'Les' en la Biblia
Cuando los mensajeros volvieron al rey, éste les dijo: `` ¿Por qué han vuelto?"
Y él rey les preguntó: `` ¿Qué aspecto tenía el hombre que subió al encuentro de ustedes y les habló estas palabras?"
Volvieron a Eliseo que se había quedado en Jericó, y él les dijo: `` ¿No les dije: `No vayan'?"
Pero Eliseo les dijo: ``Tráiganme harina." Y la echó en la olla, y dijo: ``Sírvanlo a la gente para que coman." Y {ya} no había nada malo en la olla.
Y él dijo: ``Todo está bien. Mi señor me ha enviado, diciendo: `En este mismo momento dos jóvenes de los hijos de los profetas han venido a mí de la región montañosa de Efraín. Te ruego que les des 34 kilos de plata y dos mudas de ropa.'"
Y se enfureció el corazón del rey de Aram por este hecho; y llamando a sus siervos, les dijo: `` ¿No me van a revelar quién de los nuestros está a favor del rey de Israel?"
Entonces Eliseo les dijo: ``Este no es el camino, ni es ésta la ciudad; síganme y yo los guiaré al hombre que buscan." Y los llevó a Samaria.
Entonces les preparó un gran banquete; y después que comieron y bebieron, los despidió, y se volvieron a su señor. Y las bandas armadas de Arameos no volvieron a entrar más en la tierra de Israel.
Así que fueron y llamaron a los porteros de la ciudad, y les informaron: ``Fuimos al campamento de los Arameos, y vimos que no había nadie allí, ni siquiera {se oía} voz de hombre; solamente los caballos atados, también los asnos atados y las tiendas intactas."
Entonces el rey se levantó de noche y dijo a sus siervos: ``Ahora les diré lo que los Arameos nos han hecho. Saben que estamos hambrientos; por tanto han salido del campamento para esconderse en el campo, diciendo: `Cuando salgan de la ciudad, los tomaremos vivos y entraremos en la ciudad.'"
Entonces uno de sus siervos respondió: ``Deja que algunos {hombres} tomen cinco de los caballos que quedan, {de los} que quedan en la ciudad. Porque {en todo caso les sucederá} como a toda la multitud de Israel que queda en la ciudad, (como a toda la multitud de Israel que {ya} ha perecido), vamos a enviar{los} y veamos {qué sucede."}
Entonces Jehú salió a los siervos de su señor, y {uno} le dijo: `` ¿Va todo bien? ¿Por qué vino a ti este loco?" Y él les dijo: ``Ustedes conocen {bien} al hombre y sus palabras."
Y Jehú les dijo: ``Echenla abajo." Y la echaron abajo y parte de su sangre salpicó la pared y los caballos, y él la pisoteó.
Entonces por segunda vez les escribió una carta, diciendo: ``Si están de mi parte y escuchan mi voz, tomen las cabezas de los hombres, de los hijos de su señor, y vengan a verme a Jezreel mañana a estas horas." Y los hijos del rey, setenta personas, {estaban} con los principales de la ciudad, {que} los criaban.
Cuando les llegó la carta, tomaron a los hijos del rey y {los} degollaron, setenta personas, pusieron sus cabezas en canastas y se {las} enviaron a Jehú en Jezreel.
se encontró con los parientes de Ocozías, rey de Judá, y les preguntó: `` ¿Quiénes son ustedes?" Y ellos respondieron: ``Somos parientes de Ocozías; y hemos descendido para saludar a los hijos del rey y a los hijos de la reina madre."
Entonces Jehú reunió a todo el pueblo, y les dijo: ``Acab sirvió a Baal un poco, Jehú lo servirá mucho.
Y dijo al que {estaba} encargado del vestuario: ``Saca vestiduras para todos los adoradores de Baal." Y él les sacó vestiduras.
Pero en el séptimo año Joiada mandó a buscar e hizo venir a los capitanes de centenas de los Cariteos y de la guardia, y los hizo venir a él en la casa del SEÑOR. Entonces hizo un pacto con ellos en la casa del SEÑOR y los puso bajo juramento, y les mostró al hijo del rey.
Y les dio orden, diciendo: ``Esto es lo que harán: una tercera parte de ustedes, los que entran en el día de reposo y hacen la guardia en la casa del rey,
Entonces el rey Joás llamó al sacerdote Joiada y a los {otros} sacerdotes, y les dijo: `` ¿Por qué no reparan los daños de la casa? Ahora pues, no tomen {más} dinero de sus conocidos, sino entréguenlo para los daños de la casa."
Y {una vez} cuando estaban sepultando a un hombre, {vieron que} una banda de merodeadores se les acercaba; así que arrojaron al hombre en la tumba de Eliseo. Cuando el hombre cayó y tocó los huesos de Eliseo, revivió, y se puso en pie.
