'Lo' en la Biblia
Y nuestra esperanza de vosotros es firme; sabiendo que como sois partícipes de las aflicciones, así también lo seréis de la consolación.
Así que, cuando me propuse esto, ¿usé quizá de ligereza? ¿O lo que me propongo, me propongo según la carne, para que haya en mí Sí, Sí, y No, No?
Por lo cual os ruego que confirméis vuestro amor para con él.
Y al que vosotros perdonareis algo, yo también; porque si algo he perdonado, a quien lo he perdonado, por vosotros lo he hecho en la persona de Cristo;
Porque aun lo que fue glorioso, no es glorioso en este respecto, en comparación a la gloria más excelente.
Porque si lo que perece fue glorioso, mucho más glorioso será lo que permanece.
antes bien hemos renunciado a lo oculto y deshonesto, no andando con astucia, ni usando la palabra de Dios con engaño, sino que por la manifestación de la verdad, nos recomendamos a la conciencia de todo hombre delante de Dios.
Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual también hablé; nosotros también creemos, por lo cual también hablamos;
Porque nosotros que estamos en este tabernáculo gemimos con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida.
Porque es menester que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, ya sea bueno o sea malo.
Al que no conoció pecado, lo hizo pecado por nosotros, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él.
Por lo cual salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré,
No lo digo para condenaros; porque ya he dicho antes, que estáis en nuestros corazones, para morir y para vivir juntamente.
Y su entrañable afecto es más abundante para con vosotros, cuando se acuerda de la obediencia de todos vosotros, de cómo lo recibisteis con temor y temblor.
Y esto hicieron, no como lo esperábamos, sino que primero se dieron a sí mismos al Señor, y a nosotros por la voluntad de Dios.
Ahora, pues, llevad también a cabo el hecho, para que como estuvisteis prestos a querer, así también lo estéis en cumplir conforme a lo que tenéis.
Porque si primero hay la disposición, será acepta según lo que uno tiene, no según lo que no tiene.
sino para que con igualdad, ahora en este tiempo, vuestra abundancia supla lo que a ellos falta, para que también la abundancia de ellos supla lo que a vosotros falta, de modo que haya igualdad;
procurando hacer lo honesto, no sólo delante del Señor, sino también delante de los hombres.
Mas he enviado a los hermanos, para que nuestra gloria de vosotros no sea vana en esta parte; para que, como lo he dicho, estéis preparados;
Porque la suministración de este servicio, suple no sólo lo que a los santos falta, sino también abunda en muchas acciones de gracias a Dios;
Para predicar el evangelio en las regiones más allá de vosotros, sin entrar en el campo de otro para gloriarnos en lo que ya estaba preparado.
Porque si alguno viene y predica otro Jesús que el que os hemos predicado, o recibís otro espíritu del que habéis recibido, u otro evangelio del que habéis aceptado, bien lo toleráis.
Y estando con vosotros y teniendo necesidad, a ninguno fui carga; porque lo que me faltaba, lo suplieron los hermanos que vinieron de Macedonia; y en todo me guardé de seros carga, y me guardaré.
¿Por qué? ¿Porque no os amo? Dios lo sabe.
Mas lo que hago, haré aún, para cortar la ocasión de aquellos que la desean, a fin de que en aquello que se glorían, sean hallados semejantes a nosotros.
Lo que hablo, no lo hablo según el Señor, sino como en locura, con esta confianza de gloria.
Lo digo en cuanto a la afrenta, como si nosotros hubiésemos sido débiles. Pero en lo que otro tuviere osadía (hablo con locura), también yo tengo osadía.
Además de esto, lo que sobre mí se agolpa cada día, la carga de todas las iglesias.
Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé: Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo.
Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe),
Por lo cual si quisiera gloriarme, no sería insensato; porque diría verdad; pero lo dejo, para que nadie piense de mí más de lo que en mí ve, u oye de mí.
Por lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí;
Por lo cual me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias por amor a Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy poderoso.
He aquí estoy preparado para ir a vosotros la tercera vez, y no os seré gravoso; porque no busco lo vuestro, sino a vosotros: porque no han de atesorar los hijos para los padres, sino los padres para los hijos.
¿Pensáis aún que nos excusamos con vosotros? Delante de Dios en Cristo hablamos; mas todo lo hacemos, muy amados, para vuestra edificación.
Os he dicho antes, y ahora os digo otra vez como si estuviera presente, y ahora ausente lo escribo a los que antes pecaron, y a todos los demás, que si vengo otra vez, no seré indulgente;
Y oro a Dios que ninguna cosa mala hagáis; no para que nosotros aparezcamos aprobados, sino para que vosotros hagáis lo que es bueno, aunque nosotros seamos como reprobados.
Por lo cual nos gozamos en que seamos débiles, y que vosotros seáis fuertes; y aun deseamos vuestra perfección.