'Dijeron' en la Biblia
Y vieron los espías a un hombre que salía de la ciudad y le dijeron: Te rogamos que nos muestres la entrada de la ciudad y te trataremos con misericordia.
Después de haber salido, vinieron los siervos y miraron, y he aquí, las puertas de la sala de la terraza tenían pasado el cerrojo, y dijeron: Sin duda está haciendo su necesidad en la sala de verano.
Y se dijeron unos a otros: ¿Quién ha hecho esto? Y cuando buscaron e inquirieron, dijeron: Gedeón, hijo de Joás, ha hecho esto.
Entonces los hombres de la ciudad dijeron a Joás: Saca a tu hijo para que muera, porque ha derribado el altar de Baal, y ciertamente ha cortado la Asera que estaba a su lado.
Entonces los hombres de Efraín le dijeron: ¿Qué es esto que nos has hecho, al no llamarnos cuando fuiste a pelear contra Madián? Y lo criticaron duramente.
Y los jefes de Sucot dijeron: ¿Están ya las manos de Zeba y Zalmuna en tu poder, para que demos pan a tu ejército?
Entonces Zeba y Zalmuna dijeron: Levántate tú y cae sobre nosotros; porque como es el hombre, así es su fortaleza. Y se levantó Gedeón y mató a Zeba y a Zalmuna, y tomó los adornos de media luna que sus camellos llevaban al cuello.
Y los hombres de Israel dijeron a Gedeón: Reina sobre nosotros, tú y tus hijos, y también el hijo de tu hijo, porque nos has librado de la mano de Madián.
Y ellos dijeron: De cierto {te los} daremos. Y tendieron un manto, y cada uno de ellos echó allí un zarcillo de su botín.
Y los parientes de su madre hablaron todas estas palabras por él a oídos de todos los habitantes de Siquem; y ellos se inclinaron a seguir a Abimelec, porque dijeron: Es pariente nuestro.
Una vez los árboles fueron a ungir un rey sobre ellos, y dijeron al olivo: ``Reina sobre nosotros."
Entonces los árboles dijeron a la higuera: ``Ven, reina sobre nosotros."
Después los árboles dijeron a la vid: ``Ven tú, reina sobre nosotros."
Dijeron entonces todos los árboles a la zarza: ``Ven tú, reina sobre nosotros."
Y le dijeron a Abimelec que todos los habitantes de la torre de Siquem estaban reunidos.
Y el pueblo, los jefes de Galaad, se dijeron unos a otros: ¿Quién es el hombre que comenzará la batalla contra los hijos de Amón? El será caudillo de todos los habitantes de Galaad.
Y la mujer de Galaad le dio hijos; y cuando los hijos de su mujer crecieron, echaron fuera a Jefté, y le dijeron: No tendrás heredad en la casa de nuestro padre, porque eres hijo de otra mujer.
Y dijeron a Jefté: Ven y sé nuestro jefe para que peleemos contra los hijos de Amón.
Y los ancianos de Galaad dijeron a Jefté: Por esta causa hemos vuelto a ti: para que vengas con nosotros y pelees contra los hijos de Amón y seas jefe sobre todos los habitantes de Galaad.
Y los ancianos de Galaad dijeron a Jefté: El SEÑOR es testigo entre nosotros; ciertamente haremos como has dicho.
que le dijeron: Así dice Jefté: ``Israel no tomó la tierra de Moab, ni la tierra de los hijos de Amón.
Los hombres de Efraín se reunieron y cruzaron {el Jordán} hacia el norte, y dijeron a Jefté: ¿Por qué cruzaste a pelear contra los hijos de Amón sin llamarnos para que fuéramos contigo? Quemaremos tu casa sobre ti.
Pero si no podéis declarármelo, entonces vosotros me daréis treinta vestidos de lino y treinta mudas de ropa. Y ellos le dijeron: Propón tu enigma, para que lo escuchemos.
Y al cuarto día dijeron a la mujer de Sansón: Induce a tu marido a que nos declare el enigma, o te quemaremos a fuego a ti y a la casa de tu padre. Nos habéis invitado para empobrecernos. ¿No es {así?}
Y al séptimo día, antes de ponerse el sol, los hombres de la ciudad le dijeron: ¿Qué es más dulce que la miel? ¿Y qué es más fuerte que un león? Y él les dijo: Si no hubiereis arado con mi novilla, no habríais descubierto mi enigma.
Entonces los filisteos dijeron: ¿Quién hizo esto? Y les respondieron: Sansón, el yerno del timnateo, porque {éste} tomó a su mujer y se la dio a su compañero. Y los filisteos vinieron y la quemaron a ella y a su padre.
