'Ejércitos' en la Biblia
Pues por ti he desbaratado ejércitos; y por mi Dios he saltado sobre muros.
¿Quién es este Rey de gloria? Jehová de los ejércitos, Él es el Rey de gloria. (Selah)
Pero nos has desechado, y nos has hecho avergonzar; y no sales con nuestros ejércitos.
Jehová de los ejércitos está con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob. (Selah)
Jehová de los ejércitos está con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob. (Selah)
Como lo oímos, así hemos visto en la ciudad de Jehová de los ejércitos, en la ciudad de nuestro Dios: Dios la afirmará para siempre. (Selah)
Y tú, Jehová Dios de los ejércitos, Dios de Israel, despierta para castigar a todas las naciones; no tengas misericordia de todos los que se rebelan con iniquidad. (Selah)
Ciertamente, tú, oh Dios, que nos habías desechado; y no salías, oh Dios, con nuestros ejércitos.
Huyeron, huyeron reyes de ejércitos; y las que se quedaban en casa repartían el despojo.
No sean avergonzados por mi causa los que esperan en ti, oh Señor Jehová de los ejércitos; no sean confundidos por causa mía los que te buscan, oh Dios de Israel.
Jehová, Dios de los ejércitos, ¿Hasta cuándo mostrarás indignación contra la oración de tu pueblo?
Oh Dios de los ejércitos, restáuranos; haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.
Oh Dios de los ejércitos, vuelve ahora: Mira desde el cielo, y considera, y visita esta viña,
Oh Jehová, Dios de los ejércitos, ¡restáuranos! Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.
«Al Músico principal: sobre Gitit: Salmo para los hijos de Coré» ¡Cuán amables son tus moradas, oh Jehová de los ejércitos!
Aun el gorrión halla casa, y la golondrina nido para sí, donde ponga sus polluelos, en tus altares, oh Jehová de los ejércitos, Rey mío, y Dios mío.
Jehová Dios de los ejércitos, oye mi oración: Escucha, oh Dios de Jacob. (Selah)
Jehová de los ejércitos, dichoso el hombre que en ti confía.
Oh Jehová, Dios de los ejércitos, ¿Quién como tú? Poderoso eres, Jehová, y tu fidelidad te rodea.
Bendecid a Jehová, vosotros todos sus ejércitos, ministros suyos, que hacéis su voluntad.
¿No eres tú, oh Dios, el que nos habías desechado, y no salías, oh Dios, con nuestros ejércitos?
Alabadle, vosotros todos sus ángeles; alabadle, vosotros todos sus ejércitos.