'Echaron' en la Biblia
Lo tomaron y lo echaron en el pozo. El pozo estaba vacío, no había agua en él.
Entonces vinieron unos pastores y las echaron {de allí,} pero Moisés se levantó y las defendió, y dio de beber a su rebaño.
"No {será} así. Vayan ahora {sólo} ustedes los hombres, y sirvan al SEÑOR, porque eso es lo que han pedido." Y los echaron de la presencia de Faraón.
Y así {lo} hicieron los Israelitas, y los echaron fuera del campamento. Tal como el SEÑOR había dicho a Moisés, así {lo} hicieron los Israelitas.
Entonces Josué rasgó sus vestidos y postró su rostro en tierra delante del arca del SEÑOR hasta el anochecer, él y los ancianos de Israel; y echaron polvo sobre sus cabezas.
A la hora de la puesta del sol, Josué dio órdenes y los bajaron de los árboles, y los echaron en la cueva donde se habían escondido, y sobre la boca de la cueva pusieron grandes piedras {que permanecen} hasta el día de hoy.
También echaron suertes para el resto de los hijos de Manasés conforme a sus familias: para los hijos de Abiezer, para los hijos de Helec, para los hijos de Asriel, para los hijos de Siquem, para los hijos de Hefer y para los hijos de Semida. Estos {eran} los descendientes varones de Manasés, hijo de José, conforme a sus familias.
Y la mujer de Galaad le dio hijos. Y cuando los hijos de su mujer crecieron, echaron fuera a Jefté, y le dijeron: ``No tendrás heredad en la casa de nuestro padre, porque eres hijo de otra mujer."
Entonces Jefté contestó a los ancianos de Galaad: `` ¿No me odiaron y me echaron de la casa de mi padre? ¿Por qué, pues, han venido a mí ahora cuando están en apuros?"
Y tomaron a Absalón, lo echaron en una fosa profunda en el bosque y levantaron sobre él un gran montón de piedras. Y todo Israel huyó, cada uno a su tienda.
En el cuarto año, en el mes de Zif, se echaron los cimientos de la casa del SEÑOR,
Y Jehú les dijo: ``Echenla abajo." Y la echaron abajo y parte de su sangre salpicó la pared y los caballos, y él la pisoteó.
Tan pronto como acabó de ofrecer el holocausto, Jehú dijo a la guardia y a los oficiales reales: ``Entren, mátenlos; que ninguno salga." Y los mataron a filo de espada; y la guardia y los oficiales reales {los} echaron fuera, y llegaron hasta el aposento interior de la casa de Baal.
Y le echaron mano; y cuando ella llegó a la entrada de los caballos de la casa del rey, allí la mataron.
Estos también echaron suertes como sus parientes, los hijos de Aarón, en la presencia del rey David, de Sadoc, de Ahimelec y de los jefes de las {casas} paternas de los sacerdotes y de los Levitas. El principal de las {casas} paternas {fue tratado} igual que el menor de sus hermanos.
Y echaron suertes para {designar} sus cargos, todos por igual, tanto el pequeño como el grande, {tanto} el maestro {como} el discípulo.
Echaron suertes, tanto los pequeños como los grandes, conforme a sus casas paternas, para cada puerta.
Y la suerte para la oriental cayó a Selemías. Entonces echaron suertes {para} su hijo Zacarías, consejero entendido, y le tocó en suerte la del norte.
Así fue llevada a cabo toda la obra de Salomón desde el día en que se echaron los cimientos de la casa del SEÑOR hasta que fue terminada. Así fue acabada la casa del SEÑOR.
Así que le echaron mano, y cuando ella llegó a la entrada de la Puerta de los Caballos de la casa del rey, allí la mataron.
Todos los oficiales y todo el pueblo se regocijaron y trajeron sus contribuciones y {las} echaron en el cofre hasta llenarlo.
También los hijos de Judá capturaron vivos a 10,000 y los llevaron a la cumbre de la peña, los echaron abajo desde la cumbre de la peña y todos fueron despedazados.
Pero fueron desobedientes y se rebelaron contra Ti, Echaron Tu ley a sus espaldas, Mataron a Tus profetas que los amonestaban (les testificaban) Para que se volvieran a Ti; Y cometieron grandes blasfemias.
los diez hijos de Amán, hijo de Hamedata, enemigo de los Judíos; pero no echaron mano a sus bienes.
Los Judíos que {se hallaban} en Susa se reunieron también el día catorce del mes de Adar y mataron a 300 hombres en Susa, pero no echaron mano a sus bienes.
Los demás Judíos que {se hallaban} en las provincias del rey se reunieron para defender sus vidas y librarse de sus enemigos. Mataron a 75,000 de los que los odiaban, pero no echaron mano a sus bienes.
Entonces ellos tomaron a Jeremías, y bajándolo con cuerdas lo echaron en la cisterna de Malaquías, hijo del rey, que había en el patio de la guardia. En la cisterna no había agua, sino lodo, así que Jeremías se hundió en el lodo.
Cuando entraron en la ciudad, Ismael, hijo de Netanías, y los hombres que con él estaban, los degollaron {y los echaron} en la cisterna.
"Entonces yo seguí mirando a causa del ruido de las palabras arrogantes que el cuerno decía. Seguí mirando hasta que mataron a la bestia, destrozaron su cuerpo y {lo} echaron a las llamas del fuego.
También echaron suertes sobre Mi pueblo, Cambiaron un niño por una ramera, Y vendieron una niña por vino para poder beber.
Y cada uno dijo a su compañero: ``Vengan, echemos suertes para saber por causa de quién nos {ha venido} esta calamidad." Y echaron suertes, y cayó la suerte sobre Jonás.
Sin embargo ella fue desterrada, Llevada al cautiverio; También sus niños fueron estrellados En todas las bocacalles. Sobre sus nobles echaron suertes, Y todos sus principales fueron atados con cadenas.