Y los hombres de Judá dijeron: ¿Por qué habéis subido contra nosotros? Y ellos dijeron: Hemos subido para prender a Sansón a fin de hacerle como él nos ha hecho.
Tres mil hombres de Judá descendieron a la hendidura de la peña de Etam, y dijeron a Sansón: ¿No sabes que los filisteos reinan sobre nosotros? ¿Qué, pues, es esto que nos has hecho? Y él les dijo: Como ellos me hicieron, así les he hecho.
Y ellos le dijeron: Hemos descendido para prenderte y entregarte en manos de los filisteos. Y Sansón les dijo: Juradme que no me mataréis.
Y los príncipes de los filisteos fueron a ella y le dijeron: Persuádelo, y ve dónde está su gran fuerza, y cómo podríamos dominarlo para atarlo y castigarlo. Entonces cada uno de nosotros te dará mil cien {piezas} de plata.
Y sucedió que cuando estaban alegres, dijeron: Llamad a Sansón para que nos divierta. Llamaron, pues, a Sansón de la cárcel, y él los divertía. Y lo pusieron de pie entre las columnas.
Y los hijos de Dan enviaron de su tribu, de entre todos ellos, a cinco hombres, hombres valientes de Zora y Estaol, a reconocer la tierra y explorarla; y les dijeron: Id, explorad la tierra. Y llegaron a la región montañosa de Efraín, a la casa de Micaía, y se hospedaron allí.
Cuando estaban cerca de la casa de Micaía, reconocieron la voz del joven levita; y llegándose allá, le dijeron: ¿Quién te trajo aquí? ¿Qué estás haciendo en este {lugar} y qué tienes aquí?
Y le dijeron: Te rogamos que consultes a Dios para saber si el camino en que vamos será próspero.
Al regresar a sus hermanos en Zora y Estaol, sus hermanos les dijeron: ¿Qué hay?
Y los cinco hombres que fueron a reconocer la región de Lais, respondieron y dijeron a sus parientes: ¿No sabéis que en estas casas hay un efod, ídolos domésticos, una imagen tallada y una imagen de fundición? Ahora pues, considerad lo que debéis hacer.
Y gritaron a los hijos de Dan, y éstos se volvieron y dijeron a Micaía: ¿Qué te pasa que has juntado {gente?}
Y los hijos de Dan le dijeron: Que no se oiga tu voz entre nosotros, no sea que caigan sobre ti hombres fieros y pierdas tu vida y las vidas de {los de} tu casa.
(Y los hijos de Benjamín oyeron que los hijos de Israel habían subido a Mizpa.) Y los hijos de Israel dijeron: Decid{nos,} ¿cómo ocurrió esta maldad?
Los hijos de Israel se levantaron, subieron a Betel, y consultaron a Dios, y dijeron: ¿Quién de nosotros subirá primero a pelear contra los hijos de Benjamín? Entonces el SEÑOR dijo: Judá {subirá} primero.
Y los hijos de Benjamín dijeron: Están derrotados delante de nosotros como la primera vez. Pero los hijos de Israel dijeron: Huyamos para que los alejemos de la ciudad hacia los caminos.
Entonces los hombres de Israel regresaron a la batalla, y Benjamín empezó a herir y matar a unos treinta hombres de Israel, porque dijeron: Ciertamente están derrotados delante de nosotros como en la primera batalla.
Y dijeron: ¿Por qué, oh SEÑOR, Dios de Israel, ha sucedido esto en Israel, que falte hoy una tribu en Israel?
Después los hijos de Israel dijeron: ¿Quién de entre todas las tribus de Israel no subió a la asamblea del SEÑOR? Porque habían hecho gran juramento en cuanto a todo aquel que no subiera al SEÑOR en Mizpa, diciendo: Ciertamente se le dará muerte.
Los hijos de Israel se entristecieron por su hermano Benjamín, y dijeron: Ha sido cortada hoy una tribu de Israel.
Y dijeron: ¿Cuál de las tribus de Israel no subió al SEÑOR en Mizpa? Y he aquí que ninguno de Jabes-galaad había venido al campamento, a la asamblea.
Entonces los ancianos de la congregación dijeron: ¿Qué haremos para {conseguir} mujeres para los que quedan, ya que las mujeres de Benjamín fueron destruidas?
Y dijeron: {Debe haber} herencia para los de Benjamín que han escapado, para que no sea exterminada una tribu de Israel.
Y dijeron: He aquí, cada año hay una fiesta del SEÑOR en Silo, que está al norte de Betel, al lado oriental del camino que sube de Betel a Siquem, y al sur de Lebona.