'Esté' en la Biblia
- 1.Gé 1:11-Éx 6:26
- 2.Éx 8:19-Números 5:30
- 3.Números 6:19-Deuteronomio 21:20
- 4.Deuteronomio 22:16-Jueces 13:7
- 5.Jueces 14:15-2 Samuel 15:21
- 6.2 Samuel 16:9-2 Reyes 4:7
- 7.2 Reyes 4:9-2 Crónicas 20:2
- 8.2 Crónicas 20:17-Job 27:21
- 9.Job 33:26-Isaías 36:7
- 10.Isaías 37:3-Jeremías 32:20
- 11.Jeremías 32:23-Daniel 6:3
- 12.Daniel 6:5-Mateo 22:38
- 13.Mateo 22:39-Lucas 14:9
- 14.Lucas 14:30-Juan 9:2
- 15.Juan 9:3-Hechos 9:22
- 16.Hechos 10:3-1 Corintios 9:12
- 17.1 Corintios 11:26-1 Juan 2:23
- 18.1 Juan 3:8-Apocalipsis 22:19
``Y el sacerdote tomará la espaldilla hervida, y un pan sin levadura de la cesta, y un hojaldre sin levadura, y {los} pondrá en las manos del nazareo cuando {éste} se haya rasurado su {cabello de} nazareo.
El décimocuarto día de este mes, entre las dos tardes, la haréis a su tiempo determinado; conforme a todo su ordenanza, y conforme a todas sus leyes la haréis.
Este fue el orden de marcha de los hijos de Israel por sus ejércitos cuando partieron.
pero ahora no tenemos apetito. Nada hay para nuestros ojos excepto este maná.
Y dijo Moisés al SEÑOR: ¿Por qué has hecho mal a tu siervo? ¿y por qué no he hallado gracia en tus ojos, que has puesto la carga de todo este pueblo sobre mí?
¿Concebí yo a todo este pueblo? ¿Lo engendré yo, para que me digas: Llévalo en tu seno, como lleva la que cría al que mama, a la tierra de la cual juraste a sus padres?
¿De dónde tengo yo carne para dar a todo este pueblo? Porque vienen a mí llorando y diciendo: Danos carne que comamos.
No puedo yo solo soportar a todo este pueblo, que me es demasiado pesado.
Y salió de parte del SEÑOR un viento que trajo codornices desde el mar y {las} dejó caer junto al campamento, como un día de camino de este lado, y un día de camino del otro lado, por todo alrededor del campamento, y como dos codos {de espesor} sobre la superficie de la tierra.
Entonces Aarón dijo a Moisés: Señor mío, te ruego que no nos cargues {este} pecado, en el cual hemos obrado neciamente y con el cual hemos pecado.
Y les contaron, y dijeron: Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel; y éste es el fruto de ella.
Y se quejaron contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de Israel; y les dijo toda la multitud: ¡Mejor que muriéramos en la tierra de Egipto; o en este desierto que muriéramos!
Y el SEÑOR dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo me ha de irritar este pueblo? ¿Hasta cuándo no me ha de creer con todas las señales que he hecho en medio de ellos?
Y Moisés respondió al SEÑOR: Lo oirán luego los egipcios, porque de en medio de ellos sacaste a este pueblo con tu fortaleza;
y dirán los habitantes de esta tierra, los cuales ya han oído que tú, oh SEÑOR, estabas en medio de este pueblo, que ojo a ojo aparecías tú, oh SEÑOR, y que tu nube estaba sobre ellos, y que de día ibas delante de ellos en columna de nube, y de noche en columna de fuego;
y que has hecho morir a este pueblo como a un hombre; y los gentiles que hubieren oído tu fama hablarán, diciendo:
Porque no pudo el SEÑOR meter este pueblo en la tierra de la cual les había jurado, los mató en el desierto.
Perdona ahora la iniquidad de este pueblo según la grandeza de tu misericordia, y como has perdonado a este pueblo desde Egipto hasta aquí.
En este desierto caerán vuestros cuerpos; todos vuestros contados según toda vuestra cuenta, de veinte años arriba, los cuales habéis murmurado contra mí;
Y en cuanto a vosotros, vuestros cuerpos caerán en este desierto.
Yo el SEÑOR he hablado; así haré a toda esta congregación perversa que se ha juntado contra mí; en este desierto serán consumidos, y allí morirán.
