'Levántate' en la Biblia
Levántate, recorre la tierra a lo largo y a lo ancho de ella, porque a ti te la daré.
Y al amanecer, los ángeles apremiaban a Lot, diciendo: Levántate, toma a tu mujer y a tus dos hijas que están aquí, para que no seáis destruidos en el castigo de la ciudad.
Levántate, alza al muchacho y sostenlo con tu mano; porque yo haré de él una gran nación.
Y Jacob dijo a su padre: Soy Esaú tu primogénito. He hecho lo que me dijiste. Levántate, te ruego. Siéntate y come de mi caza para que me bendigas.
Ahora pues, hijo mío, obedece mi voz: levántate {y} huye a Harán, a {casa de} mi hermano Labán.
Levántate, ve a Padán-aram, a casa de Betuel, padre de tu madre; y toma de allí mujer de entre las hijas de Labán, hermano de tu madre.
``Yo soy el Dios {de} Betel, donde tú ungiste un pilar, donde me hiciste un voto. Levántate ahora, sal de esta tierra, y vuelve a la tierra donde naciste."
Entonces Dios dijo a Jacob: Levántate, sube a Betel y habita allí; y haz allí un altar a Dios, que se te apareció cuando huías de tu hermano Esaú.
Cuando habían salido ellos de la ciudad, {y} no estaban muy lejos, José dijo al mayordomo de su casa: Levántate, sigue a esos hombres; y cuando los alcances, diles: `` ¿Por qué habéis pagado mal por bien?
Y el SEÑOR dijo a Moisés: Levántate muy de mañana y ponte delante de Faraón cuando vaya al agua, y dile: ``Así dice el SEÑOR: `Deja ir a mi pueblo para que me sirva.
Entonces dijo el SEÑOR a Moisés: Levántate muy de mañana, y ponte delante de Faraón, y dile: ``Así dice el SEÑOR, el Dios de los hebreos: `Deja ir a mi pueblo para que me sirva.
Cuando el pueblo vio que Moisés tardaba en bajar del monte, la gente se congregó alrededor de Aarón, y le dijeron: Levántate, haznos un dios que vaya delante de nosotros; en cuanto a este Moisés, el hombre que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido.
Y sucedía que cuando el arca se ponía en marcha, Moisés decía: ¿Levántate, oh SEÑOR! y sean dispersados tus enemigos, huyan de tu presencia los que te aborrecen.
Y Dios vino a Balaam de noche, y le dijo: Si los hombres han venido a llamarte, levántate {y} ve con ellos; pero sólo dirás la palabra que yo te hable.
Y comenzó su profecía, y dijo: Levántate, Balac, y escucha; dame oídos, hijo de Zipor.
Entonces el SEÑOR me dijo: ``Levántate; baja aprisa de aquí, porque tu pueblo que sacaste de Egipto se ha corrompido. Pronto se han apartado del camino que yo les había ordenado; se han hecho un ídolo de fundición."
Entonces me dijo el SEÑOR: ``Levántate, continúa tu marcha al frente del pueblo, para que entren y tomen posesión de la tierra que yo juré a sus padres que les daría."
Mi siervo Moisés ha muerto; ahora pues, levántate, cruza este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel.
Y el SEÑOR dijo a Josué: ¡Levántate! ¿Por qué te has postrado rostro en tierra?
Levántate, consagra al pueblo y di: ``Consagraos para mañana, porque así ha dicho el SEÑOR, Dios de Israel: `Hay anatema en medio de ti, oh Israel. No podrás hacer frente a tus enemigos hasta que quitéis el anatema de en medio de vosotros.'
Entonces el SEÑOR dijo a Josué: No temas ni te acobardes. Toma contigo a todo el pueblo de guerra y levántate, sube a Hai; mira, he entregado en tu mano al rey de Hai, su pueblo, su ciudad y su tierra.
Entonces Débora dijo a Barac: ¡Levántate!, porque este es el día en que el SEÑOR ha entregado a Sísara en tus manos; he aquí, el SEÑOR ha salido delante de ti. Bajó, pues, Barac del monte Tabor seguido de diez mil hombres.
Despierta, despierta, Débora; despierta, despierta, entona un cántico. Levántate, Barac, y lleva a tus cautivos, hijo de Abinoam.
Y aconteció que aquella misma noche, el SEÑOR le dijo {a Gedeón:} Levántate, desciende contra el campamento porque lo he entregado en tus manos.
Y dijo a Jeter su primogénito: Levántate y mátalos. Pero el joven no sacó la espada porque tenía temor, pues todavía era muchacho.
Entonces Zeba y Zalmuna dijeron: Levántate tú y cae sobre nosotros; porque como es el hombre, así es su fortaleza. Y se levantó Gedeón y mató a Zeba y a Zalmuna, y tomó los adornos de media luna que sus camellos llevaban al cuello.
Ahora pues, levántate de noche, tú y el pueblo que está contigo, y pon emboscada en el campo.
Y él le dijo: Levántate y vámonos; pero ella no respondió. Entonces la recogió, y colocándola sobre el asno, el hombre se levantó y se fue a su casa.
Y las asnas de Cis, padre de Saúl, se habían perdido, por lo cual dijo Cis a su hijo Saúl: Toma ahora contigo uno de los criados, levántate, y ve en busca de las asnas.
Se levantaron temprano, y al romper el alba Samuel llamó a Saúl en el terrado, diciendo: Levántate, para que yo te despida. Saúl se levantó, y ambos, Saúl y Samuel, salieron a la calle.
Y envió {por él} y lo hizo entrar. Era rubio, de ojos hermosos y bien parecido. Y el SEÑOR dijo: Levántate, úngele; porque éste es.
De nuevo David consultó al SEÑOR; y el SEÑOR le respondió, y dijo: Levántate, desciende a Keila, pues entregaré a los filisteos en tu mano.
Por tanto, levántate muy de mañana con los siervos de tu señor que han venido contigo, y luego que os hayáis levantado temprano y haya claridad, partid.
Entonces Amnón la aborreció con un odio muy grande; porque el odio con que la aborreció fue mayor que el amor con que la había amado. Y Amnón le dijo: Levántate, vete.
Ahora pues, levántate, sal y habla bondadosamente a tus siervos, porque juro por el SEÑOR que si no sales, ciertamente ni un solo hombre pasará la noche contigo, y esto te será peor que todo el mal que ha venido sobre ti desde tu juventud hasta ahora.
Y Jeroboam dijo a su mujer: Levántate ahora y disfrázate para que no conozcan que eres la mujer de Jeroboam, y ve a Silo; he aquí, allí está el profeta Ahías, que dijo de mí {que yo sería} rey sobre este pueblo.
Y tú, levántate, vete a tu casa. Cuando tus pies entren en la ciudad, el niño morirá.
Levántate, ve a Sarepta, que pertenece a Sidón, y quédate allí; he aquí, yo he mandado a una viuda de allí que te sustente.
Y acostándose bajo el enebro, se durmió; y he aquí, un ángel lo tocó y le dijo: Levántate, come.
Y el ángel del SEÑOR volvió por segunda vez, lo tocó y {le} dijo: Levántate, come, porque es muy largo el camino para ti.
Su mujer Jezabel le dijo: ¿No reinas ahora sobre Israel? Levántate, come, y alégrese tu corazón. Yo te daré la viña de Nabot de Jezreel.
Y cuando Jezabel oyó que Nabot había sido apedreado y había muerto, Jezabel dijo a Acab: Levántate, toma posesión de la viña de Nabot de Jezreel, la cual él se negó a dártela por dinero, porque Nabot no está vivo, sino muerto.
Levántate, desciende al encuentro de Acab, rey de Israel, que está en Samaria; he aquí, él está en la viña de Nabot, adonde ha descendido a tomar posesión de ella.
Entonces el ángel del SEÑOR dijo a Elías tisbita: Levántate, sube al encuentro de los mensajeros del rey de Samaria y diles: `` ¿No hay acaso Dios en Israel para que vayáis a consultar a Baal-zebub, dios de Ecrón?"
Y Eliseo habló a la mujer, a cuyo hijo él había devuelto la vida, diciendo: Levántate y vete, tú y tu casa, y reside donde puedas residir, porque el SEÑOR ha llamado al hambre que vendrá sobre la tierra por siete años.
Del oro, de la plata, del bronce y del hierro no hay límite. Levántate y trabaja, y que el SEÑOR sea contigo.
Ahora pues, levántate, oh SEÑOR Dios, hacia tu reposo, tú y el arca de tu poder; que tus sacerdotes, oh SEÑOR Dios, se revistan de salvación y tus santos se regocijen en lo que es bueno.
Levántate, porque {este} asunto es tu responsabilidad, pero estaremos contigo; anímate y haz{lo}.
¿Levántate, SEÑOR! ¡Sálvame, Dios mío! Porque tú hieres a todos mis enemigos en la mejilla; rompes los dientes de los impíos.
Levántate, oh SEÑOR, en tu ira; álzate contra la furia de mis adversarios, y despiértate en favor mío; tú has establecido juicio.
Levántate, oh SEÑOR; no prevalezca el hombre; sean juzgadas las naciones delante de ti.
Levántate, oh SEÑOR; alza, oh Dios, tu mano. No te olvides de los pobres.
Levántate, SEÑOR, sal a su encuentro, derríbalo; con tu espada libra mi alma del impío,
Echa mano del broquel y del escudo, y levántate en mi ayuda.
Despierta y levántate para mi defensa y para mi causa, Dios mío y Señor mío.
¿Despierta! ¿Por qué duermes, Señor? ¿Levántate! No {nos} rechaces para siempre.
¿Levántate! Sé nuestra ayuda, y redímenos por amor de tu misericordia.
Levántate, oh Dios, defiende tu causa; acuérdate de cómo el necio te injuria todo el día.
¿Levántate, oh Dios, juzga la tierra! Porque tú posees todas las naciones.
Levántate, Juez de la tierra; da {su} merecido a los soberbios.
Levántate, SEÑOR, al lugar de tu reposo; tú y el arca de tu poder.
Mi amado habló, y me dijo: ``Levántate, amada mía, hermosa mía, y ven conmigo.
``La higuera ha madurado sus higos, y las vides en flor han esparcido {su} fragancia. Levántate amada mía, hermosa mía, y ven conmigo."
El ha dicho: No te divertirás más, virgen oprimida, hija de Sidón. Levántate, pasa a Chipre; aun allí no hallarás descanso.
¿Despierta, despierta! Levántate, Jerusalén, tú, que has bebido de la mano del SEÑOR la copa de su furor, que has bebido el cáliz del vértigo hasta vaciarlo.
Sal del polvo, levántate, cautiva Jerusalén; líbrate de las cadenas de tu cuello, cautiva hija de Sion.
Levántate, resplandece, porque ha llegado tu luz y la gloria del SEÑOR ha amanecido sobre ti.
Tú, pues, ciñe tus lomos, levántate y diles todo lo que yo te mande. No temas ante ellos, no sea que yo te infunda temor delante de ellos.
los que dicen al leño: ``Mi padre eres tú", y a la piedra: ``Tú me engendraste." Porque ellos me han vuelto las espaldas, y no el rostro; pero en el tiempo de su calamidad dirán: ``Levántate y sálvanos."
Toma el cinturón que has comprado, que llevas a la cintura, y levántate, vete al Eufrates y escóndelo allá en una hendidura de la peña.
Y sucedió que después de muchos días el SEÑOR me dijo: Levántate, vete al Eufrates y toma de allí el cinturón que te mandé que escondieras allá.
Levántate y desciende a la casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras.
Han tropezado muchas veces; en verdad, han caído uno sobre otro. Entonces dijeron: ``Levántate y volvamos a nuestro pueblo y a nuestra tierra natal, ante la espada opresora."
Levántate, da voces en la noche al comenzar las vigilias; derrama como agua tu corazón ante la presencia del Señor; alza hacia El tus manos por la vida de tus pequeños, que desfallecen de hambre en las esquinas de todas las calles.
Allí vino sobre mí la mano del SEÑOR, y El me dijo: Levántate y ve a la llanura, y allí te hablaré.
Y he aquí, otra segunda bestia, semejante a un oso, estaba levantada de un costado, y en su boca, entre sus dientes, {tenía} tres costillas; y le dijeron así: ``Levántate, y devora mucha carne."
Levántate, ve a Nínive, la gran ciudad, y proclama contra ella, porque su maldad ha subido hasta mí.
El capitán se le acercó y le dijo: ¿Cómo es que estás durmiendo? ¡Levántate, invoca a tu Dios! Quizás {tu} Dios piense en nosotros y no pereceremos.
Levántate, ve a Nínive, la gran ciudad, y proclama en ella el mensaje que yo te diré.
Levántate y trilla, hija de Sion, pues yo haré tu cuerno de hierro y haré tus pezuñas de bronce, para que desmenuces a muchos pueblos, para que consagres al SEÑOR su injusta ganancia, y sus riquezas al Señor de toda la tierra.
Oíd ahora lo que dice el SEÑOR: Levántate, litiga con los montes, y oigan las colinas tu voz.
¿Ay del que dice al madero: ``Despierta", {o} a la piedra muda: ``Levántate"! ¿Será esto {tu} maestro? He aquí, está cubierto de oro y plata, y no hay aliento alguno en su interior.