'La' en la Biblia
El octavo mes del año segundo de Darío, vino la palabra del SEÑOR al profeta Zacarías, hijo de Berequías, hijo de Iddo, diciendo:
El día veinticuatro del mes undécimo, que es el mes de Sebat, el año segundo de Darío, vino la palabra del SEÑOR al profeta Zacarías, hijo de Berequías, hijo de Iddo, diciendo:
He aquí, de noche vi un hombre que iba montado en un caballo rojo; él estaba entre los mirtos que había en la quebrada, y detrás de él, caballos rojos, castaños y blancos.
Y el hombre que estaba entre los mirtos respondió y dijo: Estos son los que el SEÑOR ha enviado a recorrer la tierra.
Y ellos respondieron al ángel del SEÑOR que estaba entre los mirtos y dijeron: Hemos recorrido la tierra, y he aquí, toda la tierra está en paz y tranquila.
Y dije: ¿Qué vienen a hacer éstos? Y él respondió, diciendo: Aquéllos son los cuernos que dispersaron a Judá, de modo que nadie ha podido levantar la cabeza; pero estos {artesanos} han venido para aterrorizarlos, para derribar los cuernos de las naciones que alzaron {sus} cuernos contra la tierra de Judá para dispersarla.
Entonces alcé los ojos y miré, y he aquí, {vi} un hombre con un cordel de medir en la mano.
y le dijo: Corre, habla a ese joven, y dile: ``Sin muros será habitada Jerusalén, a causa de la multitud de hombres y de ganados dentro de ella.
¿Ea, ea! Huid de la tierra del norte --declara el SEÑOR-- porque como a los cuatro vientos del cielo os dispersé yo --declara el SEÑOR.
¿Ea, Sion, tú que moras con la hija de Babilonia, escápate!
Porque así dice el SEÑOR de los ejércitos, cuya gloria me ha enviado contra las naciones que os despojaron, porque el que os toca, toca la niña de su ojo:
Y el SEÑOR poseerá a Judá, su porción en la tierra santa, y escogerá de nuevo a Jerusalén.
Después dijo: Que le pongan un turbante limpio en la cabeza. Y le pusieron un turbante limpio en la cabeza y le vistieron con ropas {de gala}; y el ángel del SEÑOR estaba allí.
``Porque he aquí la piedra que he puesto delante de Josué, sobre {esta} única piedra hay siete ojos. He aquí, yo grabaré una inscripción en ella" --declara el SEÑOR de los ejércitos-- ``y quitaré la iniquidad de esta tierra en un solo día.
Y me dijo: ¿Qué ves? Y respondí: He aquí, veo un candelabro todo de oro con su depósito en la parte superior, y sus siete lámparas encima de él con siete tubos para cada una de las lámparas que tiene encima;
y junto a él {hay} dos olivos, uno a la derecha del depósito y el otro a la izquierda.
Continuó él, y me dijo: Esta es la palabra del SEÑOR a Zorobabel: ``No por el poder ni por la fuerza, sino por mi Espíritu" --dice el SEÑOR de los ejércitos.
`` ¿Quién eres tú, oh gran monte? Ante Zorobabel, {te convertirás en} llanura; y él sacará la piedra clave entre aclamaciones de ` ¿Gracia, gracia a ella!'"
Las manos de Zorobabel han puesto los cimientos de esta casa, y sus manos {la} acabarán. Entonces sabréis que el SEÑOR de los ejércitos me ha enviado a vosotros.
¿Pues quién ha menospreciado el día de las pequeñeces? Estos siete se alegrarán cuando vean la plomada en la mano de Zorobabel; {estos son} los ojos del SEÑOR que recorren toda la tierra.
Entonces hablé, y le dije: ¿Qué son estos dos olivos a la derecha y a la izquierda del candelabro?
Entonces él dijo: Estos son los dos ungidos que están de pie junto al Señor de toda la tierra.
Entonces me dijo: Esta es la maldición que sale sobre la faz de toda la tierra; ciertamente todo el que roba será destruido según lo escrito en un lado, y todo el que jura será destruido según lo escrito en el otro lado.