``Y si un extranjero reside con vosotros, o uno que esté entre vosotros por vuestras generaciones, y {desea} presentar una ofrenda encendida como aroma agradable al SEÑOR, como lo hacéis vosotros, así lo hará él.
Esto también {será} para ti: la ofrenda de sus dádivas, todas las ofrendas mecidas de los hijos de Israel; las he dado a ti, a tus hijos y a tus hijas contigo, como porción perpetua. Todo el que esté limpio en tu casa podrá comerla.
Los primeros frutos maduros de todo lo que hay en su tierra, que traigan al SEÑOR, serán tuyos. Todo el que esté limpio en tu casa podrá comer de ello.
Este es el estatuto de la ley que el SEÑOR ha ordenado, diciendo: ``Di a los hijos de Israel que te traigan una novilla alazana sin defecto, que no tenga manchas {y} sobre la cual nunca se haya puesto yugo.
``Entonces un hombre que esté limpio juntará las cenizas de la novilla y las depositará fuera del campamento en un lugar limpio, y la congregación de los hijos de Israel las guardará para el agua para la impureza; es {agua} para purificar del pecado.
Este se removerá el pecado al tercer día con aquella agua, y al séptimo día será limpio; y si al tercer día no se remueve el pecado, no será limpio al séptimo día.
``Esta es la ley para cuando un hombre muera en una tienda; todo el que entre en la tienda y todo el que esté en la tienda, quedará inmundo por siete días.
Y ¿por qué hiciste venir la congregación del SEÑOR a este desierto, para que muramos aquí nosotros y nuestras bestias?
¿Y por qué nos has hecho venir de Egipto, a este mal lugar? No es lugar de sementera, de higueras, de viñas, ni granadas; ni aun hay agua para beber.
Y el SEÑOR dijo a Moisés y a Aarón: Porque vosotros no me creísteis a fin de tratarme como santo ante los ojos de los hijos de Israel, por tanto no conduciréis a este pueblo a la tierra que les he dado.
Entonces Israel hizo voto al SEÑOR, y dijo: Si en efecto entregares a este pueblo en mi mano, yo destruiré sus ciudades.
Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste venir de Egipto para que muramos en este desierto? Que no hay pan, ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano.
Y Moisés hizo una serpiente de bronce y la puso sobre el asta; y sucedía que cuando una serpiente mordía a alguno, y éste miraba a la serpiente de bronce, vivía.
Y de allí vinieron a Beer: éste es el pozo del cual el SEÑOR dijo a Moisés: Junta al pueblo, y les daré agua.
Entonces cantó Israel este cántico: ¿Salta, oh pozo! A él cantad.
Y se movieron los hijos de Israel, y acamparon en los campos de Moab, a este lado del Jordán frente a Jericó.
Ven pues, ahora, te ruego, maldíceme este pueblo, porque es más fuerte que yo; por ventura podré yo herirle, y echarlo de la tierra; pues yo sé que el que tú bendijeres, será bendito, y el que tú maldijeres, será maldito.
He aquí, este pueblo que ha salido de Egipto, cubre la faz de la tierra; ven pues, ahora, y maldícemelo; por ventura podré pelear con él, y echarlo.
porque sin duda te honraré mucho, y haré todo lo que me dijeres; ven, pues ahora, maldíceme a este pueblo.
Y el asna dijo a Balaam: ¿No soy yo tu asna? Sobre mí has montado desde que tú me tienes hasta este día; ¿he acostumbrado a hacerlo así contigo? Y él respondió: No.
Y se encontró Dios con Balaam, y éste le dijo: Siete altares he ordenado, y en cada altar he ofrecido un becerro y un carnero.
Porque desde la cumbre de las peñas lo veo, Y desde los montes lo observo. Este {es} un pueblo {que} mora aparte, Y {que} no será contado entre las naciones.
Por tanto, he aquí, yo me voy ahora a mi pueblo; ven, te indicaré lo que este pueblo ha de hacer a tu pueblo en los postrimeros días.
Y el SEÑOR dijo a Moisés: Sube a este monte Abarim, y verás la tierra que he dado a los hijos de Israel.
