'Mi' en la Biblia
Entonces extendió el SEÑOR su mano y tocó mi boca. Y el SEÑOR me dijo: He aquí, he puesto mis palabras en tu boca.
Vino entonces a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: ¿Qué ves tú, Jeremías? Y yo respondí: Veo una vara de almendro.
Y me dijo el SEÑOR: Bien has visto, porque yo velo sobre mi palabra para cumplirla.
Por segunda vez vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: ¿Qué ves tú? Y respondí: Veo una olla hirviendo que se vuelca desde el norte.
Así dice el SEÑOR: ¿Qué injusticia hallaron en mí vuestros padres, para que se alejaran de mí y anduvieran tras lo vano y se hicieran vanos?
Yo os traje a una tierra fértil, para que comierais de su fruto y de sus delicias; pero vinisteis y contaminasteis mi tierra, y de mi heredad hicisteis abominación.
Los sacerdotes no dijeron: `` ¿Dónde está el SEÑOR?" Los que se ocupaban de la ley no me conocieron, los gobernantes se rebelaron contra mí, y los profetas profetizaban por Baal, y andaban tras cosas que no aprovechan.
¿Ha cambiado alguna nación sus dioses, aunque {ésos} no son dioses? Pues mi pueblo ha cambiado su gloria por lo que no aprovecha.
Porque dos males ha hecho mi pueblo: me han abandonado a mí, fuente de aguas vivas, y han cavado para sí cisternas, cisternas agrietadas que no retienen el agua.
Te castigará tu propia maldad, y tus apostasías te condenarán. Reconoce, pues, y ve que es malo y amargo el dejar al SEÑOR tu Dios, y no tener temor de mí --declara el Señor, DIOS de los ejércitos.
Pero yo te planté como vid escogida, toda ella de simiente genuina. ¿Cómo, pues, te has vuelto delante de mí sarmiento degenerado de una vid extraña?
Aunque te laves con soda y uses mucho jabón, la mancha de tu iniquidad {está aún} delante de mí --declara el Señor DIOS.
los que dicen al leño: ``Mi padre eres tú", y a la piedra: ``Tú me engendraste." Porque ellos me han vuelto las espaldas, y no el rostro; pero en el tiempo de su calamidad dirán: ``Levántate y sálvanos."
¿Por qué contendéis conmigo? Todos vosotros os habéis rebelado contra mí --declara el SEÑOR.
¿Oh generación, atended a la palabra del SEÑOR! ¿He sido yo un desierto para Israel, o una tierra de densa oscuridad? ¿Por qué dice mi pueblo: ``Vaguemos {libremente;} no vendremos más a ti"?
¿Se olvida una virgen de sus adornos, o una novia de su atavío? Pues mi pueblo me ha olvidado por innumerables días.
aún dices: ``Soy inocente, ciertamente su ira se ha apartado de mí." He aquí, entraré en juicio contigo porque dices: ``No he pecado."
Dios dice: Si un hombre se divorcia de su mujer, y ella se va de su lado y llega a ser de otro hombre, ¿volverá él a ella? ¿No quedará esa tierra totalmente profanada? Pues tú eres una ramera {con} muchos amantes, y sin embargo, vuelves a mí --declara el SEÑOR.
¿No acabas de llamarme: ``Padre mío, tú eres el amigo de mi juventud", {pensando:}
Y {me} dije: ``Después que ella haya hecho todas estas cosas, volverá a mí"; mas no regresó, y lo vio su pérfida hermana Judá.
A pesar de todo esto, su pérfida hermana Judá tampoco se volvió a mí de todo corazón, sino con engaño --declara el SEÑOR.
``Sólo reconoce tu iniquidad, pues contra el SEÑOR tu Dios te has rebelado, has repartido tus favores a los extraños bajo todo árbol frondoso, y no has obedecido mi voz" --declara el SEÑOR.
Entonces os daré pastores según mi corazón, que os apacienten con conocimiento y con inteligencia.
Si has de volver, oh Israel --declara el SEÑOR-- vuélvete a mí. Si quitas de mi presencia tus abominaciones, y no vacilas,
Circuncidaos para el SEÑOR, y quitad los prepucios de vuestros corazones, hombres de Judá y habitantes de Jerusalén, no sea que mi furor salga como fuego y arda y no haya quien {lo} apague, a causa de la maldad de vuestras obras.
