: `` ¡Cayó, cayó la gran Babilonia!, la que ha hecho beber a todas las naciones del vino de la pasión (del furor) de su inmoralidad."
Entonces los siguió otro ángel, el tercero, diciendo a gran voz: ``Si alguien adora a la bestia y a su imagen, y recibe una marca en su frente o en su mano,
Entonces otro ángel, el que tiene poder sobre el fuego, salió del altar, y llamó con gran voz al que tenía la hoz afilada, diciéndo{le:} ``Mete tu hoz afilada y vendimia los racimos de la vid de la tierra, porque sus uvas están maduras."
Y cantaban el cántico de Moisés, siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: `` ¡Grandes y maravillosas son Tus obras, oh Señor Dios, Todopoderoso! ¡Justos y verdaderos son Tus caminos, oh Rey de las naciones!
y diciendo: ` ¡Ay, ay, la gran ciudad, que estaba vestida de lino fino, púrpura y escarlata, y adornada de oro, piedras preciosas y perlas!
Entonces un ángel poderoso tomó una piedra, como una gran piedra de molino, y la arrojó al mar, diciendo: ``Así será derribada con violencia Babilonia, la gran ciudad, y nunca más será hallada.
Vi a un ángel que estaba de pie en el sol. Clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: ``Vengan, congréguense para la gran cena de Dios,
Vino uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las últimas siete plagas, y habló conmigo, diciendo: ``Ven, te mostraré la novia, la esposa del Cordero."