Y sus libaciones de vino, medio hin con cada becerro, y el tercio de un hin con cada carnero, y la cuarta de un hin con cada cordero. Este es el holocausto de cada mes por todos los meses del año.
Y a los quince días de este mes, la fiesta solemne; por siete días se comerán panes ázimos.
Y en el diez de este mes séptimo tendréis santa convocación, y afligiréis vuestras almas; ninguna obra haréis;
Entonces el sacerdote Eleazar dijo a los hombres de guerra que habían ido a la batalla: Este es el estatuto de la ley que el SEÑOR ha ordenado a Moisés:
Si os volviereis de en pos de él, él volverá otra vez a dejaros en el desierto, y echaréis a perder a todo este pueblo.
Porque no tomaremos heredad con ellos al otro lado del Jordán ni adelante, por cuanto tendremos ya nuestra heredad de este lado del Jordán al oriente.
Nosotros pasaremos armados delante del SEÑOR a la tierra de Canaán, y la posesión de nuestra heredad será de este lado del Jordán.
Entonces Moisés dio Galaad a Maquir, hijo de Manasés, y éste habitó en ella.
Y este término os irá rodeando desde el mediodía hasta la subida de Acrabim, y pasará hasta Zin; y sus salidas serán del mediodía a Cades-barnea; y saldrá a Hasar-adar, y pasará hasta Asmón;
y rodeará este término, desde Asmón hasta el arroyo de Egipto, y sus remates serán al mar occidental.
Y el término occidental os será el Gran Mar; este término os será el término occidental.
Y el término del norte será éste: desde el Gran Mar os señalaréis al monte de Hor.
y saldrá este término a Zifrón, y serán sus salidas a Hazar-enán; éste os será el término del norte.
y descenderá este término desde Sefam a Ribla, al oriente de Aín; y descenderá este término, y llegará a la costa del mar de Cineret al oriente.
Después descenderá este término al Jordán, y serán sus salidas al mar Salado; ésta será vuestra tierra por sus términos alrededor.
Dos tribus y media tomaron su heredad a este lado del Jordán, frente a Jericó, al oriente, hacia el nacimiento del sol.
Y os serán aquellas ciudades por acogimiento del pariente, y no morirá el homicida hasta que esté á juicio delante de la congregación.
Tres ciudades daréis de este lado del Jordán, y tres ciudades daréis en la tierra de Canaán; las cuales serán ciudades de refugio.
Estas son las palabras que habló Moisés a todo Israel a este lado del Jordán en el desierto, en el llano delante del mar Bermejo, entre Parán, Tofel, Labán, Hazerot, y Dizahab.
a este lado del Jordán, en tierra de Moab, resolvió Moisés declarar esta ley, diciendo:
El SEÑOR nuestro Dios nos habló en Horeb, diciendo: Habéis estado bastante tiempo en este monte;
Y partidos de Horeb, anduvimos todo este desierto grande y temeroso que habéis visto, por el camino del monte del amorreo, como el SEÑOR nuestro Dios nos lo mandó; y llegamos hasta Cades-barnea.
¿A dónde subimos? Nuestros hermanos han hecho desfallecer nuestro corazón, diciendo: Este pueblo es mayor y más alto que nosotros, las ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo; y también vimos allí hijos de gigantes.
y en el desierto has visto que el SEÑOR tu Dios te ha traído, como trae el hombre a su hijo, por todo el camino que habéis andado, hasta que habéis venido a este lugar.
Habéis rodeado este monte bastante tiempo; volveos al aquilón.
pues el SEÑOR tu Dios te ha bendecido en toda obra de tus manos; él sabe que andas por este gran desierto; estos cuarenta años el SEÑOR tu Dios ha estado contigo; y ninguna cosa te ha faltado.
También tomamos en aquel tiempo de mano de los dos reyes amorreos que estaban a este lado del Jordán, la tierra desde el arroyo de Arnón hasta el monte de Hermón.
Mas el SEÑOR se había enojado contra mí por causa de vosotros, por lo cual no me oyó; y me dijo el SEÑOR: Basta, no me hables más de este negocio.
Sube a la cumbre del Pisga, y alza tus ojos al occidente, al aquilón, al mediodía, y al oriente, y ve por tus ojos; porque no pasarás este Jordán.
Y manda a Josué, anímale, y confórtale; porque él ha de pasar delante de este pueblo, y él les hará heredar la tierra que verás.