La haré salir --declara el SEÑOR de los ejércitos-- y entrará en casa del ladrón y en casa del que jura por mi nombre en falso; y pasará la noche dentro de su casa y la consumirá junto con sus maderas y sus piedras.
Y dije: ¿Qué es? Y él dijo: Esto es el efa que sale. Y añadió: Esta es la iniquidad de ellos en toda la tierra.
Entonces dijo: Esta es la Maldad. Y la arrojó al interior del efa y arrojó la tapa de plomo sobre su abertura.
Luego alcé los ojos y miré, y he aquí dos mujeres salían con el viento en sus alas; y tenían alas como alas de cigüeña, y alzaron el efa entre la tierra y el cielo.
Y me respondió: A la tierra de Sinar para edificarle un templo; y cuando esté preparado, será asentado allí sobre su base.
Y el ángel contestó, y me dijo: Estos son los cuatro vientos del cielo que salen después de presentarse ante el Señor de toda la tierra.
Con uno de ellos salen los caballos negros hacia la tierra del norte, y los blancos salen tras ellos, mientras los tordos salen hacia la tierra del sur.
Briosos salían, impacientes por ir a recorrer la tierra. Y El dijo: Id, recorred la tierra. Y recorrieron la tierra.
Entonces me llamó y me habló, diciendo: Mira, los que salen hacia la tierra del norte aplacan mi espíritu en la tierra del norte.
Toma {ofrendas} de los desterrados, de Heldai, de Tobías y de Jedaías; y el mismo día ve y entra en la casa de Josías, hijo de Sofonías, adonde ellos han llegado de Babilonia.
Toma plata y oro, haz una corona y pon{la} en la cabeza del sumo sacerdote Josué, hijo de Josadac.
La corona será para Helem, Tobías, Jedaías y Hen, hijo de Sofonías, como recuerdo en el templo del SEÑOR.
Y los que están lejos vendrán y reedificarán el templo del SEÑOR. Entonces sabréis que el SEÑOR de los ejércitos me ha enviado a vosotros. {Esto} sucederá si escucháis obedientes la voz del SEÑOR vuestro Dios.
Y sucedió que en el año cuarto del rey Darío vino la palabra del SEÑOR a Zacarías el cuarto {día} del mes noveno, Quisleu.
{La aldea de} Betel había enviado a Sarezer, a Regem-melec y a sus hombres a implorar el favor del SEÑOR,
y a hablar a los sacerdotes que eran de la casa del SEÑOR de los ejércitos, y a los profetas, diciendo: ¿Debemos llorar en el mes quinto y abstenernos como lo hemos hecho durante tantos años?
Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR de los ejércitos, diciendo:
Habla a todo el pueblo de la tierra y a los sacerdotes, y di: ``Cuando ayunabais y os lamentabais en el quinto y el séptimo {mes} durante estos setenta años, ¿ayunabais en verdad por mí?
`` ¿No son {estas} las palabras que el SEÑOR proclamó por medio de los antiguos profetas, cuando Jerusalén estaba habitada y próspera con sus ciudades a su alrededor, y el Neguev y la tierra baja estaban habitados?"
``No oprimáis a la viuda, al huérfano, al extranjero ni al pobre, ni traméis el mal en vuestros corazones unos contra otros."
Pero ellos rehusaron escuchar y volvieron la espalda rebelde y se taparon los oídos para no oír.
Y endurecieron sus corazones como el diamante para no oír la ley ni las palabras que el SEÑOR de los ejércitos había enviado por su Espíritu, por medio de los antiguos profetas; vino, pues, gran enojo de parte del SEÑOR de los ejércitos.
sino que los dispersé en torbellino entre todas las naciones que no conocían. Y la tierra fue desolada tras ellos, sin que nadie fuera ni viniera; convirtieron la tierra deseable en desolación.
Así dice el SEÑOR de los ejércitos: ``He celado a Sion con gran celo, sí, con gran furor la he celado."
Así dice el SEÑOR: ``Volveré a Sion y en medio de Jerusalén moraré. Y Jerusalén se llamará Ciudad de la Verdad, y el monte del SEÑOR de los ejércitos, Monte Santo."
Así dice el SEÑOR de los ejércitos: ``Aún se sentarán ancianos y ancianas en las calles de Jerusalén, cada uno con su bastón en la mano por causa de sus muchos días.