En aquel tiempo se dirá a este pueblo y a Jerusalén: Un viento abrasador de las alturas desoladas del desierto, en dirección a la hija de mi pueblo, no para aventar, ni para limpiar,
un viento demasiado fuerte para esto, vendrá a mi mandato. Ahora yo pronunciaré juicios contra ellos.
``Como guardas de campo están apostados contra ella por todos lados, porque se ha rebelado contra mí" --declara el SEÑOR.
¿Alma mía, alma mía! Estoy angustiado, ¡oh corazón mío! Mi corazón se agita dentro de mí; no callaré, porque has oído, alma mía, el sonido de la trompeta, el pregón de guerra.
Porque mi pueblo es necio, no me conoce; hijos torpes son, no son inteligentes. Astutos son para hacer el mal, pero hacer el bien no saben.
Porque oí un grito como de mujer de parto, angustia como de primeriza; {era} el grito de la hija de Sion que se ahogaba, {y} extendía sus manos, {diciendo:} ¿Ay ahora de mí, porque desfallezco ante los asesinos!
`` ¿No me teméis?" --declara el SEÑOR. `` ¿No tembláis delante de mí, que puse la arena como frontera del mar, límite perpetuo que no traspasará? Aunque se agiten las olas, no prevalecerán; aunque rujan, no pasarán sobre ella.
``Porque en mi pueblo se encuentran impíos que vigilan como cazadores al acecho; ponen trampa, atrapan hombres.
los profetas profetizan falsamente, los sacerdotes gobiernan por su cuenta, y a mi pueblo así le gusta. Pero ¿qué haréis al final de esto?
Como un pozo mantiene frescas sus aguas, así ella mantiene fresca su maldad. En ella se oyen violencia y destrucción; ante mí hay de continuo enfermedades y heridas.
Sé precavida, oh Jerusalén, no sea que mi alma se aleje de ti; no sea que yo te convierta en desolación, en tierra despoblada.
Y sus casas serán entregadas a otros, juntamente con sus campos y sus mujeres; porque extenderé mi mano contra los habitantes de esta tierra --declara el SEÑOR.
Y curan a la ligera el quebranto de mi pueblo, diciendo: ``Paz, paz", pero no hay paz.
Oye, tierra: he aquí, yo traigo una calamidad sobre este pueblo, el fruto de sus planes, porque no han escuchado mis palabras, y han desechado mi ley.
¿Para qué viene a mí este incienso de Sabá, y la dulce caña de una tierra lejana? Vuestros holocaustos no son aceptables, y vuestros sacrificios no me agradan.
Hija de mi pueblo, cíñete el cilicio y revuélcate en ceniza; haz duelo como por hijo único, lamento de gran amargura, porque de pronto el destructor vendrá sobre nosotros.
Te he puesto como observador {y} como examinador entre mi pueblo, para que conozcas y examines su conducta.
¿Vendréis luego y os pondréis delante de mí en esta casa, que es llamada por mi nombre, y diréis: ``Ya estamos salvos"; para {luego} seguir haciendo todas estas abominaciones?
¿Se ha convertido esta casa, que es llamada por mi nombre, en cueva de ladrones delante de vuestros ojos? He aquí, yo mismo {lo} he visto --declara el SEÑOR.
Ahora pues, id a mi lugar en Silo, donde al principio hice morar mi nombre, y ved lo que hice con él a causa de la maldad de mi pueblo Israel.
haré con la casa que es llamada por mi nombre, en la cual confiáis, y al lugar que di a vosotros y a vuestros padres, como hice con Silo.
Y os echaré de mi presencia, como eché a todos vuestros hermanos, a toda la descendencia de Efraín.
En cuanto a ti, no ruegues por este pueblo, ni levantes por ellos clamor ni oración, ni intercedas ante mí, porque no te oiré.
¿Me ofenden a mí? --declara el SEÑOR-- ¿No es a sí mismos que se ofenden para su propia vergüenza?
Por tanto, así dice el Señor DIOS: He aquí, mi ira y mi furor serán derramados sobre este lugar, sobre los hombres y sobre los animales, sobre los árboles del campo y sobre el fruto de la tierra; arderá y no se apagará.
