'Mire' en la Biblia
Y les dijeron: Mire el SEÑOR sobre vosotros y {os} juzgue, pues {nos} habéis hecho odiosos ante los ojos de Faraón y ante los ojos de sus siervos, poniéndo{les} una espada en la mano para que nos maten.
Y el SEÑOR dijo a Moisés: Hazte una {serpiente} abrasadora y ponla sobre un asta; y acontecerá que cuando todo el que sea mordido la mire, vivirá.
Quizá el SEÑOR mire mi aflicción y me devuelva bien por su maldición de hoy.
Cuando {lo} vi, reflexioné sobre ello; miré, {y} recibí instrucción.
Miré, y no había quien ayudara, me asombré de que no hubiera quien apoyara; entonces me salvó mi brazo, y fue mi furor el que me sostuvo.
Miré a la tierra, y he aquí que {estaba} sin orden y vacía; y a los cielos, y no tenían luz.
Miré a los montes, y he aquí que temblaban, y todas las colinas se estremecían.
Miré, y he aquí que no había hombre alguno, y todas las aves del cielo habían huido.
Miré, y he aquí que la tierra fértil era un desierto, y todas sus ciudades estaban arrasadas delante del SEÑOR, delante del ardor de su ira.
En esto me desperté y miré, y mi sueño me resultó agradable.
hasta que mire y vea el SEÑOR desde los cielos.
Miré, y he aquí que un viento huracanado venía del norte, una gran nube con fuego fulgurante y un resplandor a su alrededor, y en su centro, algo como metal refulgente en medio del fuego.
Miré a los seres vivientes, y he aquí, había una rueda en la tierra junto a {cada uno de} los seres vivientes de cuatro caras.
Entonces miré, y he aquí, una mano estaba extendida hacia mí, y en ella {había} un libro en rollo.
Entonces miré, y he aquí, una figura con aspecto de hombre; desde sus lomos para abajo {tenía} la apariencia de fuego, y desde sus lomos para arriba la apariencia de un resplandor, como el aspecto de un metal refulgente.
Después me llevó a la entrada del atrio, y cuando miré, he aquí, {había} un agujero en el muro.
Entré, pues, y miré; y he aquí, {había} toda clase de reptiles y bestias {y} cosas abominables, y todos los ídolos de la casa de Israel estaban grabados en el muro por todo alrededor.
Entonces miré, y he aquí, en el firmamento que {estaba} sobre las cabezas de los querubines, como una piedra de zafiro de apariencia semejante a un trono apareció sobre ellos.
Entonces miré, y he aquí, {había} cuatro ruedas junto a los querubines, cada rueda junto a cada querubín; el aspecto de las ruedas {era} como el brillo de una piedra de Tarsis.
Y miré, y he aquí, {había} tendones sobre ellos, creció la carne y la piel los cubrió, pero no {había} espíritu en ellos.
Luego me llevó por el camino de la puerta del norte al frente del templo; miré, y he aquí, la gloria del SEÑOR llenaba la casa del SEÑOR, y me postré sobre mi rostro.
Cuando miré en la visión, sucedió que al mirar, yo {me encontraba} en la ciudadela de Susa, que {está} en la provincia de Elam, y vi en la visión que yo estaba junto al río Ulai.
Alcé, pues, mis ojos y miré, y he aquí que un carnero estaba delante del río. Tenía dos cuernos, y los dos cuernos {eran} altos, pero uno {era} más alto que el otro, y el más alto creció el último.
alcé los ojos y miré, y he aquí, había un hombre vestido de lino, cuya cintura estaba ceñida con {un cinturón de} oro puro de Ufaz.
Entonces yo, Daniel, miré, y he aquí otros dos estaban de pie, uno a este lado del río, y el otro al otro lado del río.
Después alcé mis ojos y miré, y he aquí cuatro cuernos.
Entonces alcé los ojos y miré, y he aquí, {vi} un hombre con un cordel de medir en la mano.
Alcé de nuevo mis ojos y miré, y he aquí un rollo que volaba.
Luego alcé los ojos y miré, y he aquí dos mujeres salían con el viento en sus alas; y tenían alas como alas de cigüeña, y alzaron el efa entre la tierra y el cielo.
Alcé de nuevo mis ojos y miré, y he aquí cuatro carros que salían de entre dos montes; y los montes {eran} montes de bronce.