'Mismo' en la Biblia
Le dijeron: ¿Pues quién eres? Para que demos respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo?
Mas el mismo Jesús no se confiaba a sí mismo de ellos, porque él conocía a todos,
Porque el mismo Jesús dio testimonio de que un profeta en su tierra no tiene honra.
Les respondió: El que me sanó, él mismo me dijo: Toma tu lecho y anda.
Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada de sí mismo, sino lo que viere hacer al Padre; porque todo lo que él hace, esto también hace el Hijo juntamente.
Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así dio también al Hijo que tuviera vida en sí mismo;
No puedo yo de mí mismo hacer nada; como oigo, juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, del Padre.
Si yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no es verdadero.
Y sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: ¿Esto os escandaliza?
El que quisiere hacer su voluntad, conocerá de la doctrina si viene de Dios, o si yo hablo de mí mismo.
El que habla de sí mismo, gloria propia busca; mas el que busca la gloria del que le envió, éste es verdadero, y no hay en él injusticia.
Entonces clamaba Jesús en el Templo, enseñando y diciendo: Y a mí me conocéis, y sabéis de dónde soy; pero no he venido de mí mismo; mas el que me envió es verdadero, al cual vosotros no ignoráis.
le dicen: Maestro, esta mujer ha sido tomada en el mismo hecho, adulterando;
Entonces los fariseos le dijeron: Tú de ti mismo das testimonio; tu testimonio no es verdadero.
Respondió Jesús, y les dijo: Aunque yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde he venido y a dónde voy; mas vosotros no sabéis de dónde vengo, y a dónde voy.
YO SOY el que doy testimonio de mí mismo, y da testimonio de mí el que me envió, el Padre.
Decían entonces los judíos: ¿Se ha de matar a sí mismo, que dice: A donde yo voy, vosotros no podéis venir?
Les dijo pues, Jesús: Cuando levantareis al Hijo del hombre, entonces entenderéis que YO SOY, y que nada hago de mí mismo; mas como mi Padre me enseñó, esto hablo.
Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuera Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; que no he venido de mí mismo, mas él me envió.
Respondió Jesús: Si yo me glorifico a mí mismo, mi gloria es nada; mi Padre es el que me glorifica, el que vosotros decís que es vuestro Dios;
Nadie me la quita, mas yo la pongo de mí mismo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.
Jesús entonces, como la vio llorando, y a los judíos que habían venido juntamente con ella llorando, se embraveció en Espíritu, se alborotó a sí mismo,
Y Jesús, por eso, embraveciéndose otra vez en sí mismo, vino al sepulcro donde había una cueva, la cual tenía una piedra encima.
Mas esto no lo dijo de sí mismo; sino que, como era el sumo sacerdote de aquel año, profetizó que Jesús había de morir por la nación;
Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos traeré a mí mismo.
Porque yo no he hablado de mí mismo; mas el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar.
Si Dios es clarificado en él, Dios también le clarificará en sí mismo, y luego le clarificará.
Y si me fuere, y os aparejare el lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.
¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo de mí mismo; mas el Padre que permanece en mí, él hace las obras.
Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto de sí mismo, si no permaneciere en la vid; así vosotros, si no estuviereis en mí.
Pero cuando viniere aquel Espíritu de Verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará de sí mismo, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que han de venir.
porque el mismo Padre os ama, porque vosotros me amasteis, y habéis creído que yo salí de Dios.
Ahora pues, Padre, clarifícame tú cerca de ti mismo de aquella claridad que tuve cerca de ti antes que el mundo fuera.
Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.
Le respondió Jesús: ¿Dices tú esto de ti mismo, o te lo han dicho otros de mí?
Resultados de Búsqueda por Versiones
Resultados de Búsqueda por Libro
Artículos Relacionados
- A juzgar nosotros mismos
- Actuando por sí mismo
- Al mismo tiempo
- Confiar en ti mismo
- Cristo sabiendo sobre sí mismo
- Cristo se humilló a sí mismo
- Dar de Sí Mismo
- Dañar a uno mismo
- Destruir uno mismo
- Dios Mismo
- Dios es el que existe en sí mismo
- El animismo
- El mismo Dios
- Encomendándoos a sí mismo
- Engañando a sí mismo
- Examen de sí mismo
- La Unción de uno mismo
- La crucifixión de Cristo predijo
- La gente ellos mismos contaminantes
- La relación de Cristo con Dios
- Las personas son el mismo
- Mismo hueso y carne
- Mismo tamaño
- Optimismo
- Paliza a sí mismo
- Pesimismo
- Reventado de uno mismo
- Ropa de uno mismo
- Se llamó a sí mismo el Cristo
- Testimonio contra sí mismo
- Amarse a uno mismo
- Amarte a uno mismo
- Creer en uno mismo
- El que envió a Cristo
- La actividad del padre en relación a Dios
- La confianza en uno mismo
- La confianza en uno mismo y el autoestima
- La relación entre padre e hijo
- La sujeción a Dios
- La testificación
- La verdad de Dios
- Perdonarse a uno mismo
- Salvarse a uno mismo
- Ser uno mismo
- Uno mismo