'Entró' en la Biblia
Entonces Noé entró en el arca, y con él sus hijos, su mujer y las mujeres de sus hijos, a causa de las aguas del diluvio.
En ese mismo día entró Noé en el arca, con Sem, Cam y Jafet, hijos de Noé, la mujer de Noé y las tres mujeres de sus hijos con ellos.
También entró toda fiera según su especie, todo ganado según su especie, todo reptil que se arrastra sobre la tierra según su especie, y toda ave según su especie, aves de toda clase.
Cuando Abram entró en Egipto, los Egipcios vieron que la mujer era muy hermosa.
Aquella noche hicieron que su padre bebiera vino, y la mayor entró y se acostó con su padre, y él no supo cuando ella se acostó ni cuando se levantó.
Entonces el hombre entró en la casa, y {Labán} descargó los camellos y les dio paja y forraje, y {trajo} agua para que se lavaran los pies, él y los hombres que estaban con él.
Entró entonces Labán en la tienda de Jacob, en la tienda de Lea y en la tienda de las dos siervas, pero no {los} encontró. Después salió de la tienda de Lea y entró en la tienda de Raquel.
Pero un día que él entró en casa para hacer su trabajo, y no había ninguno de los hombres de la casa allí dentro,
José se apresuró {a salir,} pues se sintió profundamente conmovido a causa de su hermano y buscó {dónde} llorar. Entró en {su} aposento y lloró allí.
Entonces se volvió Faraón y entró en su casa, sin hacer caso tampoco de esto.
"Si entró solo, saldrá solo. Si tenía mujer, entonces su mujer saldrá con él.
Moisés entró en medio de la nube, y subió al monte. Moisés estuvo en el monte cuarenta días y cuarenta noches.
"Pero a Mi siervo Caleb, porque ha habido en él un espíritu distinto y Me ha seguido plenamente, lo introduciré a la tierra donde entró, y su descendencia tomará posesión de ella.
Al siguiente día, Moisés entró en la tienda del testimonio, y vio que la vara de Aarón de la casa de Leví había retoñado y echado botones, y había producido flores, y almendras maduras.
fue tras el hombre de Israel, entró en la alcoba y los traspasó a los dos, al hombre de Israel y a la mujer por su vientre. Y así cesó la plaga sobre los Israelitas.
Y la empuñadura entró también tras la hoja, y la gordura se cerró sobre la hoja, pues no sacó la espada de su vientre. Y se le salieron los excrementos.
Y cuando Barac venía persiguiendo a Sísara, Jael salió a su encuentro, y le dijo: ``Ven, y te mostraré al hombre que buscas." Y él entró con ella, y vio que Sísara estaba tendido, muerto con la estaca en la sien.
Y Gedeón entró y preparó un cabrito y pan sin levadura con un efa de harina (22 litros). Puso la carne en una cesta y el caldo en un caldero, y {los} llevó y {se los} presentó al ángel debajo de la encina.
Entonces Micaía le dijo: ``Quédate conmigo y sé padre y sacerdote para mí, y yo te daré diez {monedas} de plata por año, el vestido y la comida." Entonces el Levita entró.
Mientras ellos se alegraban, los hombres de la ciudad, hombres perversos, rodearon la casa; {y} golpeando la puerta, hablaron al dueño de la casa, al anciano, diciendo: ``Saca al hombre que entró en tu casa para que tengamos relaciones con él."
Cuando entró en su casa tomó un cuchillo, y tomando a su concubina, la cortó en doce pedazos, miembro por miembro, y la envió por todo el territorio de Israel.
Luego Booz le dijo: ``Dame el manto que tienes puesto y sujétalo." Y ella lo sujetó, y él midió seis {porciones} de cebada y se {las} puso encima. Entonces ella entró en la ciudad.
Y aconteció que cuando el arca del pacto del SEÑOR entró al campamento, todo Israel gritó con voz tan fuerte que la tierra tembló.
Y todo {el pueblo de} la tierra entró en el bosque, y había miel en el suelo.
Entonces David dejó su carga al cuidado del que guardaba el equipaje y corrió a la línea de combate y entró a saludar a sus hermanos.
Y Jonatán dijo a David: ``Vete en paz, ya que nos hemos jurado el uno al otro en el nombre del SEÑOR, diciendo: `El SEÑOR esté entre tú y yo, y entre mi descendencia y tu descendencia para siempre.'" {David} se levantó y se fue, y Jonatán entró en la ciudad.
El profeta Gad dijo a David: ``No te quedes en el refugio; vete y entra en la tierra de Judá." Y David se fue y entró en el bosque de Haret.
