'Mundo' en la Biblia

¿Dónde está el sabio? ¿Dónde el escriba? ¿Dónde el polemista de este siglo? ¿No ha hecho Dios que la sabiduría de este mundo sea necedad?

Porque ya que en la sabiduría de Dios el mundo no conoció a Dios por medio de {su propia} sabiduría, agradó a Dios, mediante la necedad de la predicación, salvar a los que creen.

sino que Dios ha escogido lo necio del mundo, para avergonzar a los sabios; y Dios ha escogido lo débil del mundo, para avergonzar a lo que es fuerte;

y lo vil y despreciado del mundo ha escogido Dios; lo que no es, para anular lo que es;

Y nosotros hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el Espíritu que viene de Dios, para que conozcamos lo que Dios nos ha dado gratuitamente,

Nadie se engañe a sí mismo. Si alguno de vosotros se cree sabio según este mundo, hágase necio a fin de llegar a ser sabio.

Porque la sabiduría de este mundo es necedad ante Dios. Pues escrito está: {El es} EL QUE PRENDE A LOS SABIOS EN SU {propia} ASTUCIA.

ya sea Pablo, o Apolos, o Cefas, o el mundo, o la vida, o la muerte, o lo presente, o lo por venir, todo es vuestro,

Porque pienso que Dios nos ha exhibido a nosotros los apóstoles en último lugar, como a sentenciados a muerte; porque hemos llegado a ser un espectáculo para el mundo, tanto para los ángeles como para los hombres.

cuando nos difaman, tratamos de reconciliar; hemos llegado a ser, hasta ahora, la escoria del mundo, el desecho de todo.

no {me refería a} la gente inmoral de este mundo, o a los avaros y estafadores, o a los idólatras, porque entonces tendríais que salir del mundo.

¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo es juzgado por vosotros, ¿no sois competentes para {juzgar} los casos más triviales?

y los que aprovechan el mundo, como si no {lo} aprovecharan plenamente; porque la apariencia de este mundo es pasajera.

pero el casado se preocupa por las cosas del mundo, de cómo agradar a su mujer,

y {sus intereses} están divididos. Y la mujer que no está casada y la doncella se preocupan por las cosas del Señor, para ser santas tanto en cuerpo como en espíritu; pero la casada se preocupa por las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido.

Por tanto, en cuanto a comer de lo sacrificado a los ídolos, sabemos que un ídolo no es nada en el mundo, y que no hay sino un solo Dios.

Pero cuando somos juzgados, el Señor nos disciplina para que no seamos condenados con el mundo.

Hay, quizás, muchas variedades de idiomas en el mundo, y ninguno carece de significado.