'Entró' en la Biblia
Y aconteció un día que él entró en un barco con sus discípulos, y les dijo: Pasemos al otro lado del lago. Y partieron.
Y aconteció que yendo, entró él en una aldea; y una mujer llamada Marta, le recibió en su casa.
Y luego que hubo hablado, le rogó un fariseo que comiese con él; y él entró y se sentó a la mesa.
Comían, bebían, maridos tomaban mujeres, y mujeres maridos, hasta el día que entró Noé en el arca; y vino el diluvio, y destruyó a todos.
Y entró Satanás en Judas, por sobrenombre Iscariote, el cual era uno del número de los doce;
Mas ellos le detuvieron por fuerza, diciendo: Quédate con nosotros, porque se hace tarde, y el día ya ha declinado. Y entró con ellos.
Y tras el bocado, Satanás entró en él. Entonces Jesús le dice: Lo que harás, hazlo más pronto.
Habiendo dicho Jesús estas cosas, salió con sus discípulos tras el arroyo de Cedrón, donde había un huerto, en el cual entró Jesús y sus discípulos.
Y seguían a Jesús Simón Pedro, y otro discípulo. Y aquel discípulo era conocido del sumo sacerdote, y entró con Jesús al atrio del sumo sacerdote;
Y entró otra vez en el pretorio, y dijo a Jesús: ¿De dónde eres tú? Mas Jesús no le dio respuesta.
Y bajándose a mirar , vio los lienzos puestos; mas no entró.
Llegó luego Simón Pedro siguiéndole, y entró en el sepulcro, y vio los lienzos puestos,
Y entonces entró también el otro discípulo, que había venido primero al monumento, y vio, y creyó.
Conviene, pues, que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo en que el Señor Jesús entró y salió entre nosotros,
Y saltando, se puso en pie, y anduvo; y entró con ellos en el Templo, andando, y saltando, y alabando a Dios.
Y pasado espacio como de tres horas, sucedió que entró su mujer, no sabiendo lo que había acontecido.
Ananías entonces fue, y entró en la casa, y poniéndole las manos encima, dijo: Saulo, hermano, el Señor Jesus, que te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo.
Y cuando Pedro entró, salió Cornelio a recibirle; y derribándose a sus pies, adoró.
Y hablando con él, entró, y halló a muchos que se habían juntado.
Y dije: Señor, no; porque ninguna cosa común o inmunda entró jamás en mi boca.
Pero rodeándole los discípulos, se levantó y entró en la ciudad y un día después, salió con Bernabé a Derbe.
El entonces pidiendo luz, entró dentro, y temblando, se derribó a los pies de Pablo y de Silas;
Y Pablo, como acostumbraba, entró a ellos, y por tres sábados disputó con ellos de las Escrituras,
Y saliendo de allí, entró en casa de uno llamado Tito el Justo, temeroso de Dios, la casa del cual estaba junto a la sinagoga.
Y al día siguiente Pablo entró con nosotros a ver a Jacobo, y todos los ancianos se juntaron;
Entonces Pablo tomó consigo aquellos hombres, y al día siguiente, habiéndose purificado con ellos, entró en el Templo, para anunciar el cumplimiento de los días de la purificación, hasta ser ofrecida ofrenda por cada uno de ellos.
Entonces un hijo de la hermana de Pablo, oyendo las asechanzas, fue, y entró en la fortaleza, y dio aviso a Pablo.
Y aconteció que el padre de Publio estaba en cama, enfermo de fiebres y de disentería; al cual Pablo entró, y después de haber orado, le puso las manos encima, y le sanó;
Por tanto, de la manera que el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, y la muerte así pasó a todos los hombres en aquel en quien todos pecaron.
La ley empero entró para que el delito creciese; mas cuando el pecado creció, sobrepujó la gracia;
Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos.
donde entró por nosotros nuestro precursor Jesús, hecho Sumo Sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec.
y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre entró una sola vez en el Santuario diseñado para eterna redención.
Por lo cual no entró Jesús en el santuario hecho de mano, (que es figura del verdadero,) sino en el mismo cielo para presentarse ahora por nosotros en la presencia de Dios.
Y después de tres días y medio, el Espíritu de vida, enviado de Dios entró en ellos, y se alzaron sobre sus pies, y vino gran temor sobre los que los vieron.