``Y las calles de la ciudad se llenarán de muchachos y muchachas que jugarán en sus calles."
Así dice el SEÑOR de los ejércitos: ``He aquí, salvaré a mi pueblo de la tierra del oriente y de la tierra donde se pone el sol;
Así dice el SEÑOR de los ejércitos: ``Sean fuertes vuestras manos, vosotros que escucháis en estos días estas palabras de la boca de los profetas, los cuales {hablaron} el día en que se pusieron los cimientos de la casa del SEÑOR de los ejércitos para la reedificación del templo.
``Porque {habrá} simiente de paz: la vid dará su fruto, la tierra dará su producto y los cielos darán su rocío; y haré que el remanente de este pueblo herede todas estas cosas.
así me he propuesto en estos días volver a hacer bien a Jerusalén y a la casa de Judá. ¡No temáis!
``Estas son las cosas que debéis hacer: decid la verdad unos a otros, juzgad con verdad y con juicio de paz en vuestras puertas,
Entonces la palabra del SEÑOR de los ejércitos vino a mí, diciendo:
Así dice el SEÑOR de los ejércitos: ``El ayuno del cuarto {mes}, el ayuno del quinto, el ayuno del séptimo y el ayuno del décimo se convertirán para la casa de Judá en gozo, alegría y fiestas alegres. Amad, pues, la verdad y la paz."
Profecía de la palabra del SEÑOR contra la tierra de Hadrac y Damasco, su lugar de reposo (porque hacia el SEÑOR están {puestos} los ojos de los hombres y de todas las tribus de Israel),
He aquí, el Señor la despojará, arrojará al mar su riqueza y ella será consumida por el fuego.
Quitaré la sangre de su boca, y sus abominaciones de entre sus dientes. Entonces él será también un remanente para nuestro Dios, será como una tribu en Judá, y Ecrón {será} como el jebuseo.
Destruiré el carro de Efraín y el caballo de Jerusalén, y el arco de guerra será destruido. El hablará paz a las naciones, y su dominio será de mar a mar, y desde el río hasta los confines de la tierra.
Y en cuanto a ti, por la sangre de {mi} pacto contigo, he librado a tus cautivos de la cisterna en la que no hay agua.
Volved a la fortaleza, oh cautivos de la esperanza; hoy mismo anuncio que el doble te restituiré.
Entonces el SEÑOR aparecerá sobre ellos, y saldrá como un rayo su flecha; el Señor DIOS tocará la trompeta, y caminará en los torbellinos del sur.
El SEÑOR de los ejércitos los defenderá; ellos devorarán y pisotearán las piedras de la honda, beberán {y} alborotarán como {embriagados} de vino, se llenarán como tazón de sacrificio, {empapados} como las esquinas del altar.
Pedid lluvia al SEÑOR en el tiempo de la lluvia tardía, al SEÑOR que hace los nubarrones; El les dará aguaceros, y hierba en el campo a cada uno.
Contra los pastores se enciende mi ira, y a los machos cabríos castigaré; porque el SEÑOR de los ejércitos ha visitado su rebaño, la casa de Judá, y hará de ellos como su caballo de honor en la batalla.
De él saldrá la piedra angular, de él la clavija, de él el arco de guerra, de él todo gobernante; juntos
serán como valientes, que en la batalla huellan {al enemigo} en el barro de las calles; pelearán, porque el SEÑOR {estará} con ellos, y serán avergonzados los que montan a caballo.
Fortaleceré la casa de Judá y la casa de José salvaré, y los haré volver porque me he compadecido de ellos; y serán como si no los hubiera rechazado, porque yo soy el SEÑOR su Dios, y les responderé.
Los haré volver de la tierra de Egipto, y de Asiria los recogeré; los traeré a la tierra de Galaad y del Líbano, hasta que no haya {sitio} para ellos.
Pasarán por el mar {de} la angustia, y El herirá las olas en el mar y se secarán todas las profundidades del Nilo; y será abatido el orgullo de Asiria y apartado el cetro de Egipto.
Voz de gemido de pastores, porque su esplendor está arruinado; voz del rugido de leoncillos, porque derribada está la gloria del Jordán.