Pero el SEÑOR tuvo piedad de ellos, y les tuvo compasión y se volvió a ellos a causa de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob, y no quiso destruirlos ni echarlos de su presencia hasta hoy.
Pero a los hijos de los asesinos no les dio muerte, conforme a lo que está escrito en el Libro de la Ley de Moisés, tal como el SEÑOR ordenó, diciendo: ``No se dará muerte a los padres por causa de los hijos, ni se dará muerte a los hijos por causa de los padres, sino que a cada uno se le dará muerte por su propio pecado."
Y sirvieron a ídolos, acerca de los cuales el SEÑOR les había dicho: ``Ustedes no harán esto."
El SEÑOR amonestaba a Israel y a Judá por medio de todos Sus profetas {y} de todo vidente, diciendo: ``Vuélvanse de sus malos caminos y guarden Mis mandamientos, Mis estatutos conforme a toda la ley que ordené a sus padres y que les envié por medio de Mis siervos los profetas."
Desecharon Sus estatutos y el pacto que El había hecho con sus padres, y Sus advertencias con las cuales los había amonestado. Siguieron la vanidad y se hicieron vanos, y {fueron} en pos de las naciones que los rodeaban, respecto de las cuales el SEÑOR les había ordenado que no hicieran como ellas.
Cuando El arrancó a Israel de la casa de David, ellos hicieron rey a Jeroboam, hijo de Nabat. Entonces Jeroboam apartó a Israel de seguir al SEÑOR, y les hizo cometer un gran pecado.
Y el rey de Asiria ordenó: ``Lleven allá a uno de los sacerdotes que ustedes llevaron al destierro, y que él vaya y habite allí; y que les enseñe la costumbre del dios de la tierra."
Y vino uno de los sacerdotes que habían llevado al destierro desde Samaria, y habitó en Betel (Casa de Dios), y les enseñó cómo habían de temer al SEÑOR.
con los cuales el SEÑOR hizo un pacto y les ordenó: ``No temerán (reverenciarán) a otros dioses ni se inclinarán ante ellos, no los servirán ni les ofrecerán sacrificios.
"Y los estatutos, las ordenanzas, la ley y el mandamiento que El les escribió, cuidarán de cumplir{los} siempre, y no temerán a otros dioses.
Entonces el Rabsaces les dijo: ``Digan ahora a Ezequías: `Así dice el gran rey, el rey de Asiria: `` ¿Qué confianza es ésta que tú tienes?
Pero el Rabsaces les dijo: `` ¿Acaso me ha enviado mi señor para hablar estas palabras {sólo} a tu señor y a ti, y no a los hombres que están sentados en la muralla, {condenados} a comer sus propios excrementos y beber su propia orina con ustedes?"
ni que Ezequías les haga confiar en el SEÑOR, diciendo: ``Ciertamente el SEÑOR nos librará, y esta ciudad no será entregada en manos del rey de Asiria.'"
éste les dijo: ``Así dirán a su señor: `Así dice el SEÑOR: ``No temas por las palabras que has oído, con las que los criados del rey de Asiria Me han blasfemado.
Y {les} oyó decir acerca de Tirhaca, rey de Cus (Etiopía): ``Ha salido a pelear contra ti." Entonces envió de nuevo mensajeros a Ezequías, diciendo:
Y Ezequías los escuchó y les mostró toda su casa del tesoro: la plata y el oro, las especias y el aceite precioso, su arsenal y todo lo que se hallaba en sus tesoros. No hubo nada en su casa ni en todo su dominio que Ezequías no les mostrara.
Y él dijo: `` ¿Qué han visto en tu casa?" Y Ezequías respondió: ``Han visto todo lo que hay en mi casa; no hay nada entre mis tesoros que yo no les haya mostrado."
"Y haré que nunca más los pies de Israel vaguen {fuera} de la tierra que di a sus padres, con tal de que cuiden de hacer conforme a todo lo que les he mandado, y conforme a toda la ley que Mi siervo Moisés les ordenó."
"Pero no se les pedirá cuenta del dinero entregado en sus manos porque obran con fidelidad."
Y ella les dijo: ``Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: `Digan al hombre que los ha enviado a mí:
Josías quitó también todas las casas de los lugares altos que {estaban} en las ciudades de Samaria, las cuales habían hecho los reyes de Israel provocando a ira al SEÑOR. Les hizo tal y como había hecho en Betel.
Entonces el rey de Babilonia los hirió y les dio muerte en Ribla, en la tierra de Hamat. Así Judá fue llevado al cautiverio, lejos de su tierra.
Gedalías les hizo un juramento, a ellos y a sus hombres, y les dijo: ``No teman a los siervos de los Caldeos; habiten en la tierra y sirvan al rey de Babilonia, y les irá bien."