'Me' en la Biblia
Y me dijeron: ``El remanente, los que sobrevivieron a la cautividad allá en la provincia, están en gran aflicción y oprobio, y la muralla de Jerusalén está derribada y sus puertas quemadas a fuego."
Cuando oí estas palabras, me senté y lloré; hice duelo {algunos} días, y estuve ayunando y orando delante del Dios del cielo.
Así que el rey me preguntó: `` ¿Por qué está triste tu rostro? Tú no estás enfermo; eso no es más que tristeza de corazón." Entonces tuve mucho temor,
Entonces el rey me dijo: `` ¿Qué es lo que pides?" Así que oré al Dios del cielo,
Entonces el rey me dijo, estando la reina sentada junto a él: `` ¿Cuánto durará tu viaje, y cuándo volverás?" Y le agradó al rey enviarme, y yo le di un plazo fijo.
Y le dije al rey: ``Si le agrada al rey, que se me den cartas para los gobernadores {de las provincias} más allá del Río (Eufrates), para que me dejen pasar hasta que llegue a Judá,
y una carta para Asaf, guarda del bosque del rey, a fin de que me dé madera para hacer las vigas de las puertas de la fortaleza que está junto al templo, para la muralla de la ciudad y para la casa a la cual iré." Y el rey me {lo} concedió, porque la mano bondadosa de mi Dios {estaba} sobre mí.
me levanté de noche, yo y unos pocos hombres conmigo, pero no informé a nadie lo que mi Dios había puesto en mi corazón que hiciera por Jerusalén. No llevaba conmigo ningún animal excepto el animal sobre el cual yo iba montado.
Les conté cómo la mano de mi Dios había sido bondadosa conmigo, y también las palabras que el rey me había dicho. Entonces dijeron: ``Levantémonos y edifiquemos." Y esforzaron sus manos en la buena {obra.}
Cuando vi {su temor,} me levanté y dije a los nobles, a los oficiales y al resto del pueblo: ``No les tengan miedo. Acuérdense del Señor, que es grande y temible, y luchen por sus hermanos, sus hijos, sus hijas, sus mujeres y sus casas."
Ni yo, ni mis hermanos, ni mis criados, ni los hombres de la guardia que me seguían, ninguno de nosotros se quitó la ropa; cada uno {llevaba} su arma {aun} en el agua.
Entonces me enojé en gran manera cuando oí su clamor y estas palabras.
Además, desde el día en que {el rey} me mandó que fuera gobernador en la tierra de Judá, desde el año veinte hasta el año treinta y dos del rey Artajerjes, doce años, ni yo ni mis hermanos hemos comido del pan del gobernador.
Pero los gobernadores anteriores que me precedieron gravaban al pueblo y tomaban de ellos cuarenta siclos (456 gramos) de plata además del pan y del vino; también sus sirvientes oprimían al pueblo. Pero yo no hice así, a causa del temor de Dios.
También yo me dediqué a la obra en esta muralla; y no compramos ningún terreno, y todos mis siervos estaban reunidos allí para la obra.
Cuatro veces me enviaron {mensajes} en la misma forma, y en cada ocasión yo les respondí de la misma manera.
Entonces Sanbalat, por quinta vez, me envió su siervo en la misma forma, con una carta abierta en su mano.
Entonces me di cuenta de que ciertamente Dios no lo había enviado, sino que había dicho su profecía contra mí porque Tobías y Sanbalat le habían pagado.
Le pagaron por esta razón: para que yo me atemorizara y obrara de esa manera y pecara, y así ellos tuvieran un mal informe {de mí} y pudieran reprocharme.
Además, hablaban de sus buenas obras en mi presencia y a él le informaban de mis palabras. {Y} Tobías me enviaba cartas para atemorizarme.
y vine a Jerusalén y me enteré del mal que Eliasib había hecho por {favorecer a} Tobías, al prepararle un aposento en los atrios de la casa de Dios.
Esto me desagradó mucho, por lo cual arrojé todos los muebles de la casa de Tobías fuera del aposento.