'Dios' en la Biblia
Cuando oí estas palabras, me senté y lloré; hice duelo {algunos} días, y estuve ayunando y orando delante del Dios del cielo.
Y dije: ``Te ruego, oh SEÑOR, Dios del cielo, el grande y temible Dios, que guarda el pacto y la misericordia para con aquéllos que Lo aman y guardan Sus mandamientos,
Entonces el rey me dijo: `` ¿Qué es lo que pides?" Así que oré al Dios del cielo,
y una carta para Asaf, guarda del bosque del rey, a fin de que me dé madera para hacer las vigas de las puertas de la fortaleza que está junto al templo, para la muralla de la ciudad y para la casa a la cual iré." Y el rey me {lo} concedió, porque la mano bondadosa de mi Dios {estaba} sobre mí.
me levanté de noche, yo y unos pocos hombres conmigo, pero no informé a nadie lo que mi Dios había puesto en mi corazón que hiciera por Jerusalén. No llevaba conmigo ningún animal excepto el animal sobre el cual yo iba montado.
Les conté cómo la mano de mi Dios había sido bondadosa conmigo, y también las palabras que el rey me había dicho. Entonces dijeron: ``Levantémonos y edifiquemos." Y esforzaron sus manos en la buena {obra.}
Yo les respondí: ``El Dios del cielo nos dará éxito. Por tanto, nosotros Sus siervos nos levantaremos y edificaremos, pero ustedes no tienen parte ni derecho ni memorial en Jerusalén."
Oye, oh Dios nuestro, cómo somos despreciados. Devuelve su oprobio sobre sus cabezas y entrégalos por despojo en una tierra de cautividad.
Entonces oramos a nuestro Dios, y para defendernos montamos guardia contra ellos de día y de noche.
Sucedió que nuestros enemigos se enteraron que conocíamos {sus} propósitos y que Dios había desbaratado sus planes; entonces todos nosotros volvimos a la muralla, cada uno a su trabajo.
"En el lugar que oigan el sonido de la trompeta, reúnanse allí con nosotros; nuestro Dios peleará por nosotros."
Agregué además: ``No está bien lo que hacen. ¿No deben andar en el temor de nuestro Dios a causa del oprobio de las naciones enemigas nuestras?
También sacudí los pliegues de mi manto y dije: ``Así sacuda Dios de su casa y de sus bienes a todo hombre que no cumpla esta promesa; así sea sacudido y despojado." Y toda la asamblea dijo: `` ¡Amén!" Y alabaron al SEÑOR. Entonces el pueblo hizo conforme a esta promesa.
Pero los gobernadores anteriores que me precedieron gravaban al pueblo y tomaban de ellos cuarenta siclos (456 gramos) de plata además del pan y del vino; también sus sirvientes oprimían al pueblo. Pero yo no hice así, a causa del temor de Dios.
Acuérdate de mí, Dios mío, para bien, {conforme a} todo lo que he hecho por este pueblo.
Porque todos ellos {querían} atemorizarnos, pensando: ``Ellos se desanimarán con la obra y no será hecha." Pero ahora, {oh Dios,} fortalece mis manos.
Cuando yo entré en casa de Semaías, hijo de Delaía, hijo de Mehetabel, que estaba encerrado {allí}, él dijo: ``Reunámonos en la casa de Dios, dentro del templo, y cerremos las puertas del templo, porque vienen a matarte, vienen de noche a matarte."
Entonces me di cuenta de que ciertamente Dios no lo había enviado, sino que había dicho su profecía contra mí porque Tobías y Sanbalat le habían pagado.
Acuérdate, Dios mío, de Tobías y de Sanbalat conforme a estas obras suyas, también de la profetisa Noadías y de los demás profetas que estaban atemorizándome.
Cuando se enteraron todos nuestros enemigos y {lo} vieron todas las naciones que {estaban} alrededor nuestro, decayó su ánimo; porque reconocieron que esta obra había sido hecha {con la ayuda} de nuestro Dios.
puse al frente de Jerusalén a mi hermano Hananí y a Hananías, jefe de la fortaleza, porque éste {era} hombre fiel y temeroso de Dios más que muchos.
Entonces mi Dios puso en mi corazón reunir a los nobles, a los oficiales y al pueblo para que fueran inscritos por genealogías. Y encontré el libro de la genealogía de los que habían subido primero, y hallé escrito en él:
los hombres de Betel (Casa de Dios) y Hai, 123;
Entonces Esdras bendijo al SEÑOR, el gran Dios. Y todo el pueblo respondió: `` ¡Amén, Amén!," mientras alzaban las manos. Después se postraron y adoraron al SEÑOR rostro en tierra.
Y leyeron en el Libro de la Ley de Dios, interpretándolo y dándo{le} el sentido para que entendieran la lectura.
