24 Versículo de la Biblia sobre Hábitos
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mas el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y el mal.
Y guardaré tu ley continuamente, eternamente y para siempre.
Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; de mañana presentaré mi oración delante de ti, y esperaré.
Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres. De cierto os digo: Ya tienen su recompensa. Mas tú, cuando ores, entra en tu alcoba, y cerrada tu puerta ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará en público.
Y despedidas las multitudes, subió al monte a orar aparte. Y cuando llegó la noche, estaba allí solo.
Y levantándose muy de mañana, mucho antes del amanecer, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.
Y cuando se hizo de día, salió y se fue a un lugar desierto; y la gente le buscaba, y llegando hasta Él, le detenían para que no se fuera de ellos.
Y aconteció en aquellos días, que fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios.
Y aconteció que estando Él aparte orando, estaban con Él los discípulos; y les preguntó, diciendo: ¿Quién dice la gente que soy yo?
Y aconteció que estaba Él orando en cierto lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos.
Y vino a Nazaret, donde había sido criado; y entró el día sábado en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer.
Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón,
Y aconteció en Iconio que entraron juntos en la sinagoga de los judíos, y hablaron de tal manera que creyó una gran multitud así de judíos, como de griegos.
Y Pablo, como acostumbraba, fue a ellos, y por tres sábados disputó con ellos de las Escrituras,
Te hablé en tu prosperidad; pero dijiste: No oiré. Éste ha sido tu proceder desde tu juventud, que nunca oíste mi voz.
Pero si el buey ya había acorneado en el pasado, y a su dueño se le había amonestado, y no lo había guardado, y matare hombre o mujer, el buey será apedreado, y también su dueño morirá.
Pero acontecía que al morir el juez, ellos volvían atrás y se corrompían aun más que sus padres, siguiendo a dioses ajenos para servirles, e inclinándose delante de ellos; y no desistían de sus obras, ni de su obstinado camino.
Y vendrán a ti como viene el pueblo, y estarán delante de ti como mi pueblo, y oirán tus palabras, y no las pondrán por obra; porque con su boca muestran mucho amor, pero su corazón va en pos de su avaricia.
no dejando nuestra congregación, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
Y así también aprenden a ser ociosas, andando de casa en casa; y no solamente ociosas, sino también chismosas e indiscretas, hablando cosas que no debieran.
¿Podrá el etíope mudar su piel, o el leopardo sus manchas? Entonces también vosotros podéis hacer bien, estando habituados a hacer mal.