Pero a vosotros el SEÑOR os tomó, y os ha sacado del horno de hierro, de Egipto, para que le seáis por pueblo de su heredad como parece en este día.
Entonces apartó Moisés tres ciudades de este lado del Jordán al nacimiento del sol,
de este lado del Jordán, en el valle delante de Bet-peor, en la tierra de Sehón rey de los amorreos, que habitaba en Hesbón, al cual hirió Moisés y los hijos de Israel, cuando salieron de Egipto;
y poseyeron su tierra, y la tierra de Og rey de Basán; dos reyes de los amorreos que estaban a este lado del Jordán, al nacimiento del sol.
y toda la llanura de este lado del Jordán, al oriente, hasta el mar del llano, las vertientes de las aguas abajo del Pisga.
No con nuestros padres hizo el SEÑOR este pacto, sino con nosotros todos los que estamos aquí hoy vivos.
y dijisteis: He aquí, el SEÑOR nuestro Dios nos ha mostrado su gloria y su grandeza, y hemos oído su voz de en medio del fuego; hoy hemos visto que el SEÑOR habla al hombre, y éste vive.
Ahora pues, ¿por qué moriremos? Que este gran fuego nos consumirá; si volvemos a oír la voz del SEÑOR nuestro Dios, moriremos.
Y oyó el SEÑOR la voz de vuestras palabras, cuando me hablabais; y me dijo el SEÑOR: He oído la voz de las palabras de este pueblo, que ellos te han hablado; han presentado bien todo lo que han dicho.
Antes te acordarás del SEÑOR tu Dios; porque él te da la potencia para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como parece en este día.
Acuérdate, no te olvides que has provocado a ira al SEÑOR tu Dios en el desierto; desde el día que saliste de la tierra de Egipto, hasta que entrasteis en este lugar, habéis sido rebeldes al SEÑOR.
También me habló el SEÑOR, diciendo: ``He visto a este pueblo, y en verdad es un pueblo de dura cerviz.
Acuérdate de tus siervos Abraham, Isaac, y Jacob; no mires a la dureza de este pueblo, ni a su impiedad, ni a su pecado;
Solamente de tus padres se agradó el SEÑOR para amarlos, y escogió su simiente después de ellos, a vosotros, de entre todos los pueblos, como lo demuestra en este día.
y lo que ha hecho con vosotros en el desierto, hasta que habéis llegado a este lugar;
Porque si guardáis cuidadosamente todo este mandamiento que os ordeno para cumplirlo, amando al SEÑOR vuestro Dios, andando en todos sus caminos y allegándoos a El,
si sólo escuchas fielmente la voz del SEÑOR tu Dios, para guardar cuidadosamente todo este mandamiento que te ordeno hoy.
Solamente que no se aumente de caballos, ni haga volver al pueblo a Egipto para aumentar caballos; porque el SEÑOR os ha dicho: No procuraréis de volver más por este camino.
Y éste será el derecho de los sacerdotes de parte del pueblo, de los que ofrecieren en sacrificio buey o cordero; darán al sacerdote la espalda, las quijadas, y el cuajar.
porque le ha escogido el SEÑOR tu Dios de todas tus tribus, para que esté para ministrar al nombre del SEÑOR, él y sus hijos todos los días.
Conforme a todas las cosas que pediste al SEÑOR tu Dios en Horeb el día de la asamblea, diciendo: No vuelva yo a oír la voz del SEÑOR mi Dios, ni vea yo más este gran fuego, para que no muera.
Y éste es el caso del homicida que ha de huir allí, y vivirá: el que hiriere a su prójimo por yerro, que no le tenía enemistad desde ayer ni anteayer;
(como cuando {un hombre} va al bosque con su amigo para cortar leña, y su mano blande el hacha para cortar el árbol, y el hierro salta del mango y golpea a su amigo, y éste muere), él puede huir a una de estas ciudades y vivir;
Pero si hay un hombre que odia a su prójimo, y acechándolo, se levanta contra él, lo hiere, y {éste} muere, y {después} él huye a una de estas ciudades,
y dirán a los ancianos de la ciudad: Este nuestro hijo es contumaz y rebelde, no oye nuestra voz; es glotón y borracho.
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- 11.Jeremías 32:23-Daniel 6:3
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