Entonces Nehemías, que era el gobernador, y Esdras, el sacerdote {y} escriba, y los Levitas que enseñaban al pueblo, dijeron a todo el pueblo: ``Este día es santo para el SEÑOR su Dios; no se entristezcan, ni lloren." Porque todo el pueblo lloraba al oír las palabras de la ley.
El pueblo salió y trajeron las ramas y se hicieron tabernáculos, cada uno en su terrado, en sus patios, en los patios de la casa de Dios, en la plaza de la Puerta de las Aguas y en la plaza de la Puerta de Efraín.
{Esdras} leyó del Libro de la Ley de Dios cada día, desde el primer día hasta el último día. Celebraron la fiesta siete días, y al octavo día {hubo} una asamblea solemne según lo establecido.
Puestos de pie, {cada uno} en su lugar, una cuarta parte del día estuvieron leyendo en el Libro de la Ley del SEÑOR su Dios, y {otra} cuarta parte, estuvieron confesando y adorando al SEÑOR su Dios.
Y sobre el estrado de los Levitas se levantaron Jesúa, Bani, Cadmiel, Sebanías, Buni, Serebías, Bani {y} Quenani, y clamaron en alta voz al SEÑOR su Dios.
Entonces los Levitas, Jesúa, Cadmiel, Bani, Hasabnías, Serebías, Hodías, Sebanías {y} Petaías, dijeron: ``Levántense, bendigan al SEÑOR su Dios por siempre y para siempre. Sea bendito Tu glorioso nombre Y exaltado sobre toda bendición y alabanza.
Tú eres el SEÑOR Dios Que escogiste a Abram, Lo sacaste de Ur de los Caldeos Y le diste por nombre Abraham.
Rehusaron escuchar, Y no se acordaron de las maravillas que hiciste entre ellos; Fueron tercos y eligieron un jefe para volver a su esclavitud en Egipto. Pero Tú eres un Dios de perdón, Clemente y compasivo, Lento para la ira y abundante en misericordia, Y no los abandonaste.
Ni siquiera cuando hicieron Un becerro de metal fundido Y dijeron: `Este es tu Dios Que te sacó de Egipto,' Y cometieron grandes blasfemias,
Pero en Tu gran compasión no los Exterminaste ni los abandonaste, Porque Tú eres un Dios clemente y compasivo.
Ahora pues, Dios nuestro, Dios grande, poderoso y temible, que guardas el pacto y la misericordia, No parezca insignificante ante Ti toda la aflicción Que nos ha sobrevenido, a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros sacerdotes, a nuestros profetas, a nuestros padres y a todo Tu pueblo, Desde los días de los reyes de Asiria hasta el día de hoy.
Y el resto del pueblo, los sacerdotes, los Levitas, los porteros, los cantores, los sirvientes del templo, y todos los que se han apartado de los pueblos de las tierras para aceptar la ley de Dios, también sus mujeres, sus hijos y sus hijas, y todos los que tienen conocimiento y entendimiento,
se adhieren a sus parientes, sus nobles, y toman sobre sí un voto y un juramento de andar en la ley de Dios que fue dada por medio de Moisés, siervo de Dios, y de guardar y cumplir todos los mandamientos de DIOS nuestro Señor, y Sus ordenanzas y Sus estatutos;
Además, nos imponemos la obligación de contribuir con un tercio de un siclo (11.4 gr de plata) al año para el servicio de la casa de nuestro Dios:
para los panes de la proposición y la ofrenda continua de cereal; para el holocausto continuo, los días de reposo, las lunas nuevas y las fiestas señaladas; para las cosas sagradas, para las ofrendas por el pecado para hacer expiación por Israel y {para} toda la obra de la casa de nuestro Dios.
Asimismo echamos suertes para la provisión de madera {entre} los sacerdotes, los Levitas y el pueblo para que la traigan a la casa de nuestro Dios, conforme a nuestras casas paternas, en los tiempos fijados cada año, para quemar sobre el altar del SEÑOR nuestro Dios, como está escrito en la ley.
y traer a la casa de nuestro Dios los primogénitos de nuestros hijos y de nuestros ganados como está escrito en la ley; los primogénitos de nuestras vacas y de nuestras ovejas son para los sacerdotes que ministran en la casa de nuestro Dios.
También traeremos las primicias de nuestra harina y nuestras ofrendas del fruto de todo árbol, del vino nuevo y del aceite para los sacerdotes a las cámaras de la casa de nuestro Dios, y el diezmo de nuestras cosechas a los Levitas, porque los Levitas son los que reciben los diezmos en todas las ciudades donde trabajamos.