Llegó a unos rediles de ovejas en el camino, donde {había} una cueva, y Saúl entró {en ella} para hacer sus necesidades. Y David y sus hombres estaban sentados en los rincones de la cueva.
Entonces el rey David entró y se sentó delante del SEÑOR y dijo: `` ¿Quién soy yo, oh Señor DIOS, y qué es mi casa para que me hayas traído hasta aquí?
Entonces David se levantó del suelo, se lavó, {se} ungió y se cambió de ropa; entró en la casa del SEÑOR y adoró. Después vino a su casa y cuando pidió, le pusieron comida delante y comió.
Husai, amigo de David, entró en la ciudad cuando Absalón entraba en Jerusalén.
Aquel día el pueblo entró calladamente en la ciudad, como pueblo que humillado, entra a escondidas cuando huye de la batalla.
Entonces Joab entró en la casa del rey, y dijo: ``Hoy usted ha cubierto de vergüenza el rostro de todos sus siervos que han salvado hoy su vida, la vida de sus hijos e hijas, la vida de sus mujeres y la vida de sus concubinas,
Sucedió que mientras ella estaba aún hablando con el rey, entró el profeta Natán.
Y le informaron al rey: ``Aquí está el profeta Natán." Cuando {éste} entró a la presencia del rey, se postró ante el rey rostro en tierra.
Entonces el rey David respondió: ``Llamen a Betsabé." Y ella entró a la presencia del rey, y se puso delante del rey.
Benaía entró en la tienda del SEÑOR y le dijo: ``Así ha dicho el rey: `Sal {de ahí.}'" Pero él dijo: ``No, pues moriré aquí." Benaía llevó la respuesta al rey: ``Así Joab habló y así me respondió."
Salomón se despertó y vio que había sido un sueño. Entró en Jerusalén y se puso delante del arca del pacto del SEÑOR. Ofreció holocaustos e hizo ofrendas de paz y también dio un banquete para todos sus siervos.
Entonces ella dio al rey 4.1 toneladas de oro, y gran cantidad de especias aromáticas y piedras preciosas. Nunca más entró tanta abundancia de especias aromáticas como las que la reina de Sabá dio al rey Salomón.
Entonces Zimri entró, lo hirió, y le dio muerte en el año veintisiete de Asa, rey de Judá, y reinó en su lugar.
Cuando Zimri vio que la ciudad era tomada, entró en la ciudadela de la casa del rey, prendió fuego a la casa del rey y murió,
Allí entró en una cueva y pasó en ella la noche; y {vino} a él la palabra del SEÑOR, y El le dijo: `` ¿Qué haces aquí, Elías?"
El rey de Israel se fue a su casa disgustado y molesto, y entró en Samaria.
Y el rey de Israel dijo a Josafat: ``Yo me disfrazaré para entrar en la batalla, pero tú ponte tus ropas {reales.}" El rey de Israel se disfrazó y entró en la batalla.
Cuando Eliseo entró en la casa, el niño ya estaba muerto, tendido sobre su cama.
Entonces subió y se acostó sobre el niño, y puso la boca sobre su boca, los ojos sobre sus ojos y las manos sobre sus manos, y se tendió sobre él; y la carne del niño entró en calor.
Entonces ella entró, cayó a sus pies y se postró en tierra, y tomando a su hijo, salió.
Entonces él entró y se puso delante de su señor. Y Eliseo le dijo: `` ¿Dónde has estado, Giezi?" Y él respondió: ``Tu siervo no ha ido a ninguna parte."
Entonces Jehú se levantó y entró en la casa, y {el joven} derramó el aceite sobre su cabeza y le dijo: ``Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: `Yo te he ungido rey sobre el pueblo del SEÑOR, sobre Israel.
Cuando él entró, comió y bebió; entonces dijo: ``Encárguense ahora de esta maldita y entiérrenla, pues es hija de rey."
Jehú entró en la casa de Baal con Jonadab, hijo de Recab; y dijo a los adoradores de Baal: ``Busquen y vean que no haya aquí con ustedes ninguno de los siervos del SEÑOR, sino sólo los adoradores de Baal."
Cuando el rey Ezequías oyó {esto} rasgó sus vestidos, se cubrió de cilicio y entró en la casa del SEÑOR.
Y sucedió que cuando el arca del pacto del SEÑOR entró en la ciudad de David, Mical, hija de Saúl, miró por la ventana, y vio al rey David saltando y regocijándose; y lo despreció en su corazón.
Entonces el rey David entró y se presentó delante del SEÑOR, y dijo: `` ¿Quién soy yo, oh SEÑOR Dios, y qué es mi casa para que me hayas traído hasta aquí?