Sino que esto es lo que les mandé, diciendo: ``Escuchad mi voz y yo seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo, y andaréis en todo camino que yo os envíe para que os vaya bien."
Porque los hijos de Judá han hecho lo que es malo ante mis ojos --declara el SEÑOR--, han puesto sus abominaciones en la casa que es llamada por mi nombre, profanándola.
`Aun la cigüeña en el cielo conoce sus estaciones, y la tórtola, la golondrina y la grulla guardan la época de sus migraciones; pero mi pueblo no conoce la ordenanza del SEÑOR.
`Y curan a la ligera el quebranto de la hija de mi pueblo, diciendo: ``Paz, paz", pero no hay paz.
Mi tristeza no tiene remedio, mi corazón desfallece {en mí}.
He aquí la voz del clamor de la hija de mi pueblo desde una tierra lejana: ¿No está el SEÑOR en Sion? ¿No está su rey en ella? ¿Por qué me han provocado con sus imágenes talladas, con ídolos extranjeros?
Por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo estoy quebrantado; ando enlutado, el espanto se ha apoderado de mí.
¿No hay bálsamo en Galaad? ¿No hay allí médico? ¿Por qué, pues, no se ha restablecido la salud de la hija de mi pueblo?
Quién {me} diera que mi cabeza se hiciera agua, y mis ojos fuente de lágrimas, para que yo llorara día y noche por los muertos de la hija de mi pueblo.
Quién me diera en el desierto un albergue de caminantes, para dejar a mi pueblo y alejarme de ellos. Porque todos ellos son adúlteros, una asamblea de traidores.
Tensan su lengua {como} su arco; la mentira y no la verdad prevalece en la tierra; porque de mal en mal proceden, y a mí no me conocen --declara el SEÑOR.
Por tanto, así dice el SEÑOR de los ejércitos: He aquí, los refinaré y los probaré, porque ¿qué {más} puedo hacer con la hija de mi pueblo?
Por estas cosas ¿no los castigaré? --declara el SEÑOR. De una nación como ésta ¿no se vengará mi alma?
Respondió el SEÑOR: Porque han abandonado mi ley que puse delante de ellos, y no han obedecido mi voz ni andado conforme a ella,
¿Ay de mí, por mi quebranto! Mi herida es incurable. Mas yo me dije: De cierto esta es una enfermedad, y debo soportarla.
Mi tienda está destruida, y todas mis cuerdas rotas; mis hijos me han abandonado y no queda ninguno. No hay quien plante de nuevo mi tienda ni coloque mis cortinas.
que mandé a vuestros padres el día que los saqué de la tierra de Egipto, del horno de hierro, diciéndoles: ``Escuchad mi voz, y haced conforme a todo lo que yo os mando; y vosotros seréis mi pueblo, y yo seré vuestro Dios",
``Porque bien advertí a vuestros padres el día que los hice subir de la tierra de Egipto, y hasta hoy los he amonestado con insistencia, diciéndoles: `Escuchad mi voz.'
Se han vuelto a las iniquidades de sus antepasados, los cuales rehusaron escuchar mis palabras, y se han ido tras otros dioses para servirlos. La casa de Israel y la casa de Judá han violado mi pacto, el cual hice con sus padres.
Por tanto, así dice el SEÑOR: He aquí, traigo sobre ellos una calamidad de la que no podrán escapar; aunque clamen a mí, no los escucharé.
Pero tú no ruegues por este pueblo, ni levantes por ellos clamor ni oración; porque no escucharé cuando clamen a mí a causa de su aflicción.
¿Qué derecho tiene mi amada en mi casa cuando ha hecho tantas vilezas? ¿Puede la carne consagrada quitar de ti tu calamidad para {que} puedas regocijarte?
Pero yo era como un cordero manso llevado al matadero, y no sabía que tramaban intrigas contra mí, {diciendo:} Destruyamos el árbol con su fruto, y cortémoslo de la tierra de los vivientes, para que no se recuerde más su nombre.
Mas, oh SEÑOR de los ejércitos, que juzgas rectamente, que examinas los sentimientos y el corazón, vea yo tu venganza contra ellos, porque a ti he expuesto mi causa.