Así dice el SEÑOR mi Dios: Apacienta las ovejas {destinadas} para la matanza.
Pues yo no me compadeceré más de los habitantes de esta tierra --declara el SEÑOR-- sino que he aquí, haré que los hombres caigan cada uno en manos de otro y en manos de su rey; y ellos herirán la tierra y yo no {los} libraré de sus manos.
Apacenté, pues, las ovejas {destinadas} para la matanza, esto es, los afligidos del rebaño. Y tomé para mí dos cayados: a uno lo llamé Gracia y al otro lo llamé Unión; y apacenté las ovejas.
Entonces dije: No os apacentaré {más.} La que ha de morir, que muera; y la que ha de ser destruida, que sea destruida; y las que queden, cómanse la carne unas a otras.
Y fue roto aquel día; así los afligidos del rebaño que me observaban, conocieron que era la palabra del SEÑOR.
Entonces el SEÑOR me dijo: Arrójalo al alfarero ({ese} magnífico precio con que me valoraron). Tomé pues, las treinta {piezas} de plata y las arrojé al alfarero en la casa del SEÑOR.
Y quebré mi segundo cayado, Unión, para romper la hermandad entre Judá e Israel.
Porque he aquí, yo voy a levantar en la tierra un pastor que no se preocupará de la que perece, ni buscará a la descarriada, ni curará a la herida, ni sustentará a la fuerte, sino que comerá la carne de la cebada y arrancará sus pezuñas.
¿Ay del pastor inútil que abandona el rebaño! ¿{Caiga} la espada sobre su brazo y sobre su ojo derecho! Su brazo se secará por completo, y su ojo derecho totalmente se oscurecerá.
Profecía de la palabra del SEÑOR acerca de Israel. El SEÑOR que extiende los cielos, pone los cimientos de la tierra y forma el espíritu del hombre dentro de él, declara:
Y sucederá aquel día que haré de Jerusalén una piedra pesada para todos los pueblos; todos los que la levanten serán severamente desgarrados. Y contra ella se congregarán todas las naciones de la tierra.
Aquel día --declara el SEÑOR-- heriré a todo caballo de espanto, y a su jinete, de locura. Pero sobre la casa de Judá abriré mis ojos, mientras hiero de ceguera a todo caballo de los pueblos.
El SEÑOR salvará primero las tiendas de Judá, para que la gloria de la casa de David y la gloria de los habitantes de Jerusalén no se engrandezca sobre Judá.
Aquel día el SEÑOR defenderá a los habitantes de Jerusalén, y el débil entre ellos aquel día será como David, y la casa de David {será} como Dios, como el ángel del SEÑOR delante de ellos.
Y derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén, el Espíritu de gracia y de súplica, y me mirarán a mí, a quien han traspasado. Y se lamentarán por El, como quien se lamenta por un hijo único, y llorarán por El, como se llora por un primogénito.
Aquel día habrá gran lamentación en Jerusalén, como la lamentación de Hadad-rimón en la llanura de Meguido.
Y se lamentará la tierra, cada familia por su lado: la familia de la casa de David por su lado, y sus mujeres por su lado; la familia de la casa de Natán por su lado, y sus mujeres por su lado;
la familia de la casa de Leví por su lado, y sus mujeres por su lado; la familia de los simeítas por su lado, y sus mujeres por su lado;
Aquel día habrá una fuente abierta para la casa de David y para los habitantes de Jerusalén, para {lavar} el pecado y la impureza.
Y sucederá aquel día --declara el SEÑOR de los ejércitos-- que eliminaré de la tierra los nombres de los ídolos, y nunca más serán recordados; también yo quitaré de la tierra a los profetas y al espíritu inmundo.
sino que {cada uno} dirá: ``No soy profeta, soy labrador de la tierra, porque un hombre me vendió como esclavo en mi juventud."
Y sucederá en toda la tierra --declara el SEÑOR-- que dos partes serán cortadas en ella, {y} perecerán; pero la tercera quedará en ella.
Y meteré la tercera parte en el fuego, los refinaré como se refina la plata, y los probaré como se prueba el oro. Invocará él mi nombre, y yo le responderé; diré: ``El es mi pueblo", y él dirá: ``El SEÑOR es mi Dios."