Pero cuando llegó a ser fuerte, su corazón se hizo tan orgulloso que obró corruptamente, y fue infiel al SEÑOR su Dios, pues entró al templo del SEÑOR para quemar incienso sobre el altar del incienso.
Entonces el sacerdote Azarías entró tras él, y con él ochenta sacerdotes del SEÑOR, hombres valientes,
Jotam hizo lo recto ante los ojos del SEÑOR, conforme a todo lo que su padre Uzías había hecho; pero no entró en el templo del SEÑOR. Pero el pueblo seguía corrompiéndose.
El SEÑOR envió un ángel que destruyó a todo guerrero valiente, comandante y capitán en el campamento del rey de Asiria. Así regresó avergonzado a su propia tierra. Y cuando entró al templo de su dios, algunos de sus propios hijos lo mataron allí a espada.
Después Esdras se levantó de delante de la casa de Dios y entró a la cámara de Johanán, hijo de Eliasib. Aunque entró allí, no comió pan ni bebió agua, porque hacía duelo a causa de la infidelidad de los desterrados.
Cuando Amán entró, el rey le preguntó: `` ¿Qué se debe hacer para el hombre a quien el rey quiere honrar?" Y Amán se dijo: `` ¿A quién desearía el rey honrar más que a mí?"
También Israel entró en Egipto, Así peregrinó Jacob en la tierra de Cam.
Se vistió de maldición como {si fuera} su manto, Y entró como agua en su cuerpo Y como aceite en sus huesos.
Cuando el rey Ezequías, oyó {esto} rasgó sus vestidos, se cubrió de cilicio y entró en la casa del SEÑOR.
Si salgo al campo, Veo muertos a espada; Y si entro en la ciudad, Hay enfermedades por el hambre. Porque tanto el profeta como el sacerdote Andan errantes en una tierra que no conocen.'"
Entró, pues, Jeremías en el calabozo, es decir, en la celda abovedada; y allí permaneció Jeremías muchos días.
Ebed Melec tomó a los hombres bajo su mando, entró en el palacio del rey al {lugar} debajo del cuarto del tesoro y tomó de allí ropas raídas y trapos viejos, y con sogas los bajó a Jeremías en la cisterna.
Mientras El me hablaba el Espíritu entró en mí y me puso en pie; y oí al que me hablaba.
Entonces el Espíritu entró en mí, me hizo ponerme en pie y habló conmigo, y me dijo: ``Ve, enciérrate en tu casa.
Y el SEÑOR le dijo al hombre vestido de lino: ``Entra en medio de las ruedas debajo de los querubines, llena tus manos de carbones encendidos de entre los querubines y espárce{los} sobre la ciudad." Y el hombre entró ante mis ojos.
Los querubines estaban de pie a la derecha del templo cuando el hombre entró, y la nube llenaba el atrio interior.
Cuando El le ordenó al hombre vestido de lino: ``Toma fuego de entre las ruedas, de entre los querubines," él entró y se paró junto a una rueda.
Y profeticé como El me había ordenado, y el espíritu entró en ellos, y vivieron y se pusieron en pie, un enorme e inmenso ejército.
Luego entró al interior y midió {cada} pilar de la entrada, {y tenían} 1.05 metros, la entrada tenía 3.2 metros de {altura}, y la anchura de la entrada, 3.68 metros.
La gloria del SEÑOR entró en el templo por el camino de la puerta que da hacia el oriente.
"Pero cuando el pueblo de la tierra venga delante del SEÑOR en las fiestas señaladas, el que entre por la puerta del norte para adorar, saldrá por la puerta del sur, y el que entre por la puerta del sur, saldrá por la puerta del norte. Nadie saldrá por la puerta por la cual entró, sino que saldrá por el lado opuesto.
La reina, al enterarse de las palabras del rey y de sus nobles, entró en la sala del banquete y tomando la palabra, dijo: `` ¡Oh rey, viva para siempre! No le turben sus pensamientos ni se mude su semblante.
Cuando Daniel supo que había sido firmado el documento, entró en su casa (en su aposento superior tenía ventanas abiertas en dirección a Jerusalén), y como solía hacerlo antes, continuó arrodillándose tres veces al día, orando y dando gracias delante de su Dios.
No comí manjar delicado ni entró en mi boca carne ni vino, ni usé ungüento alguno, hasta que se cumplieron las tres semanas.
Jonás se levantó, pero para huir a Tarsis, {lejos} de la presencia del SEÑOR. Y descendiendo a Jope, encontró un barco que iba a Tarsis, pagó el pasaje y entró en él para ir con ellos a Tarsis, {lejos} de la presencia del SEÑOR.