'Dulce' en la Biblia
Y al séptimo día, antes de ponerse el sol, los hombres de la ciudad le dijeron: ¿Qué es más dulce que la miel? ¿Y qué es más fuerte que un león? Y él les dijo: Si no hubiereis arado con mi novilla, no habríais descubierto mi enigma.
Estas son las últimas palabras de David. Declara David, el hijo de Isaí, y declara el hombre que fue exaltado, el ungido del Dios de Jacob, el dulce salmista de Israel:
También les dijo: Id, comed de la grosura, bebed de lo dulce, y mandad raciones a los que no tienen nada preparado; porque este día es santo para nuestro Señor. No os entristezcáis, porque la alegría del SEÑOR es vuestra fortaleza.
Aunque el mal sea dulce en su boca, {y} lo oculte bajo su lengua,
nosotros que juntos teníamos dulce comunión, {que} con la multitud andábamos en la casa de Dios.
Cuando te acuestes no tendrás temor, sí, te acostarás y será dulce tu sueño.
El pan obtenido con falsedad es dulce al hombre, pero después su boca se llenará de grava.
Come miel, hijo mío, porque es buena; sí, la miel del panal es dulce a tu paladar.
El hombre saciado aborrece la miel, pero para el hombre hambriento todo lo amargo es dulce.
El ungüento y el perfume alegran el corazón, y dulce para su amigo es el consejo del hombre.
Dulce es el sueño del trabajador, coma mucho o {coma} poco; pero la hartura del rico no le permite dormir.
Como el manzano entre los árboles del bosque, así es mi amado entre los jóvenes. A su sombra placentera me he sentado, y su fruto es dulce a mi paladar.
Paloma mía, en las grietas de la peña, en lo secreto de la senda escarpada, déjame ver tu semblante, déjame oír tu voz; porque tu voz es dulce, y precioso tu semblante.
¿Ay de los que llaman al mal bien y al bien mal, que tienen las tinieblas por luz y la luz por tinieblas, que tienen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo!
Haré comer a tus opresores su propia carne, y como con vino dulce, con su sangre se embriagarán; y toda carne sabrá que yo, el SEÑOR, soy tu Salvador y tu Redentor, el Poderoso de Jacob.
¿Para qué viene a mí este incienso de Sabá, y la dulce caña de una tierra lejana? Vuestros holocaustos no son aceptables, y vuestros sacrificios no me agradan.
Entonces me dijo: Hijo de hombre, alimenta tu estómago y llena tu cuerpo de este rollo que te doy. Y {lo} comí, y fue en mi boca dulce como la miel.
`Vedán y Javán pagaban tus mercancías desde Uzal; hierro forjado, casia y caña dulce estaban entre tus productos.
Despertad, borrachos, y llorad, y gemid todos los que bebéis vino, a causa del vino dulce que os es quitado de la boca.
Y sucederá que en aquel día los montes destilarán vino dulce, las colinas manarán leche, y por todos los arroyos de Judá correrán las aguas; brotará un manantial de la casa del SEÑOR y regará el valle de Sitim.
He aquí, vienen días --declara el SEÑOR-- cuando el arador alcanzará al segador, y el que pisa la uva al que siembra la semilla; cuando destilarán vino dulce los montes, y todas las colinas se derretirán.
¿Acaso una fuente por la misma abertura echa {agua} dulce y amarga?
¿Acaso, hermanos míos, puede una higuera producir aceitunas, o una vid higos? Tampoco {la fuente de agua} salada {puede} producir agua dulce.
Entonces fui al ángel y le dije que me diera el librito. Y él me dijo*: Tóma{lo} y devóralo; te amargará las entrañas, pero en tu boca será dulce como la miel.
Tomé el librito de la mano del ángel y lo devoré, y fue en mi boca dulce como la miel; y cuando lo comí, me amargó las entrañas.