Y un sacerdote, hijo de Aarón, estará con los Levitas cuando los Levitas reciban los diezmos, y los Levitas llevarán la décima parte de los diezmos a la casa de nuestro Dios, a las cámaras del almacén.
Porque los Israelitas y los hijos de Leví llevan la contribución del cereal, del vino nuevo y del aceite a las cámaras; allí están los utensilios del santuario, los sacerdotes que ministran, los porteros y los cantores. Así no descuidaremos la casa de nuestro Dios.
Seraías, hijo de Hilcías, hijo de Mesulam, hijo de Sadoc, hijo de Meraiot, hijo de Ahitob, jefe de la casa de Dios,
Sabetai y Jozabad, de los jefes de los Levitas, encargados de la obra fuera de la casa de Dios;
El superintendente de los Levitas en Jerusalén {era} Uzi, hijo de Bani, hijo de Hasabías, hijo de Matanías, hijo de Micaía, de los hijos de Asaf, cantores para el servicio de la casa de Dios.
Los hijos de Benjamín {habitaron} también desde Geba, en Micmas y Aía, en Betel (Casa de Dios) y sus ciudades,
Los principales de los Levitas {eran} Hasabías, Serebías y Jesúa, hijo de Cadmiel, con sus hermanos frente a ellos, para alabar {y} dar gracias, según lo prescrito por David, hombre de Dios, sección frente a sección.
y sus parientes, Semaías, Azareel, Milalai, Gilalai, Maai, Natanael, Judá {y} Hananí, con los instrumentos musicales de David, hombre de Dios. Y el escriba Esdras {iba} delante de ellos.
Luego los dos coros tomaron su lugar en la casa de Dios. También yo, y la mitad de los oficiales conmigo,
Aquel día ofrecieron gran {cantidad de} sacrificios y se regocijaron porque Dios les había dado mucha alegría, también las mujeres y los niños se regocijaron. El regocijo de Jerusalén se oía desde lejos.
Ellos ministraban en la adoración de su Dios y en el ministerio de la purificación, junto con los cantores y los porteros, conforme al mandato de David {y} de su hijo Salomón.
Porque en los días de David y Asaf, en tiempos antiguos, {había} directores de los cantores, cánticos de alabanza e himnos de acción de gracias a Dios.
Aquel día leyeron del Libro de Moisés a oídos del pueblo; y se encontró escrito en él que los Amonitas y los Moabitas no debían entrar jamás en la asamblea de Dios,
porque no recibieron a los Israelitas con pan y agua, sino que contrataron contra ellos a Balaam para maldecirlos; pero nuestro Dios convirtió la maldición en bendición.
Antes de esto, el sacerdote Eliasib, encargado de los aposentos de la casa de nuestro Dios, {y que era} pariente de Tobías,
y vine a Jerusalén y me enteré del mal que Eliasib había hecho por {favorecer a} Tobías, al prepararle un aposento en los atrios de la casa de Dios.
Entonces ordené que limpiaran los aposentos; y puse de nuevo allí los utensilios de la casa de Dios con las ofrendas de cereal y el incienso.
Por tanto, reprendí a los oficiales, y les dije: `` ¿Por qué está la casa de Dios abandonada?" Entonces reuní a los Levitas y los restablecí en sus puestos.
Acuérdate de mí por esto, Dios mío, y no borres las obras de misericordia que he hecho por la casa de mi Dios y por sus servicios.
" ¿No hicieron lo mismo sus padres, y nuestro Dios trajo sobre nosotros y sobre esta ciudad toda esta aflicción? Ustedes, pues, aumentan {Su} furor contra Israel al profanar el día de reposo."
Y ordené a los Levitas que se purificaran y que vinieran a guardar las puertas para santificar el día de reposo. {Por} esto también acuérdate de mí, Dios mío, y ten piedad de mí conforme a la grandeza de Tu misericordia.
Así que los reprendí y los maldije, herí a algunos de ellos y les arranqué el cabello, y les hice jurar por Dios, {diciéndoles:} ``No darán sus hijas a sus hijos; tampoco tomarán de sus hijas para sus hijos ni para ustedes mismos.
" ¿No pecó por esto Salomón, rey de Israel? Sin embargo, entre tantas naciones no hubo rey como él, y era amado por su Dios, y Dios le había hecho rey sobre todo Israel; pero aún a él le hicieron pecar las mujeres extranjeras.
" ¿Y se debe oír de ustedes que han cometido todo este gran mal obrando infielmente contra nuestro Dios casándose con mujeres extranjeras?"
``Acuérdate de ellos, Dios mío, porque han profanado el sacerdocio y el pacto del sacerdocio y de los Levitas.
e {hice arreglos} para la provisión de leña en los tiempos señalados y para las primicias. ¡Acuérdate de mí, Dios mío, para bien!"