Justo eres tú, oh SEÑOR, cuando a ti presento {mi} causa; en verdad asuntos de justicia voy a discutir contigo. ¿Por qué prospera el camino de los impíos {y} viven en paz todos los que obran con perfidia?
Pero tú me conoces, oh SEÑOR, tú me ves, y compruebas {la actitud de} mi corazón para contigo. Arrástralos como ovejas para el matadero y sepáralos para el día de la matanza.
He dejado mi casa, he abandonado mi heredad, he entregado a la amada de mi alma en manos de sus enemigos.
Mi heredad vino a ser para mí como león en la selva; rugió contra mí; por tanto, la aborrecí.
¿Es acaso mi heredad para mí como ave de rapiña de varios colores? ¿Están las aves de rapiña por todos lados contra ella? Id, reunid a todas las bestias del campo, traedlas para que {la} devoren.
Muchos pastores han arruinado mi viña, han hollado mi heredad; han hecho de mi hermosa heredad un desierto desolado.
Fue hecha una desolación, llora sobre mí desolada; todo el país ha sido desolado, porque no hubo nadie a quien le importara.
Así dice el SEÑOR en cuanto a todos mis malvados vecinos que atacan la heredad que he dado en posesión a mi pueblo Israel: He aquí los arrancaré de su tierra, y a la casa de Judá la arrancaré de en medio de ellos.
Y sucederá que si ellos de verdad aprenden los caminos de mi pueblo, jurando en mi nombre: ``Vive el SEÑOR", así como ellos enseñaron a mi pueblo a jurar por Baal, serán restablecidos en medio de mi pueblo.
Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR por segunda vez, diciendo:
``Porque como el cinturón se adhiere a la cintura del hombre, así hice adherirse a mí a toda la casa de Israel y a toda la casa de Judá" --declara el SEÑOR-- ``a fin de que fueran para mí por pueblo, por renombre, por alabanza y por gloria, pero no escucharon."
Pero si no escucháis esto, mi alma sollozará en secreto por {tal} orgullo; mis ojos llorarán amargamente y se anegarán en lágrimas, porque ha sido hecho cautivo el rebaño del SEÑOR.
Entonces el SEÑOR me dijo: Mentira profetizan los profetas en mi nombre. Yo no los he enviado, ni les he dado órdenes, ni les he hablado; visión falsa, adivinación, vanidad y engaño de sus corazones ellos os profetizan.
Por tanto, así dice el SEÑOR: En cuanto a los profetas que profetizan en mi nombre sin que yo los haya enviado, y que dicen: ``No habrá espada ni hambre en esta tierra", a espada y de hambre esos profetas perecerán.
Y les dirás esta palabra: ``Viertan lágrimas mis ojos noche y día, y no cesen, porque de gran quebranto ha sido quebrantada la virgen hija de mi pueblo, de una dolorosa herida muy grave.
Entonces el SEÑOR me dijo: Aunque Moisés y Samuel se presentaran ante mí, mi corazón no estaría con este pueblo; échalos de mi presencia, y que se vayan.
Tú me has dejado --declara el SEÑOR--, sigues retrocediendo. Extenderé, pues, mi mano contra ti y te destruiré; estoy cansado de compadecerme.
Los aventaré con el bieldo en las puertas del país; {los} privaré de hijos, destruiré a mi pueblo, {pues} no se arrepintieron de sus caminos.
Por mí sus viudas serán más numerosas que la arena de los mares. Traeré contra la madre de sus jóvenes, al destructor en pleno mediodía; de repente traeré sobre ella angustia y pavor.
¿Ay de mí, madre mía, porque me diste a luz {como} hombre de contienda y hombre de discordia para toda la tierra! No he prestado ni me han prestado, {y} todos me maldicen.
Y haré que tus enemigos {te} lleven a una tierra que no conoces; porque un fuego se ha encendido en mi ira que sobre vosotros arderá.
Tú que {lo} sabes, oh SEÑOR, acuérdate de mí, atiéndeme, y véngame de mis perseguidores. Conforme a tu paciencia, no dejes que sea yo arrebatado; sabes que por ti sufro oprobio.
Cuando se presentaban tus palabras, yo las comía; tus palabras eran para mí el gozo y la alegría de mi corazón, porque se me llamaba por tu nombre, oh SEÑOR, Dios de los ejércitos.