'Llegó' en la Biblia
Y le llegó una carta del profeta Elías, que decía: Así dice el SEÑOR, Dios de tu padre David: ``Por cuanto no has andado en los caminos de Josafat tu padre, ni en los caminos de Asa, rey de Judá,
La destrucción de Ocozías vino de Dios, por ir a {visitar} a Joram. Pues cuando llegó, salió con Joram contra Jehú, hijo de Nimsi, a quien el SEÑOR había ungido para exterminar la casa de Acab.
Al oír Atalía el estruendo del pueblo que corría y alababa al rey, se llegó al pueblo en la casa del SEÑOR,
Y le echaron mano, y cuando ella llegó a la entrada de la puerta de los Caballos de la casa del rey, allí la mataron.
Y los amonitas pagaron tributo a Uzías, y su fama se divulgó hasta la frontera de Egipto, pues llegó a ser muy poderoso.
Pero cuando llegó a ser fuerte, su corazón se hizo tan orgulloso que obró corruptamente, y fue infiel al SEÑOR su Dios, pues entró al templo del SEÑOR para quemar incienso sobre el altar del incienso.
Entonces los sacerdotes levitas se levantaron y bendijeron al pueblo; y se oyó su voz, y su oración llegó hasta su santa morada, hasta los cielos.
Cuando llegó el mes séptimo, y los hijos de Israel {estaban ya} en las ciudades, el pueblo se reunió como un solo hombre en Jerusalén.
Porque el primer {día} del mes primero comenzó a subir de Babilonia; y el primer {día} del mes quinto llegó a Jerusalén, pues la mano bondadosa de su Dios {estaba} sobre él.
Y habitaron en sus ciudades, los sacerdotes, los levitas, los porteros, los cantores, {algunos} del pueblo, los sirvientes del templo y el resto de Israel. Cuando llegó el mes séptimo, los hijos de Israel {ya estaban} en sus ciudades.
Pero el asunto llegó a conocimiento de Mardoqueo, y él se lo comunicó a la reina Ester, y Ester informó al rey en nombre de Mardoqueo.
Y llegó hasta la puerta del rey, porque nadie podía entrar por la puerta del rey vestido de cilicio.
Pero cuando esto llegó al conocimiento del rey, {éste} ordenó por carta que el perverso plan que había tramado contra los judíos recayera sobre su cabeza, y que él y sus hijos fueran colgados en la horca.
En mi angustia invoqué al SEÑOR, y clamé a mi Dios; desde su templo oyó mi voz, y mi clamor delante de El llegó a sus oídos.
Para el director del coro. Salmo de David, cuando después que se llegó a Betsabé, el profeta Natán lo visitó.Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; conforme a lo inmenso de tu compasión, borra mis transgresiones.
{Había} una pequeña ciudad con pocos hombres en ella. Llegó un gran rey, la cercó y construyó contra ella grandes baluartes;
Y la mano del SEÑOR había venido sobre mí la tarde antes de llegar el fugitivo. Y El abrió mi boca cuando {aquel} llegó a mí por la mañana; mi boca se abrió y dejé de estar mudo.
hasta que vino el Anciano de Días y se hizo justicia a favor de los santos del Altísimo, y llegó el tiempo cuando los santos tomaron posesión del reino.
El macho cabrío {se} engrandeció sobremanera, pero en cuanto llegó a ser poderoso, el gran cuerno se le rompió, y en su lugar le salieron cuatro {cuernos} prominentes hacia los cuatro vientos del cielo.
El se acercó adonde yo estaba, y cuando llegó, me aterroricé y caí sobre mi rostro, pero él me dijo: Entiende, hijo de hombre, que la visión se refiere al tiempo del fin.
Cuando en mí desfallecía mi alma, del SEÑOR me acordé; y mi oración llegó hasta ti, hasta tu santo templo.
Cuando llegó la noticia al rey de Nínive, se levantó de su trono, se despojó de su manto, se cubrió de cilicio y se sentó sobre ceniza.
Y habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí, la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo sobre {el lugar} donde estaba el Niño.
y llegó y habitó en una ciudad llamada Nazaret, para que se cumpliera lo que fue dicho por medio de los profetas: Será llamado Nazareno.
En aquellos días llegó* Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, diciendo:
Entonces Jesús llegó* de Galilea al Jordán, a {donde estaba} Juan, para ser bautizado por él.
Cuando llegó al otro lado, a la tierra de los gadarenos, le salieron al encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, violentos en extremo, de manera que nadie podía pasar por aquel camino.
Y subiendo {Jesús} en una barca, pasó al otro lado y llegó a su ciudad.
Pero cuando llegó el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó ante {ellos} y agradó a Herodes.
Cuando llegó Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?
El dijo*: Sí. Y cuando él llegó a casa, Jesús se le anticipó, diciendo: ¿Qué te parece, Simón? ¿De quiénes cobran tributos o impuestos los reyes de la tierra, de sus hijos o de los extraños?
Cuando llegó Jesús al templo, los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo se le acercaron mientras enseñaba, diciendo: ¿Con qué autoridad haces estas cosas, y quién te dio esta autoridad?
Entonces Jesús llegó* con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo* a sus discípulos: Sentaos aquí mientras yo voy allá y oro.
Mientras todavía estaba El hablando, he aquí, Judas, uno de los doce, llegó acompañado de una gran multitud con espadas y garrotes, de parte de los principales sacerdotes y de los ancianos del pueblo.
Cuando llegó la mañana, todos los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo celebraron consejo contra Jesús para darle muerte.
{Jesús} llegó* a una casa, y la multitud se juntó* de nuevo, a tal punto que ellos ni siquiera podían comer.
Comenzó a enseñar de nuevo junto al mar; y se llegó a El una multitud tan grande que tuvo que subirse a una barca {que estaba} en el mar, y se sentó; y toda la multitud estaba en tierra a la orilla del mar.
cuando oyó hablar de Jesús, se llegó {a El} por detrás entre la multitud y tocó su manto.
El se marchó de allí y llegó* a su pueblo; y sus discípulos le siguieron*.
Cuando llegó el día de reposo, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos que {le} escuchaban se asombraban, diciendo: ¿Dónde {obtuvo} éste tales cosas, y cuál es {esta} sabiduría {que} le ha sido dada, y estos milagros que hace con sus manos?
Pero llegó un día oportuno, cuando Herodes, siendo su cumpleaños, ofreció un banquete a sus nobles y comandantes y a los principales de Galilea;
Volviendo a salir de la región de Tiro, pasó por Sidón y {llegó} al mar de Galilea, atravesando la región de Decápolis.
Y entró en Jerusalén, {llegó} al templo, y después de mirar todo a su alrededor, salió para Betania con los doce, siendo ya avanzada la hora.
Y viendo de lejos una higuera con hojas, fue {a ver} si quizá pudiera hallar algo en ella; cuando llegó a ella, no encontró más que hojas, porque no era tiempo de higos.
Y llegó una viuda pobre y echó dos pequeñas monedas de cobre, o sea, un cuadrante.
En ese momento, mientras todavía estaba El hablando, llegó* Judas, uno de los doce, acompañado de una multitud con espadas y garrotes, de parte de los principales sacerdotes, de los escribas y de los ancianos.
Estando Pedro abajo en el patio, llegó* una de las sirvientas del sumo sacerdote,
Cuando llegó la hora sexta, hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora novena.
Porque he aquí, apenas la voz de tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de gozo en mi vientre.
Llegó a Nazaret, donde se había criado, y según su costumbre, entró en la sinagoga el día de reposo, y se levantó a leer.
Judas, {hijo} de Jacobo, y Judas Iscariote, que llegó a ser traidor.
Y he aquí, llegó un hombre llamado Jairo, que era un oficial de la sinagoga; y cayendo a los pies de Jesús le rogaba que entrara a su casa;
Y cuando El llegó a la casa, no permitió que nadie entrara con El sino {sólo} Pedro, Juan y Jacobo, y el padre y la madre de la muchacha.
Del mismo modo, también un levita, cuando llegó al lugar y lo vio, pasó por el otro lado {del camino.}
Pero cierto samaritano, que iba de viaje, llegó adonde él {estaba;} y cuando lo vio, tuvo compasión,
Cuando Jesús llegó al lugar, miró hacia arriba y le dijo: Zaqueo, date prisa y desciende, porque hoy debo quedarme en tu casa.
Llegó el día {de la fiesta} de los panes sin levadura en que debía sacrificarse {el cordero de} la Pascua.
Cuando llegó la hora, se sentó {a la mesa,} y con El los apóstoles,
Cuando llegó al lugar, les dijo: Orad para que no entréis en tentación.
Mientras todavía estaba El hablando, he aquí, {llegó} una multitud, y el que se llamaba Judas, uno de los doce, iba delante de ellos, y se acercó a Jesús para besarle.
Llegó*, pues, a una ciudad de Samaria llamada Sicar, cerca de la parcela de tierra que Jacob dio a su hijo José;
Así que cuando llegó a Galilea, los galileos le recibieron, {pues} habían visto todo lo que hizo en Jerusalén durante la fiesta; porque ellos también habían ido a la fiesta.
El enfermo le respondió: Señor, no tengo a nadie que me meta en el estanque cuando el agua es agitada; y mientras yo llego, otro baja antes que yo.
Entonces ellos querían recibirle en la barca, e inmediatamente la barca llegó a la tierra adonde iban.
Llegó, pues, Jesús y halló que ya hacía cuatro días que estaba en el sepulcro.
Cuando María llegó adonde estaba Jesús, al verle, se arrojó entonces a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.
Entonces llegó* a Simón Pedro. Este le dijo*: Señor, ¿tú lavarme a mí los pies?
Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro, y llegó primero al sepulcro;
Entonces llegó* también Simón Pedro tras él, entró al sepulcro, y vio* las envolturas de lino puestas {allí,}
Y {esto} llegó al conocimiento de todos los que habitaban en Jerusalén, de manera que aquel terreno se llamó en su propia lengua Acéldama, es decir, campo de sangre.)
Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos en un mismo lugar.
Mas Felipe se encontró en Azoto, y por donde pasaba, anunciaba el evangelio en todas las ciudades, hasta que llegó a Cesarea.
pero su conjura llegó al conocimiento de Saulo. Y aun vigilaban las puertas día y noche con el propósito de matarlo;
Cuando llegó a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos; y todos le temían, no creyendo que era discípulo.
Entonces Pedro se levantó y fue con ellos. Cuando llegó, lo llevaron al aposento alto, y todas las viudas lo rodearon llorando, mostrando todas las túnicas y ropas que Dorcas solía hacer cuando estaba con ellas.
De nuevo, por segunda vez, {llegó} a él una voz: Lo que Dios ha limpiado, no {lo} llames tú impuro.
Y la noticia de esto llegó a oídos de la iglesia de Jerusalén y enviaron a Bernabé a Antioquía,
Llegó también a Derbe y a Listra. Y estaba allí cierto discípulo llamado Timoteo, hijo de una mujer judía creyente, pero de padre griego,
Llegó entonces a Efeso un judío que se llamaba Apolos, natural de Alejandría, hombre elocuente, {y} que era poderoso en las Escrituras.
Cuando él quiso pasar a Acaya, los hermanos lo animaron, y escribieron a los discípulos que lo recibieran; y cuando llegó, ayudó mucho a los que por la gracia habían creído,
Y aconteció que mientras Apolos estaba en Corinto, Pablo, habiendo recorrido las regiones superiores, llegó a Efeso y encontró a algunos discípulos,
Y después de recorrer aquellas regiones y de haberlos exhortado mucho, llegó a Grecia.
Se alborotó toda la ciudad, y llegó el pueblo corriendo de todas partes; apoderándose de Pablo lo arrastraron fuera del templo, y al instante cerraron las puertas.
Mientras procuraban matarlo, llegó aviso al comandante de la compañía {romana} que toda Jerusalén estaba en confusión.
Entonces el comandante llegó y lo prendió, y ordenó que lo ataran con dos cadenas; y preguntaba quién era y qué había hecho.
Cuando llegó a las gradas, sucedió que los soldados tuvieron que cargarlo por causa de la violencia de la turba;
Pero pocos días más tarde, llegó Félix con Drusila su mujer, que era judía, y mandó traer a Pablo y lo oyó {hablar} acerca de la fe en Cristo Jesús.
Pero transcurridos dos años, Porcio Festo llegó como sucesor de Félix, y deseando hacer un favor a los judíos, Félix dejó preso a Pablo.
Cuando éste llegó, lo rodearon los judíos que habían descendido de Jerusalén, presentando contra él muchas y graves acusaciones que no podían probar,
Pues, ¿QUIEN HA CONOCIDO LA MENTE DEL SEÑOR?, ¿O QUIEN LLEGO A SER SU CONSEJERO?,
Entretanto que llego, ocúpate en la lectura {de las Escrituras,} la exhortación y la enseñanza.
Por la fe Noé, siendo advertido {por Dios} acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó un arca para la salvación de su casa, por la cual condenó al mundo, y llegó a ser heredero de la justicia que es según la fe.
Y las naciones se enfurecieron, y vino tu ira y {llegó} el tiempo de juzgar a los muertos y de dar la recompensa a tus siervos los profetas, a